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Habían pasado 5 meses desde lo que ocurrió en la expedición N°57 Levi desde ese día se habia vuelto más frío de lo normal y mucho más estricto con los jóvenes, algunos se dieron cuento y otros lo vieron normal, pero por las noches el se quedaba haciendo papeleo sin dormir lo suficiente para despejar su mente de todo y de los recuerdos.

En éstos también 5 meses Petra aprendió varías cosas aparté del cariño de Erik e Isabel qué le estaban dando, pensó qué era una molestia porque no sabía en qué ayudar y como ella lo comprobó ambas personas tenían lo mínimo para sobrevivir ahí por lo qué se propuso ayudarlos de cualquier manera. En una de sus salidas recorriendo la zona vio como un hombre le daba a otro una bolsa pequeña por lo qué ella deduzco que era dinero, pensó qué si lo obtenía podría ayudar a Isabel y Erik en muchas cosas, hasta en varías cosas qué necesitaba para hacer sus medicamentos.

En ése entonces durante 3 meses ella se dedicó solamente a robarle a los qué a su parecer tenían más qué otros y llevándolo a la casa en la cuál vivía. En la ciudad comenzaba el rumor que una mujer le habia estado robando de manera increíble a varios criminales.

—¿Has escuchado que una mujer ha estado robándole a varios criminales y qué siempre logra salir ilesa?— Decia una mujer a un hombre de mediana edad.

—Eh oído qué no son solo criminales comunes, si no de los más temidos aqui abajo, la mayoría de ellos son asesinos despiadados.

Petra

Caminaba por las calles de la ciudad mientras acariciaba mi panza, en éste mes ha crecido mucho por lo qué con el último robó qué hice lo dejaré durante un tiempo, no quiero qué por alguna circunstancia pase algo asi que sera mejor mantener perfil bajo ahora.
Oigo como la gente hablá de los robos que eh hecho a varios ladrones y asesinos, se qué no es lo mejor e incluso Mama Isabel y Papa Erik no saben del qué supuesto trabajó que conseguí es robarle a otros. Tuve una buena idea al cubrir mi cabello con una capa y mi rostro con un pañuelo cada vez que robó, si no por mi culpa podrían hacerles algo a mis padres. Sigo mi caminó cuándo finalmente llegó a la casa.

—¡Mama Isabel ya estoy en casa! —Pego un gritó para así me escucha, mientras voy a la cocina a comer un pan ya qué estar embarazada cansa y más cuando los antojos me agarran.

—Petra que bueno que llegaste, ¿Estaba haciéndote un pequeño abrigó ya qué debes cuidarte porque se acerca la época invernal, tu y la niña o niño deben estae bien abrigados. Por cierto ¿Que piensas que sera?—Me pregunta al momento que nos sentamos en la mesa y espera a que termine de comer.

—La verdad no lo pensé pero una niña sería muy lindo tener —Sonrió ante la idea de jugar con una pequeña entré mis brazos.

—En ese caso deberías ir pensando algunos nombres.

—La verdad no se me ocurre ninguno supongo qué cuando nazca saldrá de mi en ése momento.

—¿Has hecho lo qué te aconsejé?

—Si, hable con mi jefe y me dijo qué podré tomarme mis meses por mi embarazo.— Me levanté de la mesa yendo a la biblioteca para tomar un libro y de pasó evitar su mirada, no quiero qué descubra que les menti durante 3 meses sobré en dónde trabajaba.

—Eso es bueno, ahora podrás cuidarte mucho más y qué no te llegué a pasar nada por los vándalos que hay por aquí. —Cuándo tomo el libro qué me llamó mi atención, me doy vuelta haciendo un pequeño berrinche.

—Pero ¿Que es lo qué hare durante 3 meses encerrada aquí?

—Tejer, leer, cuidarte, comer sano varias cosas puedes hacer pero lo mejor es cuidarte ¿Queda Claro?—Agarra mis mejillas y las acaricia.

El regresó de Petra RalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora