👑El Rey👑 Un Amor de otra dimensión

Sentimientos ocultos

La noche parecía tranquila como cualquier otra, Lee Gon paseaba por el palacio bajo la luz de la luna, apreciando el cielo estrellado y disfrutando dela brisa fresca de primavera, no pensaba en nada, tan solo se dejaba llevar por la sensación de paz que llegaba en ese momento, en el cual en su mente había silencio y el único sonido en el que se concentraba era en el suave susurro de la noche, parecía que solo él existía en ese momento, como si estuviera en una burbuja,  burbuja que explotó gracias a unos pasos apresurados acercándose a él, giró encontrándose con hyunwoo trotando hacia él, iba a sonreírle a su cómplice y escolta, pero la sonrisa se quedó a medio camino cuando notó la expresión alarmada en su rostro, rápidamente caminó a su encuentro y lo tomó de los hombros preocupado y a la espera de que éste le comunicara el motivo por el cual mantenía aquella expresión tan alarmante.

— !Ha muerto! Acaban de hallar su cuerpo sin vida - informó sin una pizca de tacto y tratando de recuperar el aliento tras la carrera.

Lee Gon frunce el ceño y se separa levemente de su guardia y amigo sin comprender realmente sus palabras, aún así, sentía una desagradable sensación en su pecho, haciendo que sus piernas perdieran un poco de fuerza.

Hyunwoo lo sacudió levemente de los hombros, haciéndolo reaccionar, al volver en sí, toma a éste de la chaqueta de su uniforme sacudiendo con desesperación su cuerpo.

— ¿De quien demonios estás hablando? ¿quién ha muerto? !RESPONDE¡ -  le gritó desesperado y con la preocupación invadiendo todo su sistema.

Hyunwoo le retiró las manos de su atuendo con un poco de brusquedad y retrocedió un poco tomando con algo de frustración su cabello, tratando así de encontrar la manera de dar la triste noticia.

A pesar de que el fornido guardia siempre reflejaba una imagen dura y fría, lo cierto es que, en confianza, era una persona bastante sensible e incluso cariñosa, eso lo sabía Lee Gon, puesto que, se conocían desde la infancia y habían sido amigos de toda la vida y aunque ahora su relación ante los demás guardaba un tinte más profesional o protocolar, en la intimidad, seguían siendo aquellos amigos que se confiaban todo el uno al otro, aquellos que se conocían bastante bien, o al menos eso pensaban.

— Seongjin - dijo hyunwoo casi en un susurro, con ojos vidriosos y una voz rota.

Soltó sus cabellos y dejo caer sus brazos derrotado, bajó su mirada y dejó salir las lágrimas que había intentado retener.

El joven rey quedó perplejo ante aquella mención, su respiración se detuvo por algunos segundos en los que miraba a su amigo sin querer dar crédito a lo que este le quería dar a entender

– debo haber entendido mal, si, eso debe ser, seguramente estoy confundiendo las cosas - trataba de convencerse a sí mismo en sus pensamientos.

Fijó su mirada en el joven frente a él y se acercó tomándolo de los hombros y sacudiendo su cuerpo de manera desesperada.

— ¿No es cierto verdad? Lo que me estás diciendo es una broma ¿cierto?... ¡MALDITA SEA! NO TE QUEDES CALLADO Y DIME QUE ES UNA ESTUPIDA MENTIRA... DIME QUE... por favor - soltó esto último en un susurro suplicante.

Lentamente sus manos fueron cediendo el agarre y posó su frente en hombro contrarío, rompiendo en llanto, uno tranquilo, pero igualmente desgarrador.

Y ¿cómo no? Era una reacción bastante natural, acababa de perder a su amada, a su compañera, esa mujer con la que pronto se casaría para compartir sus vidas hasta la muerte, bien parece que el orden se vió un poco alterado por azares del destino, aunque quizás el destino tuvo un poco de ayuda de algunas personas llenas de envidia y codicia.