Enredos de Oficina

La forma en que luces esta noche

 La forma en que luces esta noche

-Taylor Swift, ¿es en serio?- preguntó Annabeth con una ceja alzada, al tiempo que Percy sonreía divertido y aumentaba aún más el volumen del estéreo de su auto. Como respuesta, la rubia rodó los ojos suspirando y luego se cruzó de brazos frunciendo el ceño demostrando que de verdad estaba molesta.

-No finjas que te desagrada, porque durante el último viaje que hicimos a Paris te oí claramente cantando esta canción en el avión mientras usabas tu iPod.- en ese instante, toda la sangre se agolpó de repente en las mejillas de Annabeth (nota mental: nunca volver a escuchar música en un avión a medianoche, y más si quien estaba a su lado era Percy). -You're on the phone with your girlfriend she's upset; she's going off about something that you said... Vamos canta conmigo, que no te de pena- dijo el pelinegro con la vista clavada al frente mientras se detenía frente a un semáforo en la intersección de Broadway con la 47.

-Por favor pon algo de Rod Stewart y déjate de tonterías.- no pensaba hacerlo. No cuando precisamente se trataba de ESA canción, con la que sentía que dejaba al descubierto su alma y todos los sentimientos que encerraba por su mejor amigo.

¡Maldición! ¿Por qué, precisamente cuando el encendió el estéreo, tenía que sonar ese hit de Taylor Swift por la radio? ¿Es que había hecho algo malo durante su vida pasada y el karma quería que lo pagara de esa forma?

-No pienso hacerlo hasta que cantes, Annie.- aseveró Percy con una sonrisa traviesa, para luego quitar el techo de su descapotable llamando la atención de todos los transeúntes que esa noche abarrotaban Times Square.

A pesar de las negativas de Annabeth, su jefe pasó a buscarla de su piso en Midtown para llevarla en su Lamborghini hasta el Marriott Marquis, un hotel situado tan solo unas calles más abajo de su hogar. A su parecer no tenía sentido el hacer que Percy recorriese una de las avenidas más concurridas de New York en sábado por la noche cuando tranquilamente podía ir directo a la fiesta por un camino alternativo y dejarla tomar un taxi, pero él era tan obstinado y caballeroso que no hubo formar de evitar esto. Ahora los dos se hallaban discurriendo por Broadway rumbo a la cena de gala en honor al decimo aniversario de RED... escuchando, nada más ni nada menos, que la cantante country más afamada del país en estos últimos años.

-... she doesn't know your story like I do.- continuó cantando Percy a viva voz, y lo peor de todo fue que, a pesar de estar sentado, comenzó a bailar de forma muy extraña como lo hacía la mismísima Taylor Swift en el video de su canción.-But she wears short skirts, I wear t-shirts; she's cheer captain and I'm on the bleachers...-

Dioses. Había hecho muchísimas tonterías en su vida, pero esta sin dudas se llevaba el premio gordo.

Cumpliría treinta el próximo mes, y aun así Percy Jackson seguía siendo aquel chico divertido con el que salía a dar vueltas por San Francisco luego de sus clases en la preparatoria. Viéndolo actuar así, y encima en pleno Times Square, le recordaba la vez en que, tras perder una apuesta, tuvo que cantar a viva voz una canción de Whitney Houston en Ocean Beach. Luego de eso, no pudieron ir a esa playa durante al menos un mes porque todo el mundo reconocía al muchacho y se reía a más no poder.

De repente, Annabeth esbozó una sonrisa y no pudo contener las ganas soltar una gran carcajada.

-Vamos, ¿no querrás que cante toda la canción solo, o si? Acompáñame.- dijo su mejor amigo con una sonrisa golpeándole suavemente el hombro izquierdo, y justo entonces el semáforo dio luz verde por lo que continuaron con su camino.- If you could see that I'm the one who understands you...-

-...been here all along, so why can't you see you belong with me...- cantó la rubia elevando apenas el tono de su voz mientras cerraba los ojos, sintiendo en su pecho el peso de aquella simple frase.