↬ᴘᴏᴇᴍꜱ ᴀɴ ꜱᴏᴜʟ🌙 [ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ]

ʟᴏᴠᴇ

Dedicado a vantebae_ ❤

SeokJin yacía mirando a través de la enorme ventana de su habitación, bebía un trago de whisky, la noche se cernía sobre la ciudad de Chicago, los edificios mostrando luces de colores y los autos que iban y venían.

—Qué vida tan miserable. -Susurró en la soledad de aquel enorme lugar.

Y es que Kim SeokJin, heredero de la mafia ON, tenía un enorme deseo en su corazón.

Uno sencillo, pero que no lo dejaba disfrutar de la vida a plenitud.

Si bien es cierto, como hijo del jefe de la mafia, tenía bajo su cargo a mucha gente y misiones peligrosas por cumplir, no descartaba que en algún momento, él pudiera sentir aquella emoción cuando estuviese con ese alguien especial.

Y es que SeokJin estaba enamorado.

El mal llamado en el bajo mundo como "Praedo" por la sencilla razón de que, a cualquier misión que iba, destruía todo a su paso; ya que le encantaba ver caer al enemigo.

SeokJin era, sin duda, uno de los hombres más peligrosos de la organización. Era hábil, silencioso, estratega, y con una fuerza que rozaba lo sobrenatural.

Físicamente era como cualquier guerrero, musculoso, grande e intimidante.

Pero SeokJin también tenía un alma dulce, muy a pesar de su estilo de vida, el Praedo era un joven que mantenía una parte de su vida para él mismo.

Le encantaba escribir versos románticos.

Cualquiera de sus compañeros no dudaría en tacharlo de maricón por aquel pasatiempo que al Praedo le gustaba practicar con mucho cariño.

Sin embargo, era por esa misma razón que él se guardaba ese detalle.

Y es que esos versos que él escribía en las noches frías y oscuras como esa, serían dedicados únicamente a aquella persona que había robado su corazón por la eternidad.

Con una nueva inspiración, Kim se sentó en el sofá de la enorme sala, tomó papel y lápiz, suspiró y dejó sus ideas fluir, pronto se encontraba escribiendo:

꒱࿐♡ ˚.*ೃ

Tan frágil y tan delicado.
Tan dulce y tan emocionado.
¿Es así como me recibirás cada que te venga a buscar?
Oh mi pequeña flor de primavera.
¿He hecho algo bueno en esta vida para que tú hayas aceptado caminar conmigo hacia la felicidad?
Ven, amado mío, ven y juntos vivamos aquello que llaman amor.
Ven y construyamos nuestro romance que florecerá con el fuego que habita en cada corazón.

꒱࿐♡ ˚.*ೃ

—Wow Jinnie, eso es muy lindo.

Kim brincó en su sitio, asustado de escuchar aquella dulce voz cerca de su oído.

Frente a él, se encontraba su mejor amigo, sonriendo encantador mientras leía de nueva cuenta aquel pequeño poema.

El hombre de quien llevaba enamorado toda la vida.

El hermoso y perfecto Jeon JungKook, el chico que era su amigo desde niños y que, a pesar del tiempo de conocerse, Kim nunca pudo decirle a qué se dedica su familia realmente.

No por desconfianza, si no, por el temor a ser abandonado.

Jeon era de esas personas altruistas, que les gustaba ser solidarios, si llegaba a enterarse que él mataba por dinero y arrasaba con vidas inocentes en algunos casos, estaba más que seguro que su amor no correspondido, se iría de su lado para siempre.

Y Kim podía jurar, que si Kook lo dejaba. Él no podría sobrevivir a aquello. Porque el día en que Kook se aleje de él, ese será el último en el que Kim tendrá cabida sobre la faz de la tierra.

—Me asustaste, Ggukie. -Murmuró y tomó la delgada cintura del hombre para sentarlo a su costado.

—Perdón Jinnie, es que te vi muy concentrado y no quise interrumpir.

JungKook besó su mejilla suavemente y regresó su vista a aquel trozo de papel.

Mientras tanto, SeokJin solo podía admirar aquel precioso rostro de porcelana.

Deseando, anhelando en lo más profundo de su ser, que ese chico esté a su lado siempre.

Así sea como amigos.

Solo para aclarar, los mini versos son hechos por mí c: