Cap 4

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—¡Aarón!— grite entre llanto.

— estoy aquí pequeña, estoy aquí— dijo entrando corriendo al cuarto, corrió tan rápido que casi se cae.

— no voy a poder superar esto— dije con la vos quebrada y las lagrimas cayendo— cada noche es la misma pesadilla pero cada vez empeora, todas las noches sueño con el, tocándome, besándome todo el cuerpo...

— se que es difícil lo sé pero tienes que ser fuerte, eres fuerte, me tienes a mi, no estás sola mi pequeña iguana— me llamo por el nombre que me tenía desde que tengo memoria me dice así.

— lo sé, lo sé...— deje las palabras en el aire.

— era mi pequeña iguana, se que eres fuertes, yo sé que puedes— el abrazo se volvió más fuerte y me sentía un poco más segura.

El me llama así por alguna extraña razón en la cual no se pero se que desde siempre ma a llamado así, ese apodo para el significa algo que yo no sé, el se acostó conmigo, se quedó dormido primero sin embargo yo me quede mirando el techo un momento y no se en que momento me quede dormida.

Mi vida siempre a sido un desastre, cuando era una niña mi hermano me cuidaba, me ayudaba en las tareas de la escuela, me ayudaba a estudiar para mis exámenes, gracias a él estoy aquí en donde estoy ahora, se que estoy vuelta mierda por los maltratos que nuestros padres me hicieron pero a pesar de todo eso e tenido unos momentos increíbles con mi hermano, que yo me acuerde el solo tuvo una novia, creo, no me acuerdo, desde el entonces no a tenido una, o bueno eso creo, mi abuela a veces ayudaba a mi hermano a cuidarme, en esos días que yo estaba con mis abuelos por parte de mamá ya que mi abuelos por parte de papa nuca los conocí pero bueno mi abuela me enseñaba a cocinar, siempre hacíamos trade de pelis, entonces hacíamos palomitas, galletas de chocolate y mucho más, y nos sentábamos a ver películas y a comer.

Aún extraño esos momentos con la abuela, y los momentos con el abuelo también eran lindos, el tenía una tienda en donde vendía cosas hechas en madera y todo eso, como cuadros, eran cosas muy bonitas, cada vez que íbamos a la fábrica me enseñaba de todo, me acuerdo que el hizo un cuadro en madera y era la playa y le quedó hermoso, en uno de esos días antes de que se fuera me dio un cuadro pero era un cuadro mediano y tenía mi sueño plasmado en el, y una frase, aún lo tengo y lloro cuando lo veo, el se fue primero y después mi abuela, mis abuelos por parte de papa nunca los conocí y creo que ahora tampoco lo quiero conocer.

[...]

— eres una chica un poco difícil de encontrar— afirmó Adam atrás mío.

— porque lo dices?— afirme mientras pagaba mi helado— ni que la ciudad fuera tan enorme como para ser difícil de encontrarme.

— tienes razón pero es que siempre sales del instituto y te pierdes, intente seguirte hoy cuando salimos pero era imposible te me perdiste después y no te pude volver a encontrar hasta ahora— respondió.

— no me sorprende para nada porque ya me e dado cuenta, no solo fue hoy también ayer y antes de ayer— solté, para después darme la vuelta y cojer mi helado, el se puso rojo como un tomate, sus mejillas estaban rojas.

— no se que decir— afirmó rápido, para después tocarse el cabello para acomodárselo un poco.

— cuéntame de ti, no se nada de vos— afirme, mientras caminaba por la acera.

— mi vida es normal, tengo dos hermanos, una hermana menor y un hermanito, y mis padres trabajan, mi padre es dueño de una empresa que no me se el nombre y mi mamá en contadora de la empresa de donde mi papa es el dueño y a veces hace algunas cosas sobre ayudar a las demás personas con eso de contabilizar y eso— dijo siguiéndome el paso— eres bajita pero caminas rápido.

Talking to the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora