16. Call me, Maybe

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Capítulo 16. Call me, maybe

» AtsuLucy / Shin Soukoku «
• Carly Rae Jepsen – Call me maybe •


Montgomery Lucy, ex miembro del Gremio quien pasaba sus días como mesera de la cafetería debajo de la agencia a la cual ayudaba recurrentemente. Recientemente había ayudado a la agencia armada de detectives a cuidar de su presidente contra la port mafia.

Sus días como mesera eran normales, le gustaba atender a sus clientes y sus jefes eran maravillosos, le gustaba jugar con los chicos de la agencia pero lo que más disfrutaba del día era... - ¡Montgomery-san! – Le llamo el albino alegre – te traje un botecito de leche de fresa

― ¿para mí?

― Si por supuesto, se lo mucho que te gusta

― Oye, practique haciendo pastelillos ¿quieres uno?

― ¡Me encantaría!

Ambos se sentaron para comer los pastelillos, eran realmente deliciosos y Lucy podía verlo claramente en el rostro del menor.

Fascinada como adolescente descarriada lo miraba, su sonrisa le hipnotizaba y sus ojos la maravillaban. - Pedí un deseo ayer

― ¿Cuál fue?

― No me preguntes cual fue...

― ¡Atsushi! – allí estaba, su compañero, Kenji Miyaza – nos esperan

― Oh, ya voy – le sonrió – nos vemos más tarde Montgomery-san

Así fue como el albino se retiró, Lucy fue hasta la puerta solo para verlo partir y se deslizo ene l lumbral de la puerta viendo su silueta marcharse – te miro y caigo otra vez, yo ya no sé qué haré... - se levantó y regreso donde estaban los pastelillos – daría todo y más... para tus labios besar...

A la media tarde, Atsushi había vuelto acompañado de Kyouka, su enemiga jurada en el amor, habían sido atendidos por la otra camarera, ella se estaba arreglando para irse, y si, era su oportunidad, se acercó a la mesa – Montgomery-san

― Atsushi, Kyouka – llamo a la última con molestia - ¿Cómo están?

― Quiero más leche

― Kyouka-chan no bebas tanta leche, debemos ir a casa

― Oh van a casa, yo también ¿vamos juntos?

― No

― Claro – le sonrió el albino – iré a pagar la leche de Kyouka, esperen aquí

El albino se levantó y ambas chicas se miraron mal – no esperes nada

― En mi camino estas

― Y ya no sé qué haré...

― Chicas, vamos – dijo el albino guardando su cartera.

Ambas caminaban a sus lados, no lo dejarían ni un segundo. Sus miradas intentaban asesinar a la otra pero ninguna lo intentaría, ambas habían remunerado su vida, y todo era gracias a su héroe albino.

Fue cuando paso, aquel hombre que conocían bien ambas chicas, una lo odiaba, la otra sabia lo peligroso que era. El perro silencioso de la port mafia. Los miro, el albino suspiro al verlo. – Chi-chicas, sigan caminando – les pidió.

Atsushi se soltó de ambas y se acercó al azabache - ¿Dónde crees que vas?

― Atsushi

― Te ayudaremos gatito

― Está bien chicas, puedo con esto, vayan a casa

― Si necesitas algo – Montgomery le dio una nota – llámame

― Gra-gracias

La pelirroja tomo a la peliazul, no la dejaría allí, siguieron caminando, por lo menos había logrado algo gracias a ese perro rabioso, le dio su número. Aquella noche transcurrió con normalidad. El día siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Lucy solo veía a la agencia ir y venir. Ella solo podía suspirar esperando mientras miraba su celular.

Aquella tarde no había muchos clientes así que Montgomery tuvo permiso de salir a los alrededores para despejarse un poco, los árboles, las nubes, todo tenía forma de tigre, derrotada y abatida, siguió caminando con su celular en la mano - ¿Por qué no llamas? No sé, toma su tiempo ¿tal vez? Nada ha entregado, lo sé, yo todo lo entregue... Mi tiempo, mi vida en estados unidos, mi gremio, incluso... mi lealtad a Fitzgerald...

Apretó su celular mortificada - ¡por favor! ¡Te lo ruego! ¡Llama por favor! ¿Pasará? ¿Podremos salir? Una pizza, un atún, un ramen también, un helado, algo que compartir...

Dejo de mirar al cielo y miro al frente, pudo notar aquella sonrisa, la que más amaba en la tierra, iba pasando sonriente sosteniendo un helado, Lucy cayo al pasto sobre sus rodillas - ¿Dónde crees que vas? ¡oh baby!

Corrió levantándose y se ocultó en un árbol, pudo verlo, no podía identificarlo del todo, era una persona unos centímetros más alta, con un abrigo tapando todo su cuerpo y lentes negros tapando su rostro, Lucy ajusto su mirada, tapo su boca - ¡HEY TE CONOZCO! Y aunque reclamen... si tengo suerte ¡quizás me llame!

Lucy lo sabía, Atsushi se había encontrado con el perro rabioso, ¡tenía la posibilidad de ser llamada! Así que se quedó cerca mirándolos. No importaba si era de dia o de tarde, de noche o madrugada, Lucy esperaría, estaría allí para él.

Fue cuando los vio, Akutagawa miro a sus alrededores, se quitó los lentes subiéndolos a su cabeza, acorralo al albino en un árbol al lado de ella. – Ry-Ryunosuke...

― Ella puede aceptarnos, será como nuestra hija

― Dañaste mucho a Kyouka-chan, aun no sé cómo decirle de nosotros, dame más tiempo

― Jinko, ya no puedo más... Me haces falta...

― Ryu, no digas eso por favor

― Es que me hacías falta, tanta falta...

Lucy tapo su boca escuchándolos. El azabache tomo la barbilla del albino – Porque en mi vida tú me hacías falta, no había nada...

― Ryu... Yo también... me siento de esa manera...

Lucy uso su habilidad desapareciendo de allí. Akutagawa reacciono a eso y miro alrededor, ya no había nada.

Lucy miro a Anne quien estaba se había sentado frente allí, la pelirroja apretó su celular – Es tan difícil... aunque reclame... - Anne le sonrió y Lucy se levantó - Aunque no hable... Si tengo suerte, quizá me llames...

El teléfono de Lucy sonó y está sonrió - ¡Anee! ¡Escuchemos lo que tiene que decir! – Lucy salió del cuarto de Anne.

Atsushi estaba allí, en el atardecer, él le sonrió. Lucy lo sabía, no importaba. Siempre sería su amiga. 



...

¿sugerencias de parejas? ¿canciones? ¿simplemente diversiones?

¡Gracias por leer!

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