𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓𝐄𝐄𝐍

85 11 0
                                    

"nosotras hacemos las reglas"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"nosotras hacemos las reglas"

    santo dios, se estaba volviendo loco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

santo dios, se estaba volviendo loco.

sentía que golpearía al japonés en cualquier momento si no quitaba esa adorable sonrisa de su cara —¿me dejarás pasar?

    sungchan lo miró con enojo, con ira, con odio, pero a shotaro no pudo importarle menos. se hizo a un lado de un tirón y el japonés entró al departamento que estaba aún más sucio desde la ultima vez que puso un pie ahí, algo extraño porque aún había la misma cantidad de cosas: literalmente nada.

—necesito dormir —reclamó el coreano.

—vine a verte, ¿que a caso no puedo?

sungchan suspiró con cansancio y miró al más bajo —si solo viniste a decir eso, vete de aquí.

—¿que mierda sucedió hace dos días? —habló abruptamente shotaro, llamando su atención— ¿que pasa en tu cabeza?

—¿de que-

—no estás bien, lo tengo por sentado —shotaro se paró a su lado y lo miró directamente a los ojos, penetrando su alma hasta lo más profundo y obscuro de esta—. solo quiero... —suspiró y negó, tomando las manos del más alto, asustándolo— hablar contigo, quiero saber si estás bien.

   sungchan suspiró y se soltó del agarre del japonés —lo lamento, no quiero hablar ahora.

shotaro negó y volvió a tomar sus manos —puedes hablar conmigo, de verdad. eres... eres un amigo muy importante para mi. sola mente quiero ayudarte.

sungchan negó —shotaro por favor...

—déjame escucharte —dijo shotaro apretando más sus manos—. déjame conocerte un poco más. más de lo necesario —sungchan se sintió un tanto incómodo por esas palabras. sus mejillas se ruborizaron, aguantó su respiración por un momento. sentía que iba a vomitarle encima al japonés si lo seguía viendo de esa manera, con esos pequeños ojos—. vamos —dijo shotaro tomándolo de la mano y sentándose a su en el sillón—. háblame.

***

yuta bostezó con fuerza, buscando con su mano el calor de shotaro, el cual no encontró.

palmó más veces la cama, sin éxito.

se levantó con confusión y salió a la sala, siendo recibido por un kento con delantal preparando el desayuno —hola, yuta-san —dijo sin despegar la vista de lo que hacía.

—hola, kento... ¿sabes dónde está shotaro?

—oh... anoche fue con sungchan a su casa, pensé que te lo había dicho. pero no ha vuelto, supongo que se quedó a dormir con el.

—¿tú crees? —preguntó yuta acercándose a la puerta para ponerse sus zapatos y su chamarra. aquel día era frío. muy frío.

—si. ve a verlos y trae a sungchan para que desayune también.

—claro —yuta salió del departamento con calma y caminó hasta la puerta de sungchan. esperó a que alguien me contestara y después de algunos segundos se escuchó la línea abierta al otro lado de la puerta—. hola, soy yuta. vengo a ver a shotaro.

—oh, claro —la voz al otro lado cortó la línea y a los pocos momentos abrió la puerta—. déjame hablarle, estaba ayudándome a acomodar unas cosas —dijo sungchan alejándose a toda velocidad.

yuta esperó en la puerta hasta que su novio llegó ahogado en risas —hola jojo —dijo yuta.

—hola yuta-san —dijo el menor saliendo con sus cosas del departamento.

—vamos a desayunar, kento hizo algo —dijo yuta sonriendo y devolviéndole a la mirada a sungchan—. estás invitado.

sungchan negó —tengo otras cosas que hacer.

—¿estás seguro? —preguntó yuta a lo que sungchan asintió— está bien. que tengas un buen día.

 que tengas un buen día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐇𝐢𝐤𝐢𝐤𝐨𝐦𝐨𝐫𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora