Temporada 2: Gato y ratón 4/5

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Capítulo 4: Ayuda imprevista.

La mañana llegó en un abrir y cerrar de ojos, los rayos de luz se asomaban a través de las cortinas sin ser invitados. Chris abrió los ojos con dificultad, un fuerte dolor de cabeza fue el primero en darle la bienvenida a un nuevo día. Saliendo de la cama para mirarse al espejo, se dirigió al pequeño baño. De hecho, los lugares donde Jake le había golpeado eran bastante visibles. Tenía un moretón debajo de la barbilla y su mejilla izquierda estaba raspada. Pasando los dedos sobre las heridas notó su sensibilidad. Se echó un poco de agua fría en la cara antes de prepararse para salir. Pasó por el mostrador de recepción para dejar las llaves, no se quedarían aquí otra noche. Sin presión, se dirigió a un café cercano, el grupo había acordado reunirse con ellos para desayunar. Entró y se sorprendió al ver que era el último en llegar, a excepción de Jake.

–Buenos días–.

Llamó a todos, pero sus compañeros no respondieron. Sin embargo, sabía que lo habían escuchado. Lo miraban con gran preocupación.

–¿Pasa algo?–. Dudó.

Jill lo miró desde su asiento, tenía el ceño fruncido, una pizca de tristeza en sus ojos.

–Chris... Lo siento. Ayer fui a tu habitación a ver cómo estabas, porque las luces aún estaban encendidas por la noche. Te encontré dormido, así que me aseguré de que estuvieras bien antes de irme, pero...–. Ella suspiró. –Encontré esto en tu habitación–. Sacó la pequeña nota de papel que Wesker le había dejado hace dos días. –Esto es de Wesker... Y te ofrece una reunión, esta noche... Sin embargo, ninguno de nosotros lo sabía–. Su voz sonaba enojada y herida.

–Mira. Puedo explicarlo...–. No sabía qué inventar.

–Chris, ¿Planeabas ir solo?–. Leon habló, ahorrándole a Jill la tarea de interrogar a su compañero.

–Iba a contárselo a ustedes...–.

–¿Cuándo?–. Preguntó Helena. –Mira, quiero ayudar, pero si nos mantienes en la oscuridad, ¿Qué podemos hacer?–.

–¿Dónde está Jake?–. Chris intentó cambiar la conversación.

–Lo dejé dormir... No creo que necesite escuchar esto. Las cosas ya están bastante mal entre ustedes dos–. Sherry murmuró, con la cabeza gacha.

–Ya veo...–.

Jill se levantó y se paró frente a Chris, mirándolo directamente a los ojos. –Esta no es tu pelea Chris... No estás solo. Pensé que confiabas en mí–. Ella obviamente estaba herida.

–Jill, escucha, no quise dejarte fuera. Es que... Es muy complicado–.

–¡¿Lo es?!–.

–Cálmate, deberíamos irnos. No es prudente hablar de eso aquí–.

El grupo estuvo de acuerdo y se fueron a la estación de policía, Sherry regresó al hotel para ver a Jake. Ella prometió que enviaría trabajo antes de reunirse con ellos allí. Se sentaron alrededor de una mesa grande. La nota volvió a estar en manos de Chris.

Comenzó a explicar con un profundo suspiro. –Encontré la nota en el hotel donde neutralizamos al BOW. La nota estaba en la barra. Al principio no sabía qué hacer, francamente, todavía no lo sé. Podría ser una trampa para todos por lo que sé–.

–¿Entonces por qué no nos lo dijiste?–. Su compañero preguntó, todavía molesto.

–Porque, no sé correctamente en lo que nos estaremos metiendo. Sé que estás involucrado tanto como yo, pero Wesker y yo... Simplemente va más allá. Más allá de los rencores, del bien y del mal... Confío en que puedo sacarle más si voy solo–.

Dolor FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora