Plan

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La noche había caído, el alfa que trasladaba a Jungkook había llegado al palacio Daegu de la dinastía Min, cansado se apresuró y lanzó un aullido para que los guardias llegaran al rescate del cuerpo lastimado de su comandante.

--¿Quíen ha lastimado así a nuestro comandante? preguntó uno de los guardias.

--Aún no sé quienes eran, pero de algo si estoy seguro: uno de ellos estaba preparado para atacarnos y matarnos, a duras penas logré escapar con el comandante Jeon que se encontraba muy lastimado; aún no sé que le han hecho, no ha despertado en todo el camino, cada tanto vomita y tiene una herida en su rostro.

--Está bien, que lo revisen y lo curen ---dijo este señalando al comandante Jeon---y tú, vé donde el jefe Taeyang, tienes que contarle cómo sucedieron las cosas y cómo procederemos a capturar a los malditos que le hicieron esto a nuestro comandante--- Dijo el guardia apurando al alfa para que pudieran proceder a sus acto de crueldad.

El jefe Taeyang tenía una mano en su barbilla, pensando detenidamente en la narración que éste le daba con los acontecimientos ocurridos en aquel lugar.

---¿Me estas diciendo que un beta y un omega han derribado a 6 de nuestros mejores miembros? decía el hombre rascándose la cabeza con desesperación---Han arruinado mi hermosa fiesta, no han traído nada para servir en el banquete y me dices que un jodido beta y omega han matado a 4 de mis mejores alfas? Joder, esto es increíble!!! esto tiene que se una maldita broma. ¿Dónde está Jeon? gritó con ímpetu taeyang.

---Jefe, se llevaron al comandante Jeon para que lo revisaran, está muy lastimado, aún no recupera la conciencia-- dijo el alfa con nerviosismo ante el intimidante hombre.

---Que lo curen rápido, necesito que se presente lo más pronto posible para que de su boca me diga que jodidas mierdas ha pasado; pero antes, manda a 30 de nuestros lobos a revisar la zona, necesito ver cara a cara a ese beta que se atrevió a desafiar la dinastía Min. 

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En una habitación se encontraba un omega rubio de tez blanca, con múltiples señales de tortura, tenía unas ojeras prominentes y se veía completamente exhausto, él estaba atendiendo las heridas de Jungkook, que en ese momento se encontraba ya consciente. Tenía un vendaje en su rostro, y estaba siendo examinado por el rubio, quien pasaba paños de agua por todo el cuerpo, el cual estaba cubierto por una pequeña manta que cubría un poco sus partes íntimas

--- No se preocupe señor, usted se va a poner bien pero tiene que tomar este brebaje, usted fue envenenado y si no lo toma puede ponerse peor, a demás su rostro tiene una herida causada por un cuchillo de plata, lo que será más difícil su recuperación; necesito que coopere por favor, dijo sosteniendo una sonrisa fingida.

El alfa levantó un poco su rostro y bebió del brebaje que el rubio puso sobre sus labios, haciendo un puchero por lo amargo de aquella toma.

El rubio sonrió ante el pequeño acto de ternura que había visto en el alfa y al ver que éste lo estaba observando se lanzó al suelo para hacer una reverencia.

----Lo siento mucho mi señor, no me estaba burlando de usted;  juro que no volveré a cometer el error de verlo de nuevo, lo juro pero no me castigue por favor, se lo suplico. Dijo el rubio con los ojos húmedos y aún el el suelo con la cabeza gacha; su sorpresa fué grande al sentir una tibias manos sobre su cabello que el alfa revolvía de una forma muy sutil.

---Nunca me gustaron los remedios que me preparaba mi padre, él siempre repetía que era un niño llorón por hacer pucheros y pataletas antes de tomarlos. ¡Gracias por curarme!.--- Dijo el azabache recostandose de nuevo en la cama y tapándose para poder descansar un momento.

El rubio no podía creer que en ese mundo lleno de maldad existía un ser cálido como el comandante Jeon, sabía por boca de otros que él era el único que no poseía un omega, que no obligaba a nadie a servirle, que muchas veces había discutido con el jefe por no seguir las reglas de la manada, y que muchas, pero muchas veces había defendido a los omegas que eran maltratados injustamente, pero hasta ese día Jimin había vivido en carne propia lo que era sentir la calidez de una simple palabra que movió su corazón, 'GRACIAS'.

Tapó con otra manta el cuerpo del azabache que estaba profundamente dormido, lo observó y decidió cuidarlo hasta que él se encontrara en perfecto estado. Se sentó a su lado y cubrió con ungüento los golpes que tenía el bien formado cuerpo del azabache.

La mañana había llegado, tras la ventana se percibían los pequeños rayos de sol que entraban haciendo cálida la habitación, Jungkook se despertó sintiéndose un poco mejor, más al querer moverse de su cama notó una cabellera rubia que estaba sobre ella, observó que el rubio tenía el cuerpo en el suelo y había apoyado la cabeza en ésta en señal de rendición ante el sueño.  

Jungkook sintió un gran pesar, no podía permitir que esas personas siguieran sirviendo a un ser tan deplorable como lo era Taeyang, no podía permitir que omegas siguieran teniendo hijos solo para el beneficio de crear ejércitos, y pobres de los que nacían omegas, desde pequeños eran domesticados para seguir órdenes y eran desechados como basura cuando ya no se les necesitaba más, se sentía frustrado y como en un pantano, entre más quería salir, más el fango lo jalaba hacia el fondo. Por el momento no podía hacer nada, estaba entre la espada y la pared y cada vez que él intentaba alejarse, se recordaba de su lindo Osito y el porqué se encontraba en ese lugar, sabía que debía ir con cautela si quería salvar a los omegas que se encontraban en ese lugar y así no repercutir con los planes de estar con Tae.

Jungkook había ganado batallas tras batallas a favor de Taeyang, haciendo que éste confiara en él y así hacerlo el comandante general de sus tropas, con esto él tenía acceso a verificar a cada omega que había sido aprisionado por las tropas, con el único objetivo de encontrar a Tae.             Pero ahora que sabía que su Osito estaba bien, que estaba más hermoso que nunca, el dejaría las tropas y se iría con su pequeño, al campo, a miles de kilómetros de ahí si era preciso, a la luna podrían ir si así su Omega se lo pedía, solo quería estar con él para siempre y estaba dispuesto a hacerlo una vez que logre acabar con sus propias manos al que arruinó su vida y la de su Osito, lo planearía bien para no cometer ningún error, porque el era Jungkook, él tenía que planear  todo para que la victoria sea un éxito.





Never Not (TAEKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora