Invisible

Capítulo 40

Epifanía de Nick

Enfermería de Hogwarts James y Nick - Escocia

Fiel a la palabra de James, vino a hablar con Nick después de darse una ducha y descansar. James había enriquecido el postre de su esposa con poción para dormir. Ella lo necesitaba y él necesitaba hablar con Nick a solas. Su esposa no entendía que lo que habían hecho estaba mal, veía sus acciones perfectamente bien. Desafortunadamente, Nick estaba comenzando a darse cuenta de lo mismo que él, ¿y solo hizo falta qué? Casi quince años. No estaba ansioso por esta conversación, especialmente por cómo estaba Nick. Si tan solo le hubiera dicho lo que estaba pasando, desafortunadamente James no había estado presente. Había estado demasiado ocupado; tomando todas las horas extras que pudo para mantener la vida privilegiada que habían llevado. Nunca antes había tenido que preocuparse por el dinero; por supuesto, todavía estaba furioso porque su hijo se lo había robado todo delante de sus propias narices. Lástima que nunca hubieran pensado en cambiar las viejas leyes, en su mayoría fueron olvidadas pero aún vigentes. Lo que había averiguado cuando intentó pasar por el Ministerio para recuperar su dinero.

Abrió la puerta y encontró a Nick leyendo un libro; se quedó allí mirándolo durante mucho tiempo. ¿Cómo se había equivocado tanto? ¿No solo con un hijo, sino con dos? Sus padres probablemente estaban revolcándose en sus tumbas. Por otra parte, si hubieran sido más estrictos con él, no habría sido el imbécil inmaduro que todavía era. Se acercó y se sentó, esperando que Nick lo reconociera, cosa que no parecía tener prisa por hacer.

"¿Cómo te sientes hijo?" preguntó James con un tono tranquilo, no queriendo que Poppy entrara como un perro del infierno. No le gustaba que la gente que no estaba enferma estuviera en su enfermería, pero él lo había hecho con bastante frecuencia. No era más brillante de lo que había sido cuando era adolescente; Poppy tenía protecciones para alertarla cuando alguien entraba. Uno pensaría que un Auror se daría cuenta de esto, pero James estaba preocupado con la idea de perder a su último hijo. El único hombre que queda para continuar con la línea Potter, Dios no permita que Nick haga lo mismo que Harry.

"¿Como crees que me siento?" preguntó Nick enojado, todavía negándose a mirar a su padre. En todo caso, su ira era mayor que antes. Sentarse pensando no ayudaba en nada a su estado de ánimo, realmente odiaba a sus padres ahora mismo.

"¿No han ayudado los analgésicos?" preguntó James frunciendo el ceño extremadamente enojado al pensar en su hijo sufriendo.

"En realidad lo son", dijo Nick cerrando el libro de golpe, se habían tomado un tiempo pero funcionaron. Media hora después de llevarlos a cabo, no lo harían, pero se había deslizado lentamente. Poppy le dijo que tenía que tomar dos cada seis horas, no más que eso y no antes.

"Nick, ¿por qué no me lo dijiste?" preguntó James con tristeza, sus ojos marrones mirando a sus hijos solemnemente, sin retroceder nunca cuando su hijo lo miró con tanto odio. Solo quería que las cosas volvieran a ser como antes. Merlín deseaba poder retroceder en el tiempo y detenerlo todo, tratar a sus hijos por igual. Desafortunadamente, incluso la magia no funcionó así, la retrospectiva fue realmente una perra.

"¿Cómo se suponía que iba a hacer eso?" se burló Nick, "¿Entre el entrenamiento y tú diciéndome lo decepcionada que estaba? ¿Que estaba corriendo la posibilidad de convertirme en Auror y fallar el nombre de Potter?" ¡no quería ser un Auror! No era como Harry, no era valiente ni inteligente. No sabía lo que quería, pero seguro que sabía que no era eso.

Los hombres Potter habían sido de Auror durante cinco generaciones, eso lo sabían gracias a los retratos. Se había convertido en una tradición y James había presionado sus deseos a su hijo. Sin siquiera detenerse a pensar en lo que quería su hijo. Desafortunadamente, esa parte de la oración no era en lo que estaba pensando James. No, fue el entrenamiento, y casi convertir al 'niño que vivió' a su hijo, en un squib. Merlín esperaba que el núcleo mágico de su hijo se mantuviera estable y mejorara. Odiaría pensar en lo que el mundo pensaría de él si convertía a su propio hijo en un squib. Todos ya estaban tan amargados y disgustados por Harry, sin agregar esto.