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El ataque de Lord Voldemort y Nick Sirius Potter un héroe

Capítulo 1: El ataque de Lord Voldemort y Nick Sirius Potter un héroe.

Era un día ajetreado el 24 de octubre de 1981, ya que era hora de que Lily Potter, de soltera Evans, sus dos hijos y su esposo se escondieran. Fue un momento estresante para ellos porque no les gustaba esconderse de la guerra; sin embargo, James y Lily lo hicieron por el bien de sus hijos. Los niños eran lo primero para ellos; era una pena que no siguiera siendo así para siempre. Remus, Peter, Sirius y Dumbledore se despidieron de ellos antes de lanzar el hechizo y desaparecieron de la vista, seguros de que Lord Voldemort no podría dañar a sus hijos. Hacía un año y casi tres meses, Lily había dado a luz a mellizos en Hogwarts.

El primogénito se llamó Nick Sirius Potter; Sirius Black fue nombrado su padrino. Nació el 31 de julio a las 11:35, veinticinco minutos antes de que su gemelo viniera al mundo.

El segundo hijo nacido se llamó Harry James Potter, y Sirius Black también fue nombrado su padrino. Nació "cuando muere el séptimo mes"; su hora de nacimiento se fijó a las 11:55, un error inocente de Poppy Pomfrey debido a la interrupción de Albus Dumbledore al entrar al ala del hospital.

Peter Pettigrew se convirtió en su guardián secreto y no era de extrañar que Peter estuviera emocionado. No veía la hora de llevarle la noticia a su Señor, que estaría tan feliz con él, y sin más preámbulos se fue temprano, insistiendo en que iba a ver a su madre. Peter había sido un Mortífago durante un año, espiando para el todopoderoso y poderoso Lord Voldemort, su "Maestro", el "Señor Oscuro".

Desafortunadamente, fue una semana antes de que lo llamaran.

Escondite actual de Lord Voldemort

"Mi Señor, soy el guardián secreto de los Potters", dijo Peter, sus ojos brillaban con maldad y no poca presunción. Estaba seguro de ser el favorito de su Señor ahora, después de entregarle los Potter en bandeja de plata. Odiaba el hecho de que ni siquiera fuera nombrado uno de los padrinos de los niños, odiaba el hecho de que sus amigos se compadecieran lo suficiente como para entablar amistad con él. Su Señor vio su poder, vio su utilidad, y por una vez fue notado por sí mismo, no como el amigo casi invisible de James Potter. Nunca se le preguntó su opinión en las reuniones de la Orden. No se arrepintió de sus acciones en absoluto, y con gusto las entregó.

Incluso tenía un plan para cuando mataran a los Potter, ya que no había duda de que Sirius vendría tras él. Como Sirius Black pronto sería el único que sabía que él era el Guardián Secreto, se aseguraría de que Black se pudriera en Azkaban. Todo el mundo lo había subestimado, y eso sería su perdición.

"¡Excelente! ¡Ahora dime por qué tardaste tanto en decírmelo! ¡Han estado bajo el hechizo de Fidelius durante una semana!", gruñó Voldemort. Lo sabía porque Severus Snape, su otro espía en Hogwarts, le había dicho que estaban a salvo. Se había escondido para molestarlo, aunque Snape no sabía quién era el Guardián Secreto, así que todo fue en vano.

"Lo siento, Maestro, lo siento", dijo Peter, lloriqueando ante el poderoso mago. ¿Por qué su Señor no estaba feliz? ¿Por qué estaba siendo tan desagradable? No era así como imaginaba su reacción en absoluto.

"Dime la dirección", siseó Voldemort, cansado del traidor llorón. Era útil, tenía que darle mucho crédito a la rata, y tomar al apestoso niño llorón había sido una buena decisión después de todo.

"Los Potter se encontrarán en el número 12 de Godric's Hollow", tartamudeó Peter rápidamente. ¿Dónde estaba la alabanza de su Señor por lo valioso que era y por recompensarlo por su lealtad? No le gustaba cuando su 'Maestro' estaba enojado con él. Tal vez debería habérselo dicho de inmediato, pero tenía que poner en marcha planes, como despedirse de su madre; a pesar de todo, realmente amaba a su madre. Siempre lo había puesto a él primero, pero para un niño adulto eso no era suficiente. Ver a sus amigos tener chicas y formar familias le había pasado factura al chico feo.