↬ᴘᴏᴇᴍꜱ ᴀɴ ꜱᴏᴜʟ🌙 [ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ]

ᴛʀᴜꜱᴛ

La cena transcurría normal, SeokJin sabía que sus hombres rodeaban todo el perímetro, así él podía relajarse un poco en compañía de su amado.

JungKook sonreía fascinado por el ameno ambiente en tan prestigioso restaurante, él no era de una vida de lujos. Con sus padres y hermano mayor viviendo en Busan y sus estudios universitarios mediante una beca, Kook solo conocía la vida lujosa de los Kim, y eso es porque desde pequeño los conocía, en especial a JiMin ya que eran de la misma edad y los llevaban a jugar al mismo parque.

Con SeokJin nació y creció una hermosa amistad, pero a diferencia de su relación con JiMin, JungKook experimentó el amor en los brazos del mayor.

Lo único que Kook sentía a veces, era el hecho de desconocer muchas cosas sobre Jin, él sabía que su familia manejaba un negocio pero desconocía sobre lo que trataba, le parecía un poco tediosa la constante seguridad que los acompañaba en todo momento, incluso en los alrededores de su alejada mansión.

A veces pensaba que estaban metidos en negocios turbios, porque el hecho de no compartir ninguna clase de información con nadie, era un poco exagerado, incluso con él eran muy reservados, sabiendo su procedencia y prácticamente toda su vida.

— ¿En qué piensas, lindo? –Le interrumpió el mayor que lo había estado observando en silencio.

JungKook suspiró y tomó las manos del mayor entre las suyas. —Pienso en lo poco que te conozco, Jin.

El mencionado sintió una punzada en su pecho, la expresión de Kook reflejaba resignación.

—No hay mucho que decir... Sabes lo más importante. –Quiso desviar la atención del tema.

— ¿A qué te dedicas, Jin? –Preguntó seriamente.

El otro carraspeó y soltó las manos del menor suavemente. —Escucha Kook, mi vida no es un cuento de hadas, hay cosas que puedo decirte y otras que simplemente no debo, por tu bienestar. Mientras menos sepas algunas cosas, será mejor para todos.

—Eso es lo que me molesta de todo esto. Tú sabes todo de mí, SeokJin. Todo. ¿Por qué yo no puedo saber algo tan básico como tu trabajo? ¿Tan grave es eso que me ocultas? –Cuestionó enfadado y desesperado. —Quiero entenderte, pero tú siempre pones esas barreras que no me dejas derrumbar.

Después de aquello, ninguno mencionó palabra hasta el momento de terminar la cena, JungKook simplemente le dijo que lo llevara a casa cuando se ponía de pie y caminaba hacia la salida sin esperarlo.

SeokJin quiso golpearse, no era eso lo que había planeado para esa noche. Entendía la molestia de JungKook pero sería peor si lo involucraba más en su vida.

Salió presuroso y se encontró al menor de brazos cruzados en la orilla de la calle. Tan grande y musculoso como JungKook era, ocultaba un corazón frágil y una personalidad mimosa, era eso lo que SeokJin deseaba proteger, no quería que un alma pura como la de JungKook se manchara con sus manos tan sucias y malditas.

Cuando por fin se montaron en el auto, el silencio era cada vez más espeso, Jin no lo llevaría a casa porque necesitaba hablar profundamente con su niño, por lo que seguiría con el plan y lo llevaría a un pequeño viaje en su lancha de proa por un lago.

—No me llevas a casa. –Murmuró el menor mientras veía por la ventana.

—No. –Respondió esperando que el chico le gritara.

Cosa que por suerte no sucedió, así que con el alma colgando de un hilo, llegaron al lago Míchigan.

JungKook lo siguió en silencio, simplemente observando como las estrellas brillaban furiosas y la Luna los iluminada grandiosa.

No pudo suprimir un suspiro, el ambiente era romántico pero él se sentía dolido.

SeokJin se detuvo a orilla del lago y le tendió la mano, JungKook no quería ilusionarse pero mentiría si decía no desear un momento para ellos, así sea como amigos.

La tomó y el mayor los llevo hacia la lancha que ya esperaba por ellos, la persona a cargo conducía el pequeño barco; al estar cómodos, Kook se dedicó a observar el hermoso lago como si fuera una galaxia, la brisa fría golpeaba su rostro y cuando menos lo esperó, Jin le había puesto su abrigo para que no pescara un resfriado.

Eran esas simples acciones las que lo enamoraban, SeokJin siempre había sido así, atento y sumamente respetuoso.

¿Por qué no podía confiar en él, entonces?

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Oh llama ardiente que calientas mi corazón...

Paciencia te pido para este humilde servidor....

Pues mi vida no es tan fácil como el nacimiento de un Pinzón.

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