Las lágrimas del pequeño zorro humano

Sensei... ¿Por qué te gusto...?

–Yo... Siento que nuestra relación está mal... No somos amantes, ni
pareja... Pero aún así... Me
gustas...- Kakashi

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Pov Naruto

–...Kakashi-sensei. ¿Por qué te
gusto?-

Dije lleno de nerviosismo y curiosidad. El volteó a verme por unos segundos y luego regresó su vista hacía el cielo.

–No tengo una razón. Cuando me dí cuenta, estabas enfrente de mi. Un día te veías tan lleno de energía, luego al siguiente día estabas deprimido. Y luego me dí cuenta de algo... Nunca te he visto sonreír de verdad aunque estés muy feliz... Siempre apartas la mirada cuando estás nervioso. Debiste haber estado incómodo conmigo.- Kakashi

–Jajaja... No voy a negar eso.-

Dije nervioso.

Pov Kakashi

– Y luego, un día lo sentí. Me gusta este chico, eso fue lo que pensé y... Bueno, eso es todo.-

Dije mirando a Naruto, que pasó de mirar hacia enfrente a voltear a ver a otro lado.

Comenzamos a caminar en silencio hasta que Naruto se detuvo.

–Kakashi-sensei. Gracias por aceptarme por quién soy...- Naruto

Al escuchar eso, no pude evitar apretar mis puños... Con solo escuchar a mi amado rubio soltar esas palabras... Yo... Sentía que el estaba rechazandome...

–Perdón por hacerte esperar... Me gustas, Kakashi- Naruto

No puedo creerlo... El ha... Sonreído... Tiene una hermosa sonrisa, que hace que mi corazón quiera salirse de mi pecho... No puedo evitarlo. Jalo a Naruto hacía mi y le doy un tierno y pequeño beso, para luego unirnos en un abrazo. Es un bella escena, debo admitirlo, el atardecer, los pétalos de las flores y es viento, resaltan bien a mi lindo rubio.

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Pov Naruto

–Mmh... Kakashi... ¿De verdad vamos a hacerlo en la entrada?-
–Estoy en mi límite... Si lo entiendes, abre la boca.- Kakashi

Dijo lamiendo mis labios.

–Ungh... Haa... Ack...-

Gemido tras gemido mientras el masajea mis pechos y me besa con su dulce lengua explorando toda mi boca por dentro. Se siente... Bien...

–Mhmm... Huu... Haa~-
–Quítame el chaleco.- Kakashi

Dijo susurrandome directamente en mis sensibles orejas.

–Está bien...-

Solté nervioso mientras le quitaba su dichoso chaleco jounin. Luego el me desabrochó mi chaqueta y me quitó mis pantalones y mi ropa interior. Comenzó a masajear mi trasero... Mientras me besa apasionadamente. Después comenzó a lamer mi cuello y a dejar chupetones...

–Haa... Ugh...-
–¿Estás nervioso...?- Kakashi
–Un poco...-
–No tengas miedo.- Kakashi

Lo ví agacharse y lo miré nervioso, sentí un tambaleo y pensé que estaba por caerme... Cerré mis ojos algo asustado. Sentí un repentino placer... Abrí mis ojos como platos al ver qué me sensei estaba lamiendo y besando mi... Entrepierna... Estaba nervioso y apesar de que se siente muy bien, trato de empujar su cabeza para que pare...

–¡Haa! ¡Ack...! ¡No! Ah...-

Lo veo succionando y chupando mi miembro... Se siente realmente bien...

–¡P-para! Kakashi, ¡Ngh! Ah...-

Este me miraba sin dejar de succionar... El ver sus ojos negros como la oscuridad... Me excitaba más...

–P-por favor... La punta... No...-

Puso mi miembro en su boca y se lo metió entero mientras lo lamía...

–Espera... Yo... Es la primera vez que hago esto... ¡Ah...! ¡Espera! ¡Estoy por venirme!-
–¿Primera vez...?- Kakashi
–Si...-
–Bien... Definitivamente lo volveré a hacer hasta que te acostumbres.- Kakashi

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–Ngh...-
–Buen día.- Kakashi
–Buenos días sensei...-
–Kakashi...- Kakashi
–Huh?-
–Solo llamame Kakashi... Deja los honoríficos... Inténtalo...- Kakashi
–K-kakashi...-
–Perfecto. Ahora vístete.- Kakashi
–¿Eh...?-
–Anda, vamos a salir.- Kakashi
–¿Eh...? ¿A dónde?-
–Shhh~ es una sorpresa~- Kakashi

Siento mi cara arder por lo sonrojado que estoy así que por reflejo, cubro mi rostro. Escucho a Kakashi soltar una pequeña risa... Bajo lentamente mis manos sin dejar de ver sus ojos bicolor. Veo que Kakashi me sonríe dulcemente. ¡Dios! Es tan guapo... Rápidamente me paro de la cama enredando la manta en mi cuerpo, me tambaleo y cierro mis ojos en respuesta al dolor en mi espalda baja. Abro mis ojos al sentir el cálido abrazo de mi sensei y con toda la vergüenza del mundo, le ruego a la tierra que me trague vivo... ¡Solté la manta sin querer y ahora estoy desnudo frente a él! Me vuelvo a poner de pie y salgo corriendo a la velocidad de la luz hasta el baño y cierro la puerta con seguro. Me recargo de espaldas en la puerta y lentamente, me dejó caer hasta el suelo soltando un suspiro aliviado mientras trataba de esconder mi sonrojo.

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