CAPITULO 5

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Eran pocos los días en que Yoongi llegaba a mantener una larga conversación con Hoseok. Sí bien era quien prácticamente se ocupaba de que no le faltase nada, nunca fueron cercanos realmente.

Se conocieron el corto tiempo en que el de cabellos negros asistió a un colegio solo para varones, esto por petición de su abuelo que creía debía hacer que su nieto socializará un poco.

“—Necesitas buenos amigos en tu vida y no los conseguirás aquí encerrado"

Fueron las palabras del hombre en ese entonces.

Al final solo Hoseok fue el único que logro sobrellevarlo en ese tiempo. Nunca comprendió el por qué el chico de grados mayor se le acercó aquel día o por qué desde entonces fue tan amable y no se fue de su lado.

Quién sabe, pudo haber sido que sintiera lástima cuando escucho la noticia del fallecimiento de su abuelo. La idea de un huérfano peleando contra el mundo no era muy alentador de escuchar.

Como sea, Yoongi no pensaba preguntar.

—Yoongi, te dije que me dijeras si ibas a traer más amigos, pude traer algo especial.

Hoseok tenía veintiséis años, de cabellos castaños y unos considerables centímetros más alto que el pálido. Su rostro siempre reflejaba amabilidad y no había día, minuto o segundo en que no lo vieras sonreír, incluso Yoongi había llegado a envidiar su positiva actitud.

—No somos amigos, él solo está de paso.

Y aquello causo una risa en el castaño mientras una mueca aparecía en el rostro del rubio.

—Sigue siendo un invitado, no puedes tratarlo como cualquiera —regaño —Lo siento, Yoongi siempre es reacio ante otras personas, me llamo Jung Hoseok.

—Un gusto Hoseok, soy Park Jimin.

— ¿Park? ¿Eres uno de los hijos del abogado Park? Yoongi dime ¿Te metiste en problemas? Te dije que tú mal carácter no te traería nada bueno.

—No seas paranoico, su padre lo trajo para que le haga una evaluación.

— ¿Has vuelto a hacer esas cosas? ¡Te dije que no lo hicieras! Tu abuelo estaría muy enojado, prometiste no hacerlo más.

Y es que el castaño hace tiempo sabía lo que hacían sus “pinturas" e increíblemente no había salido corriendo.

—Si vas a regañarme ahórrate tus palabras, este será mi último trabajo.

Y aquello cuando un profundo suspiro por parte de Hoseok, no era la primera vez que el pálido le decía eso. Pero extrañamente esta vez hubo algo diferente, aunque no sabía lo que era con exactitud.

Por otro lado, Jimin observaba con cierta diversión como el de castaña cabellera regañaba al pálido, ahora ya no se sentiría tan mal si lo molestaba también.

—Marca tus palabras —dijo a modo de advertencia el mayor —Ahora, Jimin, ya que vas a quedarte un tiempo aquí, quiero decirte que estoy disponible las veinticuatro horas del día. Sí este gruñón te molesta demasiado solo llámame y vendré corriendo ¿Entendido?

—¿Molestar? Es él quien me molesta —intervino el pelinegro —Ademas, ¿A qué viene esa hospitalidad con él? Solo está de paso.

—Que este de paso no quiere decir que puedas ser grosero. Sí dices o haces algo hiriente contra alguien, puede que esa persona no lo olvidé aún si tú lo haces.

𝑬𝒍 𝑫𝒐𝒏 𝑫𝒆𝒍 Á𝒏𝒈𝒆𝒍 𝑪𝒂í𝒅𝒐 [ ᴶⁱᵐˢᵘ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora