-Nada de dulces, ni televisión hasta tarde. No quiero que ande por ahí descalzo o sin abrigo y procura que no se acerque a los enchufes.
-Entendido.
-Vigila que coma todo lo que hay en su plato. Si es pescado quizás tenga algo de recelo pero dile que es pollo.
-Está oyendo todo.
-Tiene tres años, tú sólo haz lo que te digo. Merienda en su tacita blanca, si tomas otra la rechazará y no le des frituras o esas cosas porque luego le dolerá el estómago.
-¿Esto cómo se usa?- tomó ChangKyun un cilindro de metal ignorando las explicaciones. Era un termo.
-No lo dejes comer con cuchillo y si se niega a terminar su comida dile que luego le compraremos algo. De todos modos no creo que eso suceda, jamás se ha quejado de la comida. Eso lo sacó de HyunWoo.
-¿Algo más?
-Que duerma temprano pero supongo estaremos de vuelta para entonces así que no te preocupes por eso.
-Entendido.- repitió.
-Por favor no lo descuiden- miró a su amigo mientras el niño se ponía de pie. Había estado hasta ahora acomodando las botitas de su hijo por lo que no le había prestado tanta atención a ChangKyun.- Es pequeño y rápido.
-Ki, nosotros lo vimos crecer. Será fácil, confía en mí.
KiHyun lo miró alzando una ceja.
-Sólo no lo pierdas de vista. Son 5 así que creo que al menos uno lo vigilará.
-Exactamente ¿qué puede salir mal?
KiHyun negó mientras regresaba a la puerta.
-Bebé, ya me voy.- habló al niño que jugaba con uno de sus tantos juguetes sobre el sofá.
EunJun se acercó corriendo y besó la mejilla de su padre a modo de despedida recibiendo el típico sermón de padre que KiHyun ya le había dado por tercera vez en el día.
Originalmente KiHyun planeaba dejar a su hijo en casa de sus suegros, los padres de HyunWoo, pero por un contratiempo tuvo que recurrir a último momento a sus amigos.
Confiaba en ellos, pero sabía de antemano que solían comportarse casi de la misma manera que su hijo de cuatro años por lo que pensó más que bien en su decisión. Finalmente llamó al departamento junto al suyo, donde el maknae respondió accediendo a la tarea de cuidar a su único sobrino muy contento.
KiHyun, precavido, le explicó al niño que hacer y que no. Incluso le hizo aprender su número de teléfono ganándose varias risotadas de HyunWoo ante la falta de confianza de su esposo.
Sólo esperaba que para el final del día el edificio aún estuviese allí.
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