Dia 1: Cumpleaños Bakugō/ Mejores amigos/ AU Steampunk
Dia 2: AU Fantasía/ Gender Bender/ Flores
Dia 3: AU Enemigos a Amantes/ Cita Falsa/ Boda
Dia 4: Enfermedad de Hanahaki/ Cicatrices/ Corazón roto
Dia 5: AU Cafetería/ Hogareño/ Deportes
Dia 6: A...
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Boda/AU Enemigos a Amantes
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Eijirō Kirishima, un joven de 23 años el cual se encontraba en el día más especial de su vida; para ser más precisos en el día de su boda, se encontraba situado en el altar esperando a que su futuro esposo salga para acercarse a él y así poder unir sus vidas; si, su ya pronto esposo Katsuki Bakugō sería el afortunado de estar con aquel chico tan cariñoso y atento con él.
Pero no siempre fue así, antes de la boda, antes de comenzar a salir eh incluso antes de siquiera hacerse amigos; ambos se llevaban mal desde el primer día en que se conocieron, cosa que fue en la Yūei durante el primer semestre.
Ah ambos les toco trabajar en equipo durante una simulación de héroes contra villanos donde ambos tendrían el papel de héroes, sin embargo no pudieron realizar el trabajo con éxito ya que Bakugō no quería seguir las ordenes de Kirishima y viceversa, fue todo un caos por lo que el resultado fue obvio.
En ningún momento pudieron llevarse bien a tal punto de que comenzaron a molestarse de manera indirecta, aunque por el carácter del rubio hacia que fuera más directo y obvio a comparación del pelirrojo que sabía disimularlo bien.
El punto era que no podían estar juntos en una habitación, o al menos eso cambiario hasta que la clase 1°A tuviera una excursión donde se les asignaría un grupo de menores 5 grado de primaria, la tarea era ser sus tutores o cuidadores durante una semana. Por asares del destino, al profesor Aizawa se le ocurrió juntar a Bakugō y Kirishima para cuidar un grupo de cinco niños, ¿Por qué no más? Fácil, el simple hecho de que ambos estuvieran en una sola casa era peligroso, ahora sumar un grupo de niños a su cuidado fue un riesgo que tuvieron que tomar.
— ¡Hola niños! — grito el pelirrojo mostrando sus dientes puntiagudos llamando la atención de los pequeños niños que se encontraban desayunando.
—Baja la puta voz— gruño el rubio poniéndose a lado Eijirō quien lo miro frunciendo el ceño.
—Bakugō, no quiero pelear contigo frente estos pequeños pero te pido de la manera más amable que posible.
