Episodio 4: EL HOMBRE, EL TRATO Y LA MUERTE.

426 19 0
                                    

LAUREN

-Encuéntrame en el sótano, no temas mi amor, estaré contigo...

Entiendo que debo correr, entiendo que debo obedecer, estoy asustada, si, lo estoy, veo unos ojos completamente hermosos lanzarme una mirada de vuelta, antes no lo entendía, pero ahora categorizo aquello como preocupación, mis piernas se mueven, lo hice, corrí y me escondí. Me quede ahí en la oscuridad, no volví a salir.

Por ello lloro, rezo y suplico...

No quiero que te vayas, quiero que te quedes y poder oler las lilas que desprendes de tu piel, se me privo el sabor de tu amor, el calor de tus caricias y tu hermoso aroma que pareciera que guardaron tanto tiempo para torturarme justo ahora.

Camila me había abandonado a la mañana siguiente, ahora probaba la soledad extraña del apartamento, el doloroso sueño que con el paso de las horas se había disuelto y había regresado a las profundidades de mi subconsciente donde solo en ese sitio había revivido.

Deseaba saber el estado actual de Camila, ¿Su mejilla estaba mejor? ¿Se había arrepentido de los hechos la noche anterior? ¿Le gusto?, No debía de pensar mucho más, sabía que mi corazón si deseaba hacer mover mi cuerpo hasta las puertas de su flamante residencia, esa bella chica estaba a solo pasos de mí. No volví a hablar con Vic desde los golpes, preferí quedarme el día ahí.

Pase la tarde sonrojada, cansada y soñando despierta, sonreí como nunca al mirarme por los espejos del baño, recorrer mis labios con las puntas de mis dedos, recordar su tacto era tan difícil así como controlar esa necesidad. Quiero protegerte porque sé quién eres, porque puedo lograr hacerte ver y asegurarme de que cada día te quede claro lo única que eres. 

CAMILA

Estaba perdida en la oscuridad, diciendo "Adiós" a mi roto corazón, no podría jugar más estos juegos, cansada de este lio, hecha un desastre, deje que las cortinas se quedaran quietas y cerradas. Mientras mis puños se cerraban fuertemente porque mi mente era incapaz de dejar pasar este desliz. ¿Quién era ella? ¿Qué clase de chica era yo ahora?.

Alguien sin ese valor moral que se debería esperar de alguien como yo, pero ahora oculto el golpe que se ensombrece con el pasar de los minutos, a la vez que mi cabeza maquina una especie de ¿Venganza? No, no podría llevarla a cabo, porque yo no soy ese tipo de chica desquiciada... Pero él se lo merece.

Mi cuerpo todavía inquieto, se desliza por las líneas de agua escurriendo en mi cabello y deslizándose por el suelo, mis pensamientos se fijaron en una sola cosa. <<Me ha gustado>> Sonrió y no debería. Apañármelas para saltarme el interrogatorio de la noche anterior, y lejos de sentirme mal, lo disfruto, creo que puedo respirar como nunca antes lo había hecho.

-Señorita Camila, buenos días, ¿Le parece que le lea su agenda? – Nadin espera una respuesta de mi parte, todavía sin mirarla es mejor que se retire.

-Espera, Necesito que me comuniques con Erick Alcira. Avísame cuando tenga que tomar la llamada.

-De acuerdo señorita – Ella se retiraba y quizá casi al instante realizaba la tarea tan urgente era para mí.

-Señorita Cabello, el señor Erick por la 2 – Le agradecí y cuando escuche esa gruesa voz, pensé si era buena idea por segunda vez.

-¡Cuánto tiempo Camila! ¿En qué puedo ayudarte?

-Necesito que realices un trabajo, es importante.

-Estoy a tus órdenes

-Necesito que investigues a una persona y que me tengas resultados a la mayor brevedad posible, de esta persona lo que sea, por más pequeño.

DEADLY   ROMANCE CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora