Veintiséis

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-¿Sasuke?- se incorporó un poco sobre la cama para poder observar mejor el semblante del susodicho, apenas lo hizo cuando sus labios fueron apresados con una desesperación latente.

Cerró los ojos para disfrutar del cálido contacto que los labios del Uchiha ejercían sobre los suyos. Al poco tiempo, se apartaron. 

Naruto se mantuvo unos minutos más sentado, pensando. Sus padres tenían algo que ver con esos sujetos y por más que trataba de entender la razón que llevó a sus progenitores a entregarlo a unos completos extraños…no lo encontró.

Sus pupilas ensombrecieron al recordar todo lo sucedido. Solo quería ser feliz y tener a alguien a su lado, entonces… ¿Por qué era tan difícil?

Ahora estaba con Sasuke, sin embargo, sabía que esos individuos aun estaban ahí afuera, acechándole. Muy probablemente buscándolo para sus propios fines egoístas.

Palpó con suavidad la herida en su abdomen, siempre había sido una carga para Sasuke pero ahora no se sentía así. Realmente lo amaba, esa sensación tan bonita seguía presente, a pesar del daño que le hizo.

-Naruto, ya duérmete…

Sonrió a medias antes de acatar la petición, debía dejar de divagar. Tenía mucho miedo de que esos sujetos los encontraran pero lo único que importaba ahora era disfrutar el tiempo al lado de Sasuke.

Cerró los ojos para después aferrarse a la espalda de Sasuke, quería dormir abrazándolo, sabía que el Uchiha no era muy adepto a las muestras de cariño pero se alegró de que Sasuke no le reclamara por semejante muestra de cursilería. Seguramente se había quedado dormido.

**

Se giró sobre la cama, estirando su brazo al hacerlo. No sintió el cuerpo de Sasuke. Rápidamente abrió los ojos, Sasuke no estaba. Se sentó de golpe emitiendo un quejido de dolor al hacerlo, se había olvidado por completo de la herida

-Duermes en exceso, Naruto- comentó el Uchiha mientras terminaba de abotonar su camisa blanca. El aludido sonrió levemente al observar a Sasuke a sus espaldas, vistiéndose.

Se desconcertó.

-¿Por qué te…?

-Pedí que me dieran de alta- le interrumpió. Procedió a colocarse los zapatos ante la confundida mirada de Naruto.

-Yo también- se incorporó con dificultad del colchón, pero la dura mirada de Sasuke le obligó a devolverse sobre sus pasos.

-Tú te vas a quedar unos días más- anunció con seriedad, viendo el afligido semblante de Naruto. - Es indispensable que guardes reposo para evitar que la herida vuelva a abrirse.

-Pero ya me siento mejor- mintió tocando con suavidad la zona afectada, no deseaba quedarse más tiempo en el hospital, no solo. Desafortunadamente Sasuke tenía otros planes y en esos planes, él no estaba incluido.

-Hay una enorme diferencia entre sentir y estar, Naruto- tomó su corbata que yacía sobre la silla para anudarla alrededor de su cuello con lentitud. Consciente de que Naruto necesitaba reposo, a él solo lo habían golpeado, pero Naruto en cambio aun tenía una herida profunda que debía cicatrizar.

-¿A dónde piensas ir?- preguntó cabizbajo, sabía que Sasuke no se quedaría con él pero al menos deseaba saber que pretendía hacer Sasuke. Era peligroso que saliera tan pronto del hospital, no por los golpes que había sufrido, sino por los sujetos que querían dañarlo a toda costa.

Sasuke suspiró cansinamente, odiaba tener que dejar a Naruto solo pero tenía que arreglar unos asuntos antes.

-Iré a ver a mi hermano- respondió neutral, encaminándose a la salida. Naruto lo siguió en silencio con la mirada, sopesando la idea de que tal vez Sasuke se hubiera hartado de él, de tener que estarlo cuidando en todo momento. Probablemente no volvería.

Sin mi, no eres nada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora