Prologo

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03 de octubre 2010

Mi día en el instituto no era nada bueno, porque uno llegue tarde a clase de biología dos casi me voy de cara cuando venía para el instituto tres las cosas en mi casa no iban nada bien, mi papá y mi mamá estaban peleando por mi y un poco por mi hermano mayor, para mis padres siempre éramos un estorbo para ellos, más yo. Mi hermano y yo siempre fuimos unidos, el y yo nos íbamos en la noche para irnos a fumar juntos, nuestro lugar favorito era debajo de la luna.

Los dos hemos seguido juntos, nuestros padres lo único que hacen son dejarnos solo en casa, siempre pelean conmigo por mis notas y mi mala conducta en el instituto, yo soy casi lo contrario de mi hermano sin embargo a veces somos los dos juntos que nos metemos en problemas.

No se exactamente porque mi hermano fuma, yo fumo porque me ayuda a olvidar las noches horribles que tengo ejemplo cuando mi papá llega de mal humor va a mi cuarto a jugar, mi hermano me escucha gritar o pelear para que me dejara en paz, los golpes nos los ganamos los dos, mas el, por eso duermo con el, cuando escucho que viene de mal humor, corro donde mi hermano pero a veces no alcanzo, si intento escapar de el, me va peor. A mi mamá no le importa solo me dice "ese es el castigo por ser drogadicta y problemática" cada vez que mi madre me decía eso, me di cuenta que no le importaba a mis padres, solo a mi hermano.

—¡NO LA TIENES QUE VIOLAR ES TU HIJA!—grito mi hermano, parado al frente de mi- eso no lo hace un padre

—¡ESA NIÑA NO ES MI HIJA, ES UNA DROGADICTA Y PROBLEMÁTICA!— grito, mi padre estaba al frente de mi hermano, el al frente mío—Quitate, no e terminado

— no lo are, prefiero que me pegues a que la violes solo porque estás de mal genio y te quieres desquitar, te desquitas violando a tu HIJA— defendió, su palabra se sonaba firme, segura de lo que estaba diciendo, lo único que yo hacía era llorar en mi cama, con las sábanas tapándome el cuerpo—

—déjalo, no vale la pena, de igual forma nos va a pegar, ya déjalo—murmure, mi vos estaba sin fuerza, estaba débil, sentía como mi padre le pego a mi hermano, le pego tan fuerte que lo tiro al piso y le pego terrible y me miro a mi— no más por favor, déjame en paz, no te e hecho nada

— sigues tú—camino hacia mi, me quito las sábanas y me pego tres cachetadas, me partió el labio, me tiro a la cama y termino lo que empezó yo solo gritaba que me dejara en paz—cállate, nadie te va a ayudar estás sola

Me volvió a pegar mas duro, mi madre no estaba en casa solo estábamos los tres, mi padre llega primero que mi madre de trabajar así que aprovecha que ella no está, el salió del cuarto dejándome en la cama tirada, descubierta y dolida, mi hermano seguía en el piso, solo respiraba, tenía la plena seguridad que estaba muerto pero ya después vi que se movió, yo con dolor en el cuerpo me paré de la cama para ponerme ropa, no me quería bañar, solo me cambié.

— Aarón, párate— susurré en su oído, no conseguí respuesta alguna de el— Aarón, párate

— Mía, estás...— murmuró.

— aquí estoy, ven párate— lo intente levantar pero no puede, el dolor me ganaba, y mi fuerza la gaste, por algo que no servía.

— no hagas fuerza, yo me paro— dijo sin fuerza y intentando pararse, en la cual se pudo parar pero casi se cae entonces lo ayude, mis piernas me temblaban junto con mi cuerpo.

Lo lleve al cuarto de el, en la que el recogió fuerza para cambiarse, mientras el se estaba cambiando yo estaba en su cama abrazada a una almohada, escuche que dijo que saliéramos, y yo seguí sus pasos, quería salir de la casa, quería fumar.

Talking to the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora