Shoyo sabía que algo estaba mal con su familia, su padre nunca lo dejaba salir cuando estaban cerca de los otros reinos, el quería conocer el mundo, personas y tal vez encontrar el amor.
Kageyama, heredero al reino del Aoba Josai, tenía mucha presió...
¡Hola!, esta es una historia que entró a mi cabeza de la nada y tenía que sacarla de algún modo.
He trabajo por mucho tiempo en esta, así que espero les guste.
Subiré toda la historia en esta misma semana.
Sin más les dejo con la lectura. Que la disfruten.
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-MI BEBÉ!- Se escuchó el grito devastador del rey consorte por todo el palacio.
-Tranquilo lo encontraremos ya verás- El rey del Karasuno estaba intentado consolar a su esposo, pero tampoco había mucho que hacer, su bebé, su hijo recién nacido, había desaparecido del palacio y nadie sabía que había pasado.
-Daichi hemos buscado por todos lados al parecer alguien noqueó a los guardias de la frontera Sur así que suponemos que él que robó a su hijo se fue por ahí- Asashi, mano derecha del rey y general de la guardia real dio su informe, el cual no era para nada alentador.
El rey consorte volvió a romper en llanto, por la angustia y desesperación de no poder encontrar a su hijo, a quien solo lo tuvo una vez en brazos.
-Te prometo que encontraré a nuestro hijo-
AÑOS DESPUÉS
-Shoyo más vale que te levantes, tenemos que partir ya mismo- Un pelinaranja se levantó de mala gana al escuchar la voz de su hermano, era muy temprano pero estaba más o menos acostumbrado y es que desde que tenía memoria su familia viajaba de un lugar a otro ya que su padre era comerciante.
-Hermano vamos apúrate o papá se enojara- Su hermano, Tadashi, entró por la puerta y al ver sentado al pelinaranja en la "cama", la cual era un montón de cartones en el piso, lo ayudó a levantarse- Vamos tienes que comer algo antes de salir sino no tendrás fuerza para caminar-
-¿A dónde iremos esta vez?- Shoyo empezó a cambiarse rápidamente mientras esperaba la respuesta de su hermano.
-Creo que al reino Aoba Josai- Tadashi estaba ayudando a empacar las cosas para ya ponerlas en el carruaje que los llevaría a su destino.
-Supongo que de nuevo no podré salir- Siempre, desde que tenía uso de razón, su padre le había prohibido ir a los reinos, así que siempre se quedaba en los alrededores donde su padre o hermano pudiera verlo y si se quedaba solo no podía salir de su casa bajo ningún motivo. No entendía por qué su padre no le dejaba acompañarle como lo hacia su hermano pero no podía refutarle nada pues su padre era alguien de poca paciencia.
-Tal vez padre te lleve esta vez al reino- Su hermano intentaba animarle pero él sabía que su padre nunca iba a cambiar de opinión.
-Se puede saber por que se demoran tanto, tenemos que salir ya- Hiro, su padre hizo aparición, era un hombre alto, flaco, cabello negro y ojos verdes. No se parecía nada a ellos, su hermano era moreno de ojos cafés y cabello castaño verdoso y él era pelinaranja de tez blanca y ojos marrones, nadie creía que eran hermanos.
