Debaki, una mocosa cualquiera perteneciente al clan Yoshida, tiene una vida normal y para nada trágica, tiene una extensa familia y personas importantes para ella. Es una gennin del país del ave que junto a su equipo de 5 integrantes viajaran a Kon...
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Ninguno, solo me quede sin chakra y me obligaron a descansar, en pocas palabras me amarraron–Dijo Aki
Espera... ¿Qué hicieron qué? –Pregunto un confundido Kiyoshi que quito las sabanas que cubrían a la chica, confirmando así que la habían amarrado con un mecate.
Sean buenas personas y desátenme que me pica la nalga –Dijo con los ojos entrecerrados y las cejas juntas.
Kiyoshi:
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No tenías que dar tantos detalles, maldita cerda –Regaño el chico mientras desataba el nudo de puerco que hicieron las enfermeras –Ayúdame Yaomi que el nudo está bien cabrón.
Voy–
Y cuéntame, ¿Cómo te fue? –Preguntó.
Bien, trapee el suelo con la morra –Conteste– No inventes te amarraron re feo.
Luego de unos 10 minutos logramos desatarla.
Vámonos Aki, nos están esperando –Dijo el único chico consiente.
Ok joto –Contesto.
Síguele eh –La miro amenazante.
Te digo que no aguantas nada, nos vemos Yaomi –Se despidió.
Adiós –Dije y salieron del lugar.
Espera, espera –Debaki regreso y se dirigió al tieso, digo al Kanaye– Oye ira no sé si me escuches, pero sé que ya mero estiras la pata, pero quiero decirte que estas bien guapo eh, hay los vidrios –Dijo y salió de nuevo.
¡¿Que, qué?! –El chico había despertado de golpe y pegado un grito que retumbo por todo el lugar.
Levante los hombros– Quien sabe –Y salí de la enfermería.
(Narra Kiyoshi)
Salimos de la arena y nos encontramos con nuestras madres, felicitándonos por pasar a la final, caminamos hacia casa
Te pasaste, pobre chavo casi no la cuenta eh –Comento mi madre.
Ni modo –Contesto Debaki apretando los labios y alzando las cejas queriendo decir; por pendejo.
