☾︎𝑨𝒍𝒚𝒂 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌☽︎ -𝑹𝒆𝒎𝒖𝒔 𝑳𝒖𝒑𝒊𝒏 [COMPLETA] ✓

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 7*

El día había llegado estaba en la estación King Kross a lado de Narcissa esperando a sus padres, Sirius aún seguía charlando con James, Peter y Remus a unos cuantos metros, los padres de Sirius no iban a ir por el

Estaba muy nerviosa, James la había invitado a pasar las vacaciones de navidad en su casa pero claramente no iba a poder, Sirius tampoco apesar de que ya no era bien recibido en la casa Black, tampoco lo habían dejado.

Sus padres habían llegado y junto con ellos Andrómeda que le dio dio una mirada de advertencia, en cuanto su madre llegó con ellas le dio un mirada rapida a Narcissa y le pego una bofetada a Alya que hizo que Andromeda y Narcissa dieran un grito ahogado

—Hablaremos en casa — amenazó Druella

Andrómeda rápidamente corrió hacia Alya, la abrazó mientras una lágrima rebelde caía por su mejilla y caminaban detrás de ellos

De lejos los merodeadores vieron la escena impactados

—¿Por qué su madre la golpeó Sirius?— preguntó Remus con preocupación

—Alya me dijo que Narcissa le había enviado una carta a la tía Druella, le escribió que se juntaba con Gryffindors, traidores de la sangre, mestizos y hijos de muggles, le espera mucho más que esa bofetada en casa y a mi igual —dijo con cansancio

—Les dije a los dos que pasaran navidad en mi casa —interfirió James

—Lo sé James pero no nos dejaron tal vez el próximo año, les enviaré cartas a todos, sientance especiales, no a cualquier persona le escribe Sirius Black —dijo con un tono de arrogancia y una sonrisa

—¿Podemos enviarle cartas a Alya? —Preguntó Remus con nerviosismo —O cren que le cause más problemas

James y Sirius ya sabían por qué Remus se comportaba así, el estaba enamorado de Alya pero prefirieron no decirle a Remus que ya lo sabían

—No creo que sea lo mejor Remus, pero no se preocupen, yo veré a Alya en navidad y les enviaré cartas

Ya habían llegado por James, Remus Y Peter, Sirius decidió que ya era hora de enfrentar a su odiosa madre

Mientras tanto Alya estaba en la sala de su casa rodeada de su familia, incluso Bellatrix estaba presente

—Como te atreves a hablar con malditos sangres sucias y meztisos, Acaso eres una maldita traidora como Sirius, No puedes ensuciar el apellido, Crucio

Alya sintió un enorme dolor en todo su cuerpo, como si decenas de cuchillos la atravesarán, gritó desesperadamente, Andrómeda no podía hacer nada, Bellatrix sabía que Andrómeda intentaría ayudar y la tenía agarrada fuertemente de las manos, mientras Narcissa solo veía la escena junto a su padre

—¡Madre basta! — gritó Andrómeda

Después de unos minutos Druella terminó, Alya estaba inconsciente tirada en el piso

—Recuérdale a mi querida hermanita que es lo que no debe hacer Andy— dijo Bellatrix saliendo de la sala junto a Narcissa y sus padres

Al día siguiente, Alya despertó, estaba acostada en la cama de su habitación y junto a ella estaba Andrómeda

—Andy... —Andrómeda rápidamente fue hacia su hermana y la ayudó a levantarse

—¿Cómo te sientes?

—Creo que mejor

Andrómeda sin pensarlo se lanzó a abrazar a su hermana

—Me alegra que lo estés, ire por los regalos de Navidad quieres ir conmigo?

—Claro, ¿En cuánto tiempo?- Preguntó incorporándose

—Dentro de una hora

—Bien

En la casa Black nadie le dirigía la palabra a Alya, solo Andy

Salieron de la casa en busca de regalos

Estaban en el callejón Diagon, obviamente iba a comprarle algo a sus amigos merodeadores y a Lily no le importaba que sus padres la castigarán otra vez

A Lily le compro un collar de la amistad, Alya tendría uno y Lily el otro en forma de estrella, a Remus le compro una caja de chocolate y le enviaría una foto que Lily les había tomado en la biblioteca a los dos, James y Peter una variedad incontable de Dulces y a Sirius le compro un póster con el escudo de Gryffindor junto con un montón de dulces

—¿Ya tienes todo?— preguntó Andrómeda

—Ya, ¿tu?

—Igual..., oye... te importa si paso a ver a... Ted

Alya le sonrió a su hermana

—Claro que no Andy

—Bien, vamos

—¿Qué?, claro que no, ve tu sola, les daré su espacio

—Tonterías le he hablado de ti y de que eres una gran persona le caes bien y quiere conocerte

—Pero y si arruinó algo entre ustedes

—No pasará eso

Alya siguió a su hermana hasta un callejón en donde no había tanta gente y al fondo de este se encontraba un joven rubio y de piel un poco pálida y alto