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KRISTEN

—Te sacaremos de aquí—le dijo Clarke y yo asentí. Ella corrió a buscar algo con lo que podamos abrir la puerta que tenía un candado. Volvió con un tubo de metal en sus manos e intentó abrir la puerta, cuando la abrió Anya intentó salir.

—Vamos. De prisa.

La doctora que nos había curado entró.

—Métanse—las empuje dentro y me oculté tras unas jaulas hasta que escuché que la puerta se cerró.

Suspire y vi que ambas salieron de la jaula, Clarke ayudaba a Anya, puse uno de sus brazos por mis hombros y buscamos una salida.

—Bien.

Entramos a una habitación que tenía un letrero de peligro, nos pusimos en un tipo de puerta en el suelo. La puerta de cerró y una alarma empezó a sonar.

—¿Qué es eso?

—No sé—la puerta debajo de nosotras, haciendo que cayéramos por un tubo, terminamos en una carretilla con cuerpos.

—¿Qué? Dios mío—Clarke y yo salimos mientras Anya veía el cuerpo de alguien, le estiré mi mano para que saliera—¡Anya! Dame la mano.

Ella la agarró y salimos, habían unas vías de tren y eso parecía un túnel.

—Estamos fuera—vi ropa en el suelo—Oigan—me acerqué—Vamos, vístanse. No lograremos avanzar así.

—No dejaré a mi gente aquí.

Clarke se acercó mientras yo me vestía.

—Anya, escúchame. Nuestra gente está ahí dentro también, pero tienen guardias. Tienen armas. Cuando salgamos de aquí, podremos buscar ayuda. Podremos regresar—repitió.
—No hables en plural—escuchamos voces acercarse.

—Alguien viene.

—No es "alguien". Destripadores—dije y Anya intentó alejarse—Apenas puedes estar de pie. Tengo una idea mejor. Vamos.

Subimos a otra carretilla, metí ropa y nos quedamos quietas, escuchando como los destripadores se acercaban, tiraron cuerpos encima de nosotras e hice una mueca.

(...)

Sacaron el cuerpo encima de Anya mientras reían. Escuchamos gritos, Clarke y nos levantamos y vimos a personas al rededor de la persona que habían sacado.

—Bien, vamos—le susurró a Anya, ella agarró la cara de un hombre que estaba allí.

—¿Qué estás haciendo? Vamos.

Yu gonplei ste odon—dijo en su lengua terrestre y le rompió el cuello. Sacamos la ropa y corrimos por el túnel.

—Demonios. Este lugar es un laberinto—dije, respirando agitadamente, y volteé a ver a Anya—¿Qué nos están haciendo?

—Usan su sangre.

—Vimos entrar a un soldado con heridas de radiación. Horas después, estaba bien—dijo Clarke, poniéndose una casaca—Es como si tu sangre los curara, de algún modo. Nunca vi algo así. Vamos, por aquí—vimos que Anya caminaba hacia donde estaban los destripadores.

—Oye, oye, ¿qué estás haciendo?—nos acercamos a ella—Por ahí regresas a los destripadores.

—Ustedes vayan por su camino, yo iré por el mío

—Anya, tenemos que seguir juntas—ella volteó bruscamente.

—Ya te lo dije, no hables en plural, no si me incluye—me miró.

—Te salvamos la vida.

—Me salvaron la vida porque me necesitaban. Conozco el camino para volver con su gente. Sé dónde están escondidas las trampas. Solas nunca lo lograrán.

—No tenemos tiempo para esto. Si permanecemos juntas, las tres, tendremos chance de salir de aquí—dije, volviendo a caminar junto con Clarke—Lo único que podemos hacer es avanzar y tener esperanza.

—Mierda—murmuró Clarke, volteé y vi que Anya no estaba—Anya. ¿Anya?

—Debemos irnos, ella decidió no ir con nosotras.

Corrimos por los túneles, buscando una salida pero nos detuvimos al ver a destripadores en frente nuestro, quisimos volver pero había otro.

—Ay, no. No, no. Por favor—nos acorralaron pero se alejaron al escuchar un pitido.

—¡Atrás!—vimos a guardias de Monte Weather—¡Aléjense de ellas! ¡Ahora!—los destripadores se alejaron—Clarke Griffin, Kristen Taylor, ustedes vienen con nosotros.

Los guardias agarraron nuestros brazos y caminamos hacia una puerta.

—Vimos todo. Sabemos lo que hacen con ellos.

—Es por eso que irán con ellos a la Cámara de Cosecha.

—Alfa-Delta Dos. Llegamos a la entrada. Dos prisioneras en custodia.

Su misión era traerlas a las tres—dijeron a través de un aparato en la puerta—La terrestre no tiene permitido salir de esta montaña. Alfa-Delta Uno está saliendo ahora.

Escuchamos un grito y vimos a uno de los guardias caer al suelo, Clarke y yo luchamos contra los otros.

—¡La mascara!—les quitamos las máscaras y empezaron a respirar con dificultad.

—Encontré una salida. Por aquí—dijo Anya, Clarke y yo agarramos armas y corrimos detrás de ella mientras la puerta se abría y unos guardias salían de ella. Paramos en un acantilado.

—Espera. Tiene que haber otra manera.

—No hay.

—Ríndanse, chicas—escuchamos detrás de nosotras y volteamos—No tienen otro lugar a dónde ir.

Anya saltó y abrí mis ojos como platos.

—¡Anya!

—No tenemos que matarlas. No tiene que acabar así. Suelten las armas. Arriba las manos—hicimos lo que nos dijeron, mirándonos entre nosotras—Capturen a las prisioneras.

Clarke agarró mi mano y corrimos hacia el acantilado, saltamos y caímos al agua. Salí a la superficie y esperé a que Clarke también lo hiciera pero no la vi, me hundí en el agua para buscarla y cuando la encontré la llevé hasta la superficie. Vi a Anya caminar hacia nosotras, ambas llevamos a Clarke a la tierra, ella despertó y me miró.

—Gracias—asentí—Creo que deberíamos volver a la nave. Para ver quien...

Anya nos golpeó con una roca en la cabeza.

—No volveremos a su nave. Mataron a trescientos de mis guerreros—ató nuestras mano—No puedo llegar sin una ofrenda.
Caminamos por el bosque mientras ella nos guiaba hacia su aldea, Clarke murmuraba maldiciones mientras yo pensaba en una manera de escaparnos—Cállate—le dijo a Clarke, sin dejar de mirar al frente, rodé los ojos y suspiré.

𝐓𝐇𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 ──── 𝐓𝐇𝐄 𝟏𝟎𝟎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora