"Fue un encuentro poco habitual, ver a una dama cómo tú no es tan casual."
Era un día cómo cualquiera, cierto albino se levanta con mucho aburrimiento a contemplar su soledad otro odioso días más. Pues así cómo el vivir para siempre a plena vista parece una bendición, con el pasar de los años se devela que en realidad, es una de las peores maldiciones que puede tener alguien. Él, quien había visto a todos los que alguna vez amó morir en sus brazos y con el pasar del tiempo se ahogaba más en su soledad sabía lo que es sufrir un martirio de esta magnitud. No siendo esto suficiente su raza, los vampiros se habían ganado el aparentemente injustificado odio de otra razas, los cuales habían llegado al extremo de desatar guerras y pedir recompensas por sus cabezas. Todo, con el fin de exterminarlos a todos y cada uno de ellos. Él era de los pocos o incluso el único restante de ellos.
Aunque, el ojirojo era un tipo muy inusual de esta especie: Era el único vampiro diurno restante. En medio de bostezos decidió reunir las fuerzas para empezar otro día de vida más. Día que cómo los otros miles precedentes de este, no tendría nada especial. O al menos, eso creía él.
—Lord Ban, sonría. Hoy es otro día más, otra oportunidad de vida—Comentó uno de sus sirvientes con el objetivo de animarlo al notar su obvio decaimiento.
—Preferiría ser un cadáver sin vida a vivir en este inferno—Respondió el albino mientras buscaba sangre fresca de la cuál alimentarse.
En silencio funeral invadió la habitación—Claro, entiendo—Dijo el sirviente dando por terminada la conversación para proceder a retirarse dejando a Ban completamente sólo. Él solo fue a dar un paseo por el bosque, cómo todos los días.
En medio de su caminata escucho a varios metros una voz, una voz femenina. Podría ser que estuviese delirando, tanta soledad no le hace bien a nadie. Pero este no era el caso, en definitiva era real y se reafirmó esto cuando la vio. Sin lugar a dudas era hermosa.
Él solo la siguió observando desde la distancia embelesado por su hermosura. Aún así no dejaba de parecerle raro, ¿Que hacía una chica humana aquí?, Eso si o si debía averiguarlo. Se acercó en silencio y cuando estuvo listo se armó de valor para hablarle. ¿Que era lo peor que podía pasar?, Después de todo era sólo una chica una, indefensa cómo cualquier otra. A lo mejor incluso tendría su sangre para beber si era lo suficientemente rápido.
—Oye tú—Dijo Ban mientras la veía. Ella sólo se volteó y se sorprendió mucho al verlo.
—¡¿Eres tú?!, ¡¿Cómo se supone que aún sigues vivo?!—En un abrir y cerrar de ojos se elevó con sus alas lista para atacar—¡Ira Imperial Del Viento!—Tras pronunciar estas palabras varias ráfagas de viento perforaron el cuerpo del albino haciéndole sangrar enormes cantidades de un liquido negro. Pero a pesar de estar aparentemente herido él ni se inmutó, pasados alguno minutos sus heridas comenzaron a cerrarse dejando su cuerpo completamente intacto.
—Un gusto, me llamo Ban. ¿Nos conocemos?
—Todos conocen tu leyenda, eres un vampiro diurno. Uno de los más peligrosos.
—Y por lo que veo tu eres un hada, una princesa hada.
—¿Cómo es que sabes eso?
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Forever.
RomansaBan es un vampiro de varios millones de años de edad e Elaine es una joven princesa hada que mientras visita el bosque de las afueras del reino se topa con él, quien pese a parecer cualquier humano común, devela su verdadero origen a causa de su inm...