004

372 40 0
                                    

Un pequeño destello iluminó mi rostro, e intenté abrir un ojo para determinar que hora era

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un pequeño destello iluminó mi rostro, e intenté abrir un ojo para determinar que hora era. Gracias al cielo, la luz provenía de la Luna y debían ser al menos las 2 am. Con cuidado de no despertar a Joan, me desplacé fuera de la cama con dirección a mi mochila. 

Me apoyé sobre mi rodilla buscando las herramientas que necesitaba. Un mechero - pero no cualquiera, si no aquél que me regalaron en mi cumpleaños número 15 y tenía grabado el apellido familiar -, una botella pequeña de alcohol etílico que robé de la enfermería y una cuerda del cuarto de servicio que utilizaré para trepar la cabaña principal del campamento. 

— Lo que te espera, rubio oxigenado — susurre para mi mientras cerraba la puerta de las habitaciones. 

Con los crujidos de hojas en mis pies me adentré entre la maleza del bosque, llegando a un camino rocoso que me serviría de atajo. Después de largo rato caminando, las banderas azules se asomaban a 100 metros de mí, por lo que supuse que las rojas estarían 5 minutos más adelante. 

Un ruido extraño se produjo entre los árboles, pero cuando intenté asomarme, una ardilla salió haciendo que me sintiera más tranquila. Seguí mi camino cuando visualicé mi objetivo. 

Tenía curiosidad de saber que se sentiría quemar aquello, pero esperaba al menos darle un "break" a mi cerebro para quitar el estrés provocado por mis dos strikes. Saqué la cuerda, y haciendo dos nudos, lancé un extremo de la soga hacia la chimenea. Coloqué mi pie en el otro nudo y con la fuerza de mis brazos, escalé hacia arriba. 

Cuando creí lograr el paso 2 con rotundo éxito, un respiración se hizo presente a mis espaldas junto a una voz. 

— ¿Que mierda estás haciendo? — la pelirroja, para mi gran suerte. 

— ¿Tú que haces aquí arriba? — pregunté, cuando señaló una escalera pasó desapercibida para mi. Después de unos segundos respondí — Poniendo en alto mi honor, así que, vuelve a dormir. 

Ziggy dio un bufido en respuesta. 

— No te irás, ¿Cierto? — resoplé y aprovechando la ocasión me disculpé — Zig... no sé que te haya dicho el señorito Nick Perfecto Good, pero intenté que la doble sanción fuera sólo para mi y no pude lograrlo, de verdad lo siento...

— Espera un jodido minuto... — se quedó pensando un instante — Entonces, ¿No me culpaste de todo a mi?

Negué la cabeza. 

— Estúpido Nick — vociferó y luego con voz más calmada pronunció — Yo también lo siento, debí escucharte primero. 

Ambas intercambiamos una sonrisa dando a entender que todo estaba bien. 

— ¿Me ayudas a vengarme de Kurt? — pregunté levantando la botella y el mechero. 

— La última vez terminó mal, ____ — hizo una pausa — pero... venguémonos también de Sheila. 

HEROES I Ziggy BermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora