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Petra

  Han pasado ya 5 años desde qué vivo en la ciudad subterránea, la verdad han pasado varías cosas las cuales no me son buenas para recordar, desde ése día tengo pesadillas y me levantó cada noche las cuáles me cuesta dormir. Aveces quería irme con mi Mama, Papa y Elyn pero por los rumores qué escuchaba todo seguía complicado en el exterior.

  Fingir una sonrisa de qué estoy bien siempre fue mi manera de estar fuerte, porque ¿Soy fuerte verdad? Qué alguien te traicione no me debe afectar en nada...y más si fue alguien qué era como un...da igual solo debo enfocarme en la vida de mis seres queridos y su felicidad, aunque si supieran qué soy una asesina y ladrona los decepcionaría.
  Vivir aquí como muchos lo saben no es fácil, escasez de comida, robos cada rato, asesinatos en cada momento, violaciones, etc. Muchas veces pensé en qué nos vayamos al mundo exterior pero simplemente no me ánimo, ni aquí, ni allá sería un buen lugar para la crianza de Elyn.

  Me da ternura cuándo hace 2 días vino hacía mi corriendo y diciéndome qué papa Erik le contó sobré las estrellas, árboles, flores y el hermoso cielo azúl. Ella quería ir a verlo pero simplemente le dije qué no, qué estaba prohibido, se enojó conmigo desde entonces, no sabía que hacer pero Mama Isabel me dijo qué le diera tiempo. Elyn no me dio ni tiempo para explicarle el porque de no querer que vaya.
  Me acercó a nuestra habitación y entró, la veo sentada en la cama con un vaso de agua, me acerco a ella sentándome del otro lado.

—Elyn...— La llamó para qué me miré pero no lo hace.—Hija no quiero qué te enojes conmigo.

—Desde hace bastante tiempo no eres la misma mami....ya no me dejas salir a jugar, aveces te escuchó llorar en las noches...y ahora quiero ver las estrellas las cuáles el abuelo dicen qué son muy bonitas y hay millones y qué los 4 podríamos verlas juntos pero me dices qué no también....—Me acercó a ella para tocarle el hombro pero se aleja, no me miró y eso me destruye.

—Hija estoy bien ¿Si? Seguramente piensas qué cambié porque tu madre maduró un poco eso es todo, el no dejarte salir a jugar con los otros niños es porque aquí es demasiado peligroso. —Mentirle a ella me duele demasiado pero jamás podría contarle el porque me volví más sobreprotectora con ella y un poco más sería, es demasiado para una niña de solo 5 años.

—Mientes...—Se da la vuelta mirándome enojada.— Tu mirada está apagada como siempre, al igual que tu voz. Cada vez qué unos niños me pedían ir a jugar cuándo ibamos a comprar me decías qué no pedí explicación y nada mami...

—Bueno yo...— Para tener 5 años me la pone complicada.

  Cuándo iba ha darle una respuesta, justo la puerta se abrió mostrando a Mama Isabel entrando, nos miró para luego darnos una sonrisa. Elyn al verla se tiró sobré ella en cuánto a mi solo le di una mirada de tristeza.

—Perdón qué las interrumpa pero ¿Quieren ir al mercado a comprar las cosas para éste mes?

—Claro qué si Abu.—Elyn comenzó a saltar de felicidad, sonrei un poco por lo qué asentí ante su pregunta.

  Al estar ya preparadas las 3 salimos yendo directamente por el mercado, Elyn iba de la mano de Isabel ignorandome, trató de aguantarme las ganas de llorar porque me siento muy triste de no decirle a mi propia hija que su mama no esta bien por algo que la traumaria.
  Sacudo la cabeza poniéndome recta y siguiendo caminando, notó cómo algunos de la policia militar muy fijamente, un escalofrío recorre mi cuerpo pero no le doy importancia seguimos caminando y parando en cada lugar para comprar las cosas necesarias. Cuándo íbamos volviendo sentí qué alguien nos seguía por lo qué sugerí qué aceleráramos el pasó así llegáramos más rápido, una vez qué llegamos y sacamos todo lo cuál no era mucho lamentablemente, seguía con ese presentimiento de qué algo malo pasaría no sabía exactamente qué pero me mantenía alerta, cuándo subía a mi habitación para descansar un poco escuché un ruido en ella.

El regresó de Petra RalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora