-Destruyendo las barreras del desprecio- (Heicui. Hei'er x Rancui) By: YAV

Cap 6- Te extrañé

Cada mañana, Hei'er venía a hacerle compañía a desayunar, cuando iba a la Sociedad, lo acompañaba, miraba a cada hombre que se le acercaba a Rancui con una mirada asesina y ninguno se atrevía a acercarse a más de un metro de distancia de este gerente. Rancui le ponía miradas llenas de ridículo en esos momentos, pero en su pecho estaba rebosante de éxtasis.

Cuando el señor Wu salía con las dos pequeñas a visitar las tiendas y mercados, con un ligero toque de impotencia este soldado dejaba el lado de Rancui y este era prácticamente casi el único momento en el que Rancui estaba a solas mientras estaba despierto.

Como sucedió en este día.

Wu Xingzi quiso visitar un nuevo restaurante que se especializaba en la carne de cerdo, y se emocionó tanto que estaba despierto a primera hora para ir a probar los manjares, obviamente las dos pequeñas lo acompañarían, y Hei'er también.

"¡Ya lárgate, el señor Wu está esperando!" Rancui miró a este guardia que sostenía su mano con renuencia a dejarla y protestó.

"No trabajes demasiado hoy, deja esos asuntos a tu asistente, no te esfuerces..." Hei'er fue interrumpido.

"Si no trabajo, ¿cómo puedo obtener mi dinero, crees que este lugar es barato de tratar?, además, no me eduques, ¿piensas que eres mi padre?" La ceja perfecta de Rancui saltó de la molestia.

"No tu padre, tu esposo" Hei'er comentó descaradamente, luego le dio a esa hermosa mano un beso y salió de la habitación a una velocidad monstruosa.

Rancui quedó allí, con las mejillas sonrojadas y la mano extendida llena del cálido beso.

Maldijo a la desvergüenza de Hei'er y luego miro hacia su escritorio. Había pedido trabajar en casa en estos días, mirando documentos, porque en la Sociedad, todos empezaban a rumorear acerca de Hei'er y él, esto era demasiado molesto.

Por fin está solo...

Solo...

¿Por qué de repente se siente desanimado?

Ha pasado toda su vida solo, ¿pero por qué justo ahora le molestaba tanto este silencio?

Su cabeza comenzó a recordar todas esas molestas palabras que salían desde la boca de Hei'er...

Extrañaba ese ruido.

¿Se acaba de ir a solo unos minutos, porque siente que lo extraña?.

Olvídalo, olvídalo, debe ser porque ese molesto perro no se había separado él desde dos semanas seguidas, si, eso debe ser.

Rancui enterró su cabeza en esos papeles y comenzó a trabajar.

Planeaba la reunión de la Sociedad Peng para mañana, había planeado todo meticulosamente.

Últimamente había enredado a Wu Xingzi con otros pengornis para que no pensara en ese general y no se sintiera mal.

Miró la foto del chico que había levantado los ánimos del señor Wu en los últimos días, esa cara era ordinaria, pero no molesta, apacible como el agua, parecía tener un temperamento gentil, no era hijo de ningún noble y tampoco tenía grandes habilidades. Rancui entrecerró sus hermosos ojos en sospecha y luego una sonrisa juguetona floreció en su rostro.

Rancui vio su trabajo terminado y otra vez sintió esa sensación de soledad, pellizcó su muslo hasta que sintió un dolor punzante y luego respiró profundo.

Llamó al joven asistente y le ordenó que preparara una merienda y un té.

Así pasó su día.