DIRTY DIRTY. ➸yoonmin

Kiss and make up

Lunes de nuevo. Las personas caminaban por los pasillos de la preparatoria dirigiéndose hacia sus respectivas clases, aunque el timbre ni siquiera había sonado. Jimin caminaba soltando suspiros de vez en cuando, después de lo sucedido el fin de semana, se encontraba pensativo.

¿Sería capaz de darle una oportunidad a Yoongi? Ahora sabiendo que había terminado las cosas con Jihye, ¿aún seguiría amándolo?

—¡Jimin! —Namjoon venía corriendo hacia él con una enorme sonrisa, cuando estuvieron frente a frente le saludó— No me vas a creer esto pero tienes que hacerlo.

—¿A qué te refieres? —preguntó sintiendo curiosidad.

—¡A eso! —señaló detrás suyo.

En efecto, venían caminando Taehyung junto a Jungkook cariñosos y con las manos entrelazadas. Eso era sumamente raro.

—¿Y ustedes dos? —Jimin les miró con una ceja arqueada, pero por el contrario, no estaba enojado.

—¡Jungkook me está ayudando! —exclamó el otro— Hay una chica de la clase A que me acosa mucho, así que le pedí ayuda, ¿eso es malo? —se cuestionó— ¡Sería malo si permito que la loca me secuestre y me viole! ¡Eso es peor! —dramatizó Taehyung.

—Ignorálo, Jimin, no desayunó hoy —le sonrió encantadoramente—. Nos vemos en la cafetería.

"Al menos había dejado de pensar en ese asunto", se dijo a sí mismo, antes de retomar su camino junto a Namjoon.

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Terminaba de guardar sus cuadernos listo para dirigirse a la cafetería, moría de hambre. Había tenido tres horas seguidas de Historia y solamente quería irse a casa. Una vez terminado lo que hacía, colgó la mochila de su espalda.

—Hey, hola —al escuchar esa voz solamente volteó, mirándolo con curiosidad. Allí estaba Yoongi—. Supuse que no irías por mí, así que decidí hacerlo yo.

"¿Por qué habría de irlo a buscar? Él fue quien terminó en un principio".

—¿Qué quieres? Los chicos están esperándome. —intentó evadirlo.

—Quiero hablar contigo —sonrió—; sobre lo del sábado.

Jimin no quería hablar de eso. Se sentía avergonzado.

—Tengo que irme, en serio. —dijo.

Yoongi evitó eso tomando al otro por las caderas a pesar de sus protestas.

—¡En serio, necesito irme! —chilló—, ¡déjame en paz! ¡No tenemos nada que hacer juntos!

—Oh, claro que sí, tenemos que hacer muchas cosas juntos —sonrió cuando se percató del sonrojo en las mejillas del otro chico—. Pero empezaremos por la más fácil, ¿de acuerdo?

—¿Por cuál? —preguntó.

—Haremos lo que debimos hacer desde hace mucho tiempo: besarnos y hacer las paces.

Yoongi no perdió más tiempo y estampó sus labios con los del ajeno. Esperando cualquier reacción. Un golpe, o quizás un empujón, porque ellos realmente no estaban en condiciones de estarse dando amor.

Juraba esperar cualquier cosa. Menos que Jimin pasara los brazos por su cuello y succionara sus labios gimiendo de esa manera tan caliente.

¿Por qué habrían de irse de la fiesta? Apenas estaba subiendo el calor.