The Way Out

Capitulo 5

                                               The Way Out

Cap 5.

Tragedia tras tragedia, en solo unos cuantos días Bryan ha experimentado el terror y el estrés en su máxima expresión, las cosas que él ama están desapareciendo.

-"la chica que me saludaba en el sueño, la chica a la que le cae la bola gigante d cristal , esa chica es... Nina", murmura Bryan mientras se arrastra en el piso de su cuarto bajo un llanto. Al cabo de unos cuantos minutos a Bryan se le ocurre una idea, si James no murió en la vida real porque él se convenció en su mente de que aún seguía con vida, de la misma manera podría ocurrir con Nina.

 Bryan no se quiere dar por vencido, se levanta rápidamente y corre hacia afuera, irá a la casa de Nina con la certeza de que ella podría estar allí. La casa de Nina queda aproximadamente a media hora desde su casa en carro, así que no se va a limitar en viajar en bicicleta porque sería una eternidad. El muchacho sube una cuadra y allí hay una terminal de taxis, agarra el primero que se encuentra y le da la dirección. Bryan le insiste al taxista que se apresure ya que es una emergencia para él.

-"tiene que estar viva, Nina aún existe, ella tiene que estar allí", piensa Bryan mientras el taxi avanza a una velocidad considerable hacia su destino. Pasan 34 minutos pero para Bryan fueron 3 horas, su sufrimiento hizo que el viaje se hiciera eterno. Paga y se baja del taxi lo más rápido posible, entra a una Urbanización, la casa de Nina está a mano izquierda, a 7 casas desde la entrada, ese recorrido lo hace corriendo hasta llegar a su destino. Pasa por el pequeño jardín que tienen como decoración en la entrada, llega a la puerta, toca varias veces rápidamente, como en modo de precisa, de pronto alguien abre la puerta, asoma su cabeza, es la mamá de Nina.

-"oh hola Bryan, que te trae por acá?", pregunta ella.

Bryan se queda callado observandola fijamente, agitado y muy nervioso, siente que su corazón va a explotar de tanto palpitar.

-"pasa algo malo Bryan?", añade con una expresión de curiosidad y preocupación, por lo cual Bryan por fin responde:

-"Nina...Nina" –inhala y exhala algo rápido y prosigue- "ella se encuentra en casa?".

la madre se queda callada sin cambiar su expresión, Bryan vuelve a hacer la pregunta de una manera diferente, nuevamente no optiene respuesta por parte de ella. Bryan se exalta un poco, eleva su voz al decir:

-"Señora Mcferson no estoy para bromas, dime por favor si ella está o no en la casa?.

La Madre lo mira fijamente, su expresión no cambia, por lo tanto le responde: -"Bryan...quien es Nina?, de quien me estás hablando?.

Tales palabras se convierten como en miles de apuñaladas para Bryan, era un hecho, Nina fue borrada del mapa como si nunca hubiera existido. Ante ello Bryan se turna de color verde, su presión se baja, cae de rodillas con una expresión vacía y se desmaya de golpe desplomandese en el suelo, era demasiado para su mente por lo que lo llevo a tal resultado.

Una vez desmayado comienza un nuevo sueño.

Nuevamente su vista se pone borrosa pero rápidamente se aclara, de pronto siente que 2 manos agarran sus hombros, pone atención y observa que son 2 tipos robustos, sin cabello, traje entero negro, lentes oscuros y un headseat en su oreja derecha. –"quienes rayos son estos tipos?, los hombres de negro?", piensa Bryan, estos tipos levantan al chico rápidamente del piso, sueltan los hombros de Bryan y se retiran.

Bryan observa a su alrededor, está en una sala enorme, estilo gimnasio, aspecto de show televisivo, hay 3 graderías, una en cada pared, cámaras y luces situadas estratégicamente en el lugar, al frente de Bryan una gran piscina y arriba de esa piscina hay 2 rampas estilo trampolín, en ellas hay 2 personas sentadas y atadas de pies a cabeza, sus rostros están tapados con un estilo de mantel blanco. Ahora se escucha una gran avalancha de gritos y aplausos. El lugar se pone más colorido. El chico presta atención a las graderías, en ellas se encuentran una gran cantidad de Japoneses sentados, grandes sonrisas, con pequeñas botellas de plástico en sus manos, donde entre más energicos se ponían más las chocaban entre sí, lo cual hacía un ruido fastidioso.