Cap 21

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— ayer me dijiste que Lily había escrito una carta antes de su muerte y...— me interrumpe.

— yo la busco cuando llegue, no se en donde esta ahora pero se que la debo tener en algún lado, cuando la encuentre, te la entrego—hablo, y yo lo mire algo sorprendida por lo que dijo, no me esperaba esa respuesta.

- esta bien... si no puedes hoy la puedes buscar en otro momento, no ahí afán— respondí y el se asintió le di una sonrisa— bueno me voy, no quiero llegar tarde además mi Uber ya llego.

— ¡no causes más problemas o bueno no mates a nadie! ¡Prefiero que estes en problemas a que mates a alguien, no quiero estar en la corte mirando como defenderte para que no vallas a la cárcel!— grito y yo solté una risa.

— ¡lo intentaré pero no prometo nada!— griete y cerré la puesta.

¿Que malo podía pasar hoy? Nada, ¿verdad? O bueno eso lo veremos, espero que no sea nada malo o que yo no tenga que ver con eso.

Ya me canse un poco de los problemas pero eso me hace feliz porque la gente sabe quien soy y sabe a lo que puedo llegar, prefiero que me tengan miedo a hacer amigos y amigas más hipócritas que el perro de la calle, no quiere gente que solo es mi amiga solo por lastima o para conocerme y correr la voz sobre lo que sabe de mi ósea chismes nuevos por los pasillos, mi nombre pasando boca por boca, voz por voz y así sucesivamente hasta llegar a mis oídos.

Que mamera y que fastidio.

Al llegar al instituto voy directamente a mi casillero, estoy sacado cosas y todo eso hasta que en un momento me tocan el hombro y pensé que era Adam pero me equivoqué.

— ¡eres una maldita perra!— grita la porrista y me pega una cachetada.

Eso me hizo enojar mucho ¿porque me pego? ¿Que le hice a esta ahora?

— ¡¿que putas te pasa?! ¡¿Que mosco te pico?!— grite.

— esto me pico — habla firme y me muestra el celular.

Oh Dios mío, es una foto donde salgo yo con Adam besándonos, la primera vez que nos besamos ósea el viernes después de lo qué pasó en la cafetería. ¿Por que se molesta por un simple beso? ¿Acaso le gusta Adam?... ahora tiene más sentido.

— es un simple beso, que tiene que ver— alzo los hombros— ¿Acaso te gusta? Dime Madi ¿te gusta Adam? Porque que yo sepa el no te da ni la hora a duras penes te dice hola, ni eso.

Camino así ella y ella da una cuántos pasó hacia atrás, las miradas estaban encima de las dos, desde un inicio.

— yo... y-yo— tartamudeó y yo la miro fijamente a sus ojos.

— tu... ¿tu que? Anda dilo, ten los ovarios y ponte las tetas para decírmelo en la cara, ya me acorde ¿cuáles tetas? Si ni siquiera tienes— lo digo en tono burlón.

— ¡eres una...!— se detuvo antes de completar la palabra.

¡Claro!

Soy una perra, puta, zorra, soy de todo un poco pero así tengo a los chicos de tras mío, hasta El Capitan de fútbol está atrás mío.

Así que no me importa lo que me diga.

A decir verdad soy muy cosas a la vez.

— mira Madi, no tengo tiempo de ponerme a pelear contigo porque la verdad no vales la pena, y no es mi culpa que el no te de ni la hora, como dicen por ahí "uno no manda en el corazón" y tiene toda la razón el no manda en su corazón mucho menos yo y tu así que tú no me vengas con eso, porque que yo sepa eso no es un delito además el está soltero y tiene toda la libertad de besar a quien se le de la gana y tu no se lo puedes impedir porque no eres nada para el así que te parece si recoges los ovarios que se te cayeron y vas en busca de tus tetas desaparecidas, a ver si llenas el brassier— afirmó y todo el mundo se ríe.

Talking to the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora