•23•

2K 178 12
                                    

KRISTEN

Vi a Clarke y a Octavia desde donde estaba y corrí hacia ellas, esquivando a los terrestres que entraban al campamento.

—Hola—pasé mis brazos por sus hombros y caminamos—¿Me extrañaron?

—Obvio—las tres sonreímos y caminamos hacia la entrada.

Bienvenidos—dijo Kane—Nos gustaría empezar con una recepción, para luego pasar al entrenamiento. Tenemos mucho que aprender el uno del otro—Indra no dijo nada y Kane señaló unas cajas—Las armas allí, por favor. Solo nuestros guardias están armados aquí—todos los terrestres dejaron sus armas y entraron a la nave, miré a las dos, sonreí y me puse adelante.

Agarré sus manos y las jalé dentro de la nave, vi a James mirando a los terrestres y nos acercamos a él.

—Bien—Kane se puso en medio para que todos lo vieran—Tranquilos. Sé que no tenemos mucho en común... pero sí tenemos un enemigo en común... y una meta en común. Para poder alcanzarla... para poder sacar a nuestra gente del Monte Weather... necesitamos trabajar juntos. Juntos. La gente del cielo... y la gente del bosque. Nuestra supervivencia depende de que compartamos conocimientos...

—Que aburrido—murmuró James.

—Si, bueno, esto "aburrido"—hice comillas con mis dedos y él me miró—Salvará a los que están en Monte Weather.

(...)
—¡Esta discusión es una pérdida de tiempo! Esto es simple. Ellos no pueden respirar nuestro aire. ¿Por qué no abrimos la puerta y terminamos con esto?—dijo un terrestre—Que ardan

—No, porque tienen un sistema de contención, múltiples compuertas, como las que teníamos en el Arca—dije—Nuestros hombres adentro pueden apagar eso.

—Si logran entrar.

—¿Y si lo apagamos desde el exterior?—dijo Lexa y la miré—Dijiste que esa maldita cosa les da electricidad. Quitémoslo.

—Esa maldita cosa resistió una guerra nuclear, Comandante. Realmente dudo...—el terrestre de antes golpeó la mesa.

—Todo lo que ella ofrece son negativas.

—Quint...

—Mis disculpas, Comandante, pero el mayor ejército que hemos tenido espera que le demos una misión. Mientras más tiempo nos tome, más de nuestra gente muere dentro de esa montaña.

—Es igual para nosotros.

—Hemos perdido a cientos. ¿Cuántos de los tuyos has pedido, niña? Ella dice que tiene un plan—miró a Lexa—Yo digo que esperará que dos hombres entren no es uno muy bueno—apoyé mis manos en la mesa y todos me miraron.

—Es un buen plan, con dos infiltrados sabremos lo qué pasa allí dentro, sabremos dónde está lo que controla todo, lo que hace la niebla ácida, la desactivarán y atacaremos.

—Estoy de acuerdo con la niña—dijo un terrestre—Tenemos un ejército. Usémoslo—miró a Quint—Pero antes debemos esperar a que los hombres dentro bajen sus defensas y desactiven la niebla ácida.

—No pueden vencer al enemigo si no pueden  llegar a él.

—Tú eres el enemigo—murmuró Quint y lo miré.

—Lo siento. ¿Hice algo para ofenderte?—se acercó a mi.

—Si. Quemaste vivo a mi hermano en un anillo de fuego—asentí y me acerqué a él.

—No debió atacar mi nave.

—Eres muy valiente bajo la protección de la Comandante, ¿verdad?

𝐓𝐇𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 ──── 𝐓𝐇𝐄 𝟏𝟎𝟎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora