Día 6.

261 29 15
                                    

El menor hacia su mayor esfuerzo para poder relajarse y olvidar un poco las dolencias que sentía, estaba tan cansado y con tan pocas ganas de moverse aunque sea un centímetro, que la incomodidad que sentía en una de sus piernas parecía ser inexistente.

Sin duda odiaba estar enfermo a tal grado de que toda posibilidad de poder salir de la cama aunque sea para tomar un poco de agua o comer un bendito taco sea anulada por completo. Lo único que podía hacer en esos momentos era observar el techo de su habitación y contar los minutos transcurridos para distraerse un poco.

Parecía ser que tan mal se encontraba al punto de ignorar por completo el sonido de las notificaciones de sus celulares, apenas podía permitirse mover de un lado a otro la cabeza y sabía perfectamente que si intentaba siquiera levantar su torso iba a ser mucho peor de lo que ya era.

Solo esperaba que cuando ya se sintiese un poco mejor y pudiese ver sus notificaciones no se haya perdido de algo importante. Lo único que quería era descansar el tiempo que fuese necesario y nadie lo iba a impedir.

Bueno, nadie salvo ya sabemos todos.

Ante la posibilidad de que quizás y solo quizás su amigo rubio lo haya saludado y este por culpa de su enfermedad no lo haya podido comprobar provoco que sus ojos se ensanchasen de golpe.

Clyde soltó un gruñido de frustración mientras giraba la mirada viendo aquel dispositivo que se encontraba lo suficientemente lejos para tener que levantarse para poder alcanzarlo.

Sabía que muy probablemente se terminaría arrepintiendo después de lo que iba a hacer, pero al tratarse de algo tan importante como Kenny, todo lo demás desaparecía para el enamorado.

Podríamos culparlo por su mal genio a causa de priorizar a aquel chico rubio de parka, poniéndolo incluso encima de su reposo que en esos momentos era de todo menos importante para el menor.

Inútilmente trato de alcanzar el dispositivo estirando lo más que podía su brazo, pero ni cerca se encontraban sus dedos. Al ver que el esfuerzo era totalmente en vano soltó un bufido pensando en otra forma de llevar el celular a sus manos.

El pensamiento de levantarse paso por su cabeza, sabía que esto no iba a ser muy bueno a largo plazo, rápidamente trato de pensar en una mejor solución; sin embargo, nada llego a su cabeza.

Tal vez hubiese podido usar sus piernas como ayuda, tal vez...

Claro, de no hacer sido porque hace unos minutos decidió no sacar fuerzas y no mover su pierna para poder estar un poco más cómodo, ahora sufría las consecuencias de esa decisión al ya no solo tener que aguantar las dolencias de su enfermedad, si no también las de un ligero calambre.

Agarro la almohada con la cual estaba apoyando su cabeza y se la llevo al rostro para ahogar uno que otro quejido y gruñido.

Tras eso dejo la almohada a un lado y se dispuso a intentar levantar su torso a sabiendas de que no se encontraba en su estado optimo, pero poco le importo y uso sus brazos para levantar y servir de apoyo a su torso.

Logro hacerlo después de uno que otro quejido de dolor, pero al menos lo logro. Seguido de esto movió su torso un poco hacía delante para sentarse en su cama y tener los brazos libres para poder acercarse a tomar el dispositivo.

Movió su cuerpo con algo de ayuda de sus piernas hasta llegar al borde de la cama y asomo su cuerpo lo más que pudo sin llegar a ser lo suficiente peligroso como para poderse caer de cara. Estiro sus brazos tratando de alcanzar su celular, sin embargo, fue en vano.

Estaba cerca, pero no lo suficiente.

Gruño con molestia y por un segundo pensó en retractarse de sus acciones hasta que el sonido de una nueva notificación lo motivo a asomar más su cuerpo que de tan solo verlo más de uno se llevaría las manos a la cabeza o se pondría a grabar expectante de la caída que se avecinaba.

Trato de alcanzar nuevamente su celular, solo faltaban un poco, estiraba sus brazos como podía y se le era permitido en esa condición. El castaño estaba haciendo un esfuerzo casi sobrehumano para poder tener entre sus manos el teléfono.

Pudo sentir como ya casi lo lograba tras rozar el celular unas cuantas veces antes de caer boca abajo de su cama y soltar un quejido de dolor al mismo tiempo que la puerta de su habitación se abría.

-Hol- el rubio se quedo callado unos segundos viendo la escena del castaño fuera de su cama con la cara en el piso - ¡¿Estas bien?!

Kenny se apresuró a correr a su amigo y lo levanto como pudo para luego dejarlo sobre su cama a pesar de los quejidos de dolor de este.

-G-Gracias Kenny... - dijo algo avergonzado acomodándose en su cama.

-No hay de que...  - pronunció el mayor mientras se sentaba en la cama del castaño- ¿Me puedes decir que diablos te paso?

-Trate de tomar mi celular y me caí... - confesó Clyde bajando la mirada para que el contrario no pudiese visualizar el rubor en sus mejillas.

El susodicho solo se quedo callado tratando de aguantarse las ganas de soltar una risa, limitándose a sonreír por debajo de la capucha.

-Entiendo, me asustaste bastante - llevó una de sus manos al hombro derecho de su amigo.

Este solo levanto la mirada y solo pudo decir un pequeño "lo siento" acompañado de un rubor que al rubio lo provoco ternura en el fondo.

-¿Por que estas aquí?

-Te envié un mensaje diciendo que iba a venir a verte ya que escuche que estabas enfermo - explico mientras dejaba caer espalda sobre la cómoda cama - ¿No te llego el mensaje?

El castaño ante eso solo pudo soltar un suspiro de frustración, como si hace unos segundos no le hubiera dicho que había tratado de alcanzar su celular. En lugar de replicar aquello prefirió hablar de otra cosa.

-Tengo que estar en cama hasta que ya me sienta mejor.

-No quisiera ser tú - ambos chicos soltaron unas pequeñas risas ante el comentario.

-¿Tú alguna vez te has enfermado, Kenny?

La única respuesta que obtuvo por parte de este fue una mirada de "¿En serio?" que  hizo que el castaño se arrepintiese al instante de su pregunta.

Un pequeño silencio se formo acompañado de una ligera subida de tensión en el ambiente, ambos amigos no dejaban de mirarse directamente uno al otro sin siquiera parpadear.

-Creo que mejor me voy, necesitas descanso y no quiero molestarte - pronunció mientras se levantaba de la cama - Llámame cuando te encuentres mejor o si necesitas algo.

-De acuerdo...

-Oh si, lo olvidaba.

-¿Que cosa?

Sin previo aviso el de bajos recursos se abalanzo directamente a los labios del menor, depositando un corto beso que dejo al castaño con la cara completamente roja y dudando por un segundo que aquel tacto fuese real.

Cuando los dos se separaron no hubo tiempo para palabras ni nada de eso, solo un Clyde enfermo y sonrojado tirado en su cama, mientras tanto Kenny salía de su casa sintiendo con un extrañamente agradable sabor de boca.

No le importaba que el castaño estuviese enfermo, de hecho ni siquiera sabía que si lo tenía era contagioso en primer lugar. Independientemente de eso no le importa, lo único que cabía en su cabeza en esos momentos era una satisfacción inmensa.

Por primera vez no había sido el que se quedaba con las palabras en boca, sino el que daba el beso y se iba corriendo al mismo tiempo correspondiendo los sentimientos del castaño que estaba seguro que iba a tener noticias de este en poco tiempo.

Clenny Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora