☾︎𝑨𝒍𝒚𝒂 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌☽︎ -𝑹𝒆𝒎𝒖𝒔 𝑳𝒖𝒑𝒊𝒏 [COMPLETA] ✓

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 8*

Andrómeda corrió hacia el rubio haciendo que este diera un brinco de susto, pero aún así el sonrió y se dieron un beso

—Te extrañe Andy

—Igual yo Ted

Alya solo veía la escena un poco nerviosa de que a su hermana se le olvidara que estaba presente

—Oh, Ted recuerdas a Alya mi hermana menor —le dijo dirigiendo su mirada a Alya con una sonrisa

Ted abrió los ojos asombrado y un poco nervioso por la presencia de la menor de las hermanas Black pero se tranquilizó un poco al ver como la pequeña le extendía su mano

—Alya Black, es un placer conocerte

—Lo mismo digo, soy Ted Tonks

Andrómeda veía la escena feliz de que su hermanita conociera a su novio

Andrómeda y Alya ya estaban camino a casa mientras comían un helado que Ted les había invitado, Alya y ted se llevaron muy bien, sabía que el era un buen hombre y que amaba a su hermana se notaba

—¿Qué tal te pareció Ted?

—Es un buen hombre y se ve que te quiere mucho

Andrómeda solo sonrió y siguieron hasta llegar a casa, justo cuando están por entrar alguien salió de esta, era su madre que vio a las dos con una mirada de advertencia

—Suban ahora mismo a sus habitaciones, pónganse lo que está en su cama y bajen

—Si madre —dijeron los dos al unísono

Un momento, su madre había entrado a sus habitaciones, Alya y Andrómeda se miraron y las dos corrieron a sus habitaciones a revisar sus cosas, Andrómeda escondía las cartas que Ted le mandaba en una caja que guardaba en su armario y Alya tenía la foto que Lily les había tomado a ella y Remus junto con las cartas de Sirius en donde no escribía cosas muy agradables para su madre, por suerte todo estaba en orden

Alya comenzó a cambiarse, no sabía por qué o para que tenía que hacerlo, probablemente solo sería una cena o ¿no?

Se preguntaba por qué nadie le había escrito cartas, pero tendría que averiguarlo después ya era hora de bajar

Cuando bajo se encontró con la familia Black junto a los Nott y solo pudo pensar una cosa, Andrómeda

Su madre la llamó para que se sentara no sin antes recordarle como debía de comportarse, Andrómeda venía bajando las escaleras y en cuanto vio a las dos familias reunidas palidecio

Se sentaron todos y la cena comenzó

Andrómeda tenía la mirada perdida y Alya buscaba a Sirius con la mirada, no lo veía sentado a lado de Regulus como siempre, necesitaba a algún amigo cerca

—Bien, esta cena fue organizada con un fin— empezó su padre

—Con el fin de que nuestras familias se unan— dijo ahora el señor Nott—Por eso estamos felices de anunciar el compromiso entre nuestros hijos, la señorita Andrómeda Black y mi hijo

Alya volteó a ver a su hermana que estaba sentada frente a ella, Andrómeda estaba perpleja sabía que ese día llegaría pero no quería que fuera tan pronto

Se sintió mal por Andrómeda, esperaba que ella no corriera con la misma suerte que su hermana, de separarla de él amor de su vida

Narcissa empezó a aplaudir seguida de los demás en la mesa y se dispusieron a comer en silencio

Después de unos cuantos minutos Alya se levantó de la mesa

—Disculpen —fue hacia la cocina, la comida que le habían llevado estaba horrible o le sabia horrible

Justo cuando estaba por entrar a la cocina, escucho unos ruidos, como si algún tipo de animal estuviera adentro, entro a la cocina y encontró a Sirius peleando con su elfo doméstico por una bandeja de galletas, Alya sonrió

—Sirius ¿Qué cres que haces? —le dijo desconcentrando a este haciendo que el elfo y Sirius voltearan a verla el elfo a ver a Alya soltó la bandeja que le dio un golpe a sirius en la cara

—También me alegra verte Alya

—¿Qué haces aquí?, ¿por qué no estás en la cena con los demás?

—Mi querida madre me lo prohibió, por ser un traidor de la sangre según ella, y tampoco me dejo quedar en casa así que por eso me quede aquí

—Oh, pero también vendrás en Navidad ¿no?

—Claro que si, ya le dieron la noticia a Andrómeda verdad

—Ya

—Me siento mal por ella, Ted la ama

—Lo sé, ¿Cómo lo sabes, ella te lo dijo?

—Si, también la vi antes de que entrara al comedor, me dijo que ya lo conociste, ¿Cómo es?

—Es un buen hombre —se limitó a decir —Oye, cambiándo de tema ¿Remus te a enviado cartas?

—Si, también James y Peter ¿Por qué?

—Bueno, no me ha llegado ninguna

—A si, casi olvido contarte, les dije que no te enviaran cartas

—¿Por qué? —preguntó alzando la voz

—No me grites, vieron lo que hizo tu adorada madre en la estación y les dije que no te enviaran cartas para no ocasionarte problemas

—Les enviaré una carta yo entonces

—¿Quieres galletas?

Los dos se quedaron sentados en el piso de la cocina mientras comían galletas, hasta que la horrible voz de la madre de Sirius los hizo despedirse.