☾︎𝑨𝒍𝒚𝒂 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌☽︎ -𝑹𝒆𝒎𝒖𝒔 𝑳𝒖𝒑𝒊𝒏 [COMPLETA] ✓

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 24

—Bien, tienen que ponerla en su boca, debajo de su lengua, no pueden tragarse la ni comerla

—¿En dónde las conseguiste?

—Tuve que ir al invernadero de herbologia, fue difícil y solo tengo una para cada uno

Alya, estaba dándole instrucciones a James, Sirius y Peter para comenzar con la animagia, mientras Remus escuchaba atentamente

—¿Cuánto tiempo debemos tenerla?

—De luna llena a luna llena —contestó Alya

—Todo un mes —dijo James mientras veía la hoja

—Si, y ya se los dije no pueden tragarla ni sacarla de su boca para nada

—Y ¿cómo comeremos? —preguntó Peter

—Tenemos que tener cuidado, los demás ingredientes también son difíciles de conseguir pero hay que tener paciencia

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—Peter, es la quinta luna llena, por que no me dijiste que te tragaste la hoja otra vez — reclamó Alya con desesperación

Ya era Mayo y Peter aún no podía tener la hoja en la boca por más de 5 días seguidos

—Lo siento, no me di cuenta que me la tragué

Después de un largos suspiro por parte de Alya dijo

—Tenemos que hacerlo de nuevo, todos saquen los hoja de su boca, tendré que conseguir más y esperar la próxima luna llena

—Alya porque no podemos hacerlo nosotros ya, Peter puede ponerse otra hoja la siguiente luna, pero James, tu y yo podemos seguir con el proceso

—No Sirius, tenemos que hacerlo todos juntos

—Saben, porque no mejor vamos a Hogsmade, por el pasadizo, hace mucho que no vamos, serviría para distraernos — aconsejo James

Remus estaba en la casa de los gritos, casi terminaba su transformación, la poción matalobos le ayudaba bastante, ya no se hacia tanto daño como antes, pero había un problema, ya no había más poción

Alya y el no habían hablado mucho de lo que paso en las vacaciones de Navidad, pero siempre que podían se escapaban juntos a la torre de Astronomía a ver las estrellas con la capa de James, solo James, Sirius y Lily sabian lo de el beso

Sirius y James iban a contarle pero no querían ver a su amigo triste, prefirieron no decirle nada aún, de todos modos él no se había dado cuenta

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Su segundo año en Hogwarts estaba a días de terminar y no lograron ni la mitad de el proceso para convertirse en animagos gracias a Peter que no pudo tener la hoja de mandrágora el mes completo

Alya decidió que lo mejor era esperar a regresar de las vacaciones de verano y poder hacer el proceso teniendo a Peter cerca, era su amigo y no podía dejarlo fuera

Esa noche era la última luna llena antes de salir de vacaciones y sinceramente no quería regresar a casa

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Remus estaba algo nervioso y triste, había recibido una carta anónima diciéndole que el no merecía a Alya, que ella merecia algo mejor que solo un pobre e insignificante monstruo mestizo, solo sus amigos sabían sobre su condición, pero la carta tenía razón ¿no?

Estaban en la torre de astronomía, los dos estaban viendo las estrella era la última noche en Hogwarts

Remus, había hablado con James y Sirius a cerca de la relación que tenía con Alya, no eran novios pero tampoco eran solo amigos entonces... ¿qué eran?

Ni ellos lo sabían, pero Sirius y James ya le habían advertido que Alya era como su hermana pequeña y cualquier cosa, por más mínima que fuera y la lastimara lo pagaría

Remus se quedó mirando a Alya mientras ella observaba las estrellas

—Sabes, mi nombre es el de una estrella

—¿De verdad? —preguntó Remus con asombro

—Si, es una tradición de la familia Black, es la única tradición que me gusta —dijo mientras volteaba a verlo, sus ojos brillaban con la poca luz nocturna —Me gustan tus ojos, brillan cada vez que los veo

Remus se sonrojo y sonrió ¿Cómo era que lo hacía sentir tan bien?

—¿Qué es lo que somos Alya?

—La verdad no lo sé, pero creo que no importa mientras te siga teniendo a mi lado

—De verdad me gustas Alya, eres una de las personas más lindas que conozco, eres especial para mi —dijo con una sonrisa triste y Alya no pudo evitar sonreír —Pero también se que mereces algo mejor que yo

—¿Que? —La sonrisa de Alya se desvanecio —De que estas hablando Remus yo también te quiero y tu condición no es un obstáculo, te dije que te apoyaría y la haré

—Lo siento, Alya pero es la verdad, se que somos solo unos niños aún, pero no podemos estar juntos, cuando seamos mayores tus padres te van a  comprometer con alguien mejor y yo ya no estare en tus planes

—No lo permitiré, no digas eso Remus, por favor... —pidió mientras su corazón se rompía

—No puedo seguir arrastrandote a mis problemas Alya, lo lamento —Se fue dejándola ahí sola

Alya, pensaba que nadie la amaría por su estatus de sangre, su casa y terminaría igual que su madre, en un matrimonio sin amor y felicidad

Remus, tenía que aprender a quererse a sí mismo, y dejar de hacerle caso a lo que las personas pensaran de él.

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