((🍊)) asahi y haruto se "conocieron" en el estudio de música, la gente solía compararlos por quién era más lindo, quién era el mejor compositor y escritor, el mejor estudiante, el más hombre... tanto así que ambos comenzaron a competir, se agarraro...
Todo fue confuso, Haruto se encargó de secar sus lágrimas lo más rápido posible, también, se asustó al sentir la puerta abrirse.
Asahi se quedó callado, sabía que estaba llorando, lo que no entendía era por qué estaba ahí. Usualmente, Asahi trataba de ir al estudio cuando no estaba el menor, porque sabía que las cosas andaban mal y no quería toparse con él.
Ambos se miraron por un par de segundos, y luego Haruto con desesperación comenzó a agarrar sus cosas, levantándose para largarse. Le agarró vergüenza.
—Hey... —lo tomó del brazo— ¿Estás bien?
—Suéltame, no es de tu incumbencia. —trató de zafarse de su agarre, pero no fue posible, Asahi era lo suficientemente fuerte— Yah...
—¿Podrías actuar maduro por una vez en tu vida y hablar decentemente conmigo?
El otro japonés no respondió.
—Sientate.
—No.
—Mierda, ¿ni siquiera eres capaz de poder responder una simple pregunta como "Estás bien"?
—¡Te dije que no te importa! ¡Ve a joder a tu maldita puta madre y déjame en paz!
Al final lo soltó, Haruto después salió del estudio, maldiciendo en voz baja.
Asahi dejó caer su bolso por furia, había hablado de su madre, y eso le dolía.
—Demonios... —abrió el cierre y tomó su laptop, tal objeto había tenido un gran impacto con el piso
Se levantó y posicionó el aparato en el escritorio, para luego tratar de prenderla, pero no prendió.
Tratar de ser amable con Haruto fue mala idea.
Una muy mala.
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—¡Tengo furia! ¡Ni siquiera me soltaba! Aish, creo que me voy a volver loco. —el japonés se quejaba a través de la línea
—¿Que pasó, exactamente? —preguntó Junkyu con una voz infantil mientras reía
—Entró, y me preguntó si estaba bien, ya que me vio llorando. Le dije que no le importaba, pero el cabron me sujeto del brazo y no me dejó irme, ¡maldigo que tiene fuerza! Casi le doy una bofetada de tanta ira.
—No me quiero imaginar las cosas que le dijiste...
—Ve a joder a tu maldita puta madre y déjame en paz. Eso le dije.
—Oye... no me sorprende de ti, pero no creo que haya sido lo correcto insultarlo de esa manera.
—¡Él no me soltaba! —excusó
—Haruto, su madre falleció cuando él era un infante. —confesó, y hubo un silencio entre ambos— No creo que le gustara que alguien venga y hable de ella. Es una falta de respeto, y es mayor que tú.
—Yah, me hiciste sentir mal, pero luego recuerdo que es Asahi. Dudo que se haya ofendido.
—¿Y si sí? Ruto, creo que mejor deberías disculparte.
—¿Qué? ¡Quedaría como un ridículo!
—Pero es mejor pedir perdón a quedar con la culpa, ¿no es así?
—¿Quién dijo que me sentía culpable?
—¡Watanabe Haruto!
—¡No me grites con mi nombre completo, me pongo sensible! —lloriqueó— Lo siento, supongo que tienes razón.
—Entonces, ¿que vas a hacer?
—Mañana iré a pedirle una disculpa, ¿felíz? ¡Pero no me haré un discurso! Solo le diré "lo siento" y listo.
—Lo siento, quizás con lo que dije te ofendí, no es lo que quise y solo salió de mi porque estaba enojado y no tenía que desquitarme contigo. —suspiró— Deberías aprender a ser sincero, Ruto.
—¡Bueno, bueno! —soltó— Admito que estuve mal, lo siento.
—Dile eso a Asahi, no a mi.
—Odio cuando te pones frío, ¡ya entendí! Pero vuelve a tu voz infantil y ruidosa, por favor.
—Está bien. —rió— Pero odio esas actitudes tuyas, no actúes tan inmaduro, tenemos la misma edad. Y no me gusta enojarme contigo.
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Era el siguiente día, Haruto estaba nervioso y no sabía por qué, ¿que era tan dificil más que disculparse con él y ya? No lo sabía.
Se dirigía al estudio, sus manos sudaban, pero sin embargo entró y lo vio ahí sentado mientras trataba de prender su mac.
Asahi por su lado estuvo toda la noche tratando de repararlo, pero resultó ser un esfuerzo en vano. Por lo que, justo en ese mismo momento, se sentía extremadamente estresado. No quería pedirle a su padre dinero porque estaba bien económicamente, pero hoy en día, los aparatos electrónicos estaban en alto precio.
—Uhm... —Haruto tosió, recibiendo la atención de Asahi rápidamente— ¿Puedo sentarme?
El japonés mayor lo dudó, pero finalmente asintió.
Y ahí estaba Haruto, luchando para comenzar una conversación con el chico que según él, odiaba.
