CAPÍTULO 8

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"Celo Parte 2"

Desperté sintiendo cómo mi cabeza y piernas dolían. Estaba sólo en mi cama con las manos fuertemente agarradas a la sábana. ¿Qué había pasado? Estaba seguro que tuve una pesadilla, pero no recordaba sobre qué trataba, cuando me senté, los recuerdos de Harry invadieron mí mente.

El estado tan agitado y deseoso en el que lo había encontrado, su cuerpo encima mío frotándose para liberarse y su fuerte llanto con súplicas en la sala de mi casa donde tuve que masturbarlo. Revivía esa escena en mi cabeza una y otra vez.

—Por favor, Lou— sollozaba contra mí cuello —Me duele, me duele mucho— repetía mientras se revolvía en mi regazo y con sus manos se tocaba por encima del calentador —¡Ayúdame! —.

—Lo siento Hazz, no ... No puedo hacerte eso—.

Tragaba saliva. Sus mejillas sonrojadas, sus pupilas dilatadas y su respiración entrecortada estaban volviéndome loco. Harry continuó llorando en mi hombro.

—¿Tanto asco te doy? — preguntó con dolor en la voz.

—Claro que no—.

—De seguro piensas que estoy sucio— murmuró en un quejido y se acercó a mí oído —Te juro que nadie antes me ha tocado, no estoy sucio—.

—Harry, no se trata de eso—.

—Tócame, por favor— continuó chillando —¡No estoy sucio! —.

—Debes calmarte— le pedí entrelazando sus manos con las mías —Aunque quiero, no puedo tocarte y tampoco quiero lastimarte, no estás pensando con claridad—.

—Sí lo hago— aseguró acercando sus labios a mi mejilla —Me gustas Louis, me gustas demasiado y perdón por no ser un buen amigo—.

Harry no pudo contenerse más y sacó su miembro para comenzar a masturbarlo delante mío. Seguía llorando e implorando por mi tacto. Me repetía a mí mismo que no podía hacerlo, que el Código me lo prohibía y que mancharía el honor de mí familia si lo hacía, pero él deseo y mis instintos carnales se abrieron paso por delante de mi juicio y raciocinio.

Tomé el miembro de Harry y lo moví de arriba—abajo con fuerza. Él soltaba gemidos y depositaba besos húmedos por toda mi garganta y cuello. Se revolvía mientras yo lo masturbaba viéndole fijamente la cara. Había cerrado sus ojos y su boca se mantenía abierta, tanto que podía meter mi polla en ella. Tenía muchos pensamientos sucios con su boca y cuerpo en estos momentos, pensamientos que no podía sacar. Cuando sentí los líquidos de Harry salir, sonreí. Me había encantado darle placer a mi chico. Sí, mi chico, mi omega. Mi lobo se había adueñado la mitad de mi cerebro y mandaba órdenes a mi cuerpo para que no lo soltara y lo protegiera.

Sentí su sonrisa contra mí pecho y me juré en ese momento que él sería mío, sólo mío. Pude sentir como encontré a mi pareja predestinada. Me vestí lo más rápido que pude y salí de mí recámara. Oliver estaba en la mesa tomando un café y leyendo unos documentos. Al verme dejó de tomar su bebida caliente y me ordenó sentarme junto con él.

—¿Estas consciente de todo lo que pasó, Louis? — preguntó frustrado —Todo el plan original se fue por el caño—.

—¿Lo has reportado? — pregunté con pánico.

—Claro que no. De ser así yo ahora estaría despedido y tú de vuelta en la Gran Casa. ¿Qué sientes por ese omega? —.

Tomé aire para contestar esa pregunta. En el momento que estuve con él sabía lo que sentía, pero ahora el calor había bajado y no estaba seguro. Sólo quería ir donde Harry y abrazarlo.

No es fácil - Omegaverse (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora