Desconcierto

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Capítulo 4

Desconcierto

No sabían cuánto tiempo se habían mantenido en la misma posición, el castaño los tenía fuertemente agarrados como podía, quería sentir el calor que emanaban sus cuerpos lo más posible, se alejaron de inmediato cuando Misaki había soltado un quejido de dolor, pues al estar un poco encorvado la herida que provoco Iason le había punzado de una manera inimaginable.

—Perdón hermanito ¿Estas bien? —Se bajo de la cama para ir hacia la puerta— ¿¡Debería llamar a alguien!? —Misaki negó con una leve sonrisa mientras se acomodaba mejor en la cama, había extrañado todos los tonos de voz de su hermano, en cambio Ruruka había tratado de tocar su herida en caso de haberse abierto, pero al último segundo desistió, no sabia que hacer a parte de que no quería lastimarlo más.

—N-No...mhg. —Se recostó en la almohada para que ya no se lastimara. —S-Solo fue una pequeña punzada, ocurre si me muevo muy fuerte, pero no es nada. —Suspiro mientras los veía y les sonreía levemente, se sentía tan cansado, pero intuía que era normal por su estado.

Takahiro frunció las cejas, señal de que iba a llorar de nuevo, no volvió a abrazar a Misaki pero si se sentó a su lado mientras tomaba su mano en un apretón fuerte, el castaño al ver esto quito su mano pero para poder acariciar mejor su mejilla y limpiarle aquella lagrima que caminaba lentamente por su mejilla izquierda.

Ruruka tomo con delicadeza la mano que se encontraba vendada y la llevo a su boca para darle un beso, Misaki volteo a verlo afligido, como pudo y aguantándose el dolor acaricio aquellos cabellos rosas tan llamativos, les dolía verlos tan vulnerables.

—No sabes la falta que has hecho en estos meses amigo. —Entrelazo sus dedos con los de Misaki. —Dejaste un gran hueco y ahora que te veo vivo...—Sollozo, permitiéndose llorar lo que no había llorado antes. —Es...E-Es tan difícil creerlo que ahora tengo miedo que sea una alucinación mía. —Misaki negó, no tenía palabras de consuelo.

—Vengan. — Abrió mas los brazos para que pudieran acostarse a su lado y poderlos abrazar, los contrarios pensaron bastante en hacerle caso, no querían lastimarlo y no sabían en que lugares estaba lastimado. —Por favor...

Ruruka con un suspiro tembloroso se comenzó a acostar haciendo que el brazo de Misaki quedara debajo de su cuello, en cambio Takahiro se acostó de tal forma que la cabeza de Misaki quedara por su pecho, abrazándolo de una forma protectora, Misaki con cariño y delicadeza los mimo, dándoles consuelo.

—No lloren mas por favor. —Sus dedos habían sido mojados con las lagrimas de Ruruka, sabia cuando Takahiro estaba escondiendo su rostro para llorar. —Estoy aquí...con ustedes. —No sabia como hacerlos sentir bien, pero seguramente habría una notica que los alegraría un poco. —Shhh...—Los arrullo como si fueran niños pequeños —Ya no lloren, demuéstrele a mi bebé que sus tíos son los mas fuertes para sobrellevar adversidades. —Ambos se enderezaron con una expresión de sorpresa en sus caras, les mostro una sonrisa bastante iluminada y hermosa, que opacaba lo maltratado de su cuerpo. —No sé cómo, pero...pudieron salvar a uno de mis bebés, así que ayúdenme por favor, no tengo fuerza en estos momentos, préstenme la suya. —Ahora fue el quien tomo las manos con fuerza sus manos.

Takahiro se limpio las lagrimas mientras que con una sonrisa abrazo a su hermano, Misaki escondió su rostro en el cuello del mayor, podía sentir la protección que le brindaba, todas esas horas despierto había sentido un horrible miedo que ahora sentir a su hermano...bueno se sentía mucho más aliviado, le había devuelto la seguridad, necesitaba tanto ese vínculo familiar y fraternal que había forjado.

—Tendremos la gran familia que hemos soñado hermanito. —Ambos pegaron sus frentes mientras sonreían.

Misaki al sentir la mano de Ruruka en su vientre la apretó más contra sí, volteo a verlo la misma sonrisa, asintió pues el pelirosa quería acercarse.

Quiero estar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora