EUNBI POINT OF VIEW.
—Eunbi ya terminamos de comer, ¿Puedes continuar?.
—Claro, pero esta vez me adelantaré... —me detuve a pensar cuántos años—Cincuenta y dos años.
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Era el año mil quinientos noventa y dos.
Habían paso muchas cosas, como el reemplazamiento de mis queridas hijas y también un viaje a Japón.
—Eunbi ¿Por qué vamos a Japón? —me pregunto Chaeyeon.
—Es un país que he querido visitar desde hace un tiempo y también Yeji me pidió que la ayudara en su nuevo negocio.
Llegamos a un restauran y ahí estaba Yeji con Ryujin.
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—¡Yeji llegamos! —grito Chaeryeong.
—!Hola!. —tenía una sonrisa en sus labios—¿Cómo les fue en su viaje?.
—Estubo bien, muy cómodo —respondió Chaeyeon.
—Bien chicas, he decidido dejarles este restauran a ustedes, la comida no es lo mío, me gusta más los pasteles y esas cosas... Me quedaré con ustedes una semana y después yo y Ryujin nos iremos a Corea.
Y así fué como empezó mi nueva vida en Japón.
Paso un mes y todo estaba de maravilla, Chaeyeon, aprendió japonés muy rápido, ella era la sirvienta, Chaeryeong también, pero me ayudaba más a preparar los platillos.
Un día estábamos a punto de cerrar, de repente una chica con mejillas que parecían pan, entro al restauran.
—Disculpe —dijo penosa y nerviosa—¿Puedo trabajar aquí?.
—Toma asiento.—se sento y yo también—Llegas en el momento exacto, nos hacía falta personal. —la mire, es muy bonita—Te are unas cuantas preguntas.
Comencé una cerie de preguntas, solo era lo que sabía hacer de comer y lamentablemente no sabía hacer nada.
—Solo quiero aprender a cocinar, pero puedo ayudar a pedir las órdenes —parecía muy decidida.
—¿Cuál es tu nombre? —le pregunte.
—Honda Hitomi.
—Yo soy Kwon Eunbi, ellas son mis hijas, Chaeyeon y Chaeryeong... —me quedé en silencio un momento, Hitomi esperaba mi respuesta—¿Puedes comenzar a trabajar mañana?.
—Puedo comenzar desde hoy.
—Ve a casa y mañana a las nueve de la mañana comienza tu día de trabajo.
El resto del día paso normal.
Paso un mes y todo estaba bien, Hitomi era amable, se hizo muy amiga de Chaeyeon y Chaeryeong, era casi como otra hija para mí.
—Hola, ¿qué tengo que hacer? —pregunto Hitomi cuando llegó.
—Pregunta a Chaeyeon, ella te dirá que hacer.
Las dejé platicando, entre a la cocina y comencé a prepara los platillos más pedidos.
Horas después entro una chica que llamo mi atención, esta vez desidi tomar la orden de la chica.
—¿Qué desea pedir? —dije, percibi un aroma a vainilla cuando me hacerque a ella.
—Si no hablas en Coreano no entenderé —dijo bromeando.
