XXI (parte tres)

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El auto paró frente a la casa y salí del auto seguida de Evan, entramos al interior de la casa y caminamos por el frío y oscuro pasillo cuando Evan repentinamente se desplomó en el suelo 

__ ¡Evan! __ chillé arrodillandomé a su lado

__ Olivia... ¡Ah! __ grito

__ ¿Que pasa? ¿Que tienes?

Cerró los ojos con fuerza y ví como cada músculo de su cuerpo se tenso. Ví el horrible charco de sangre que se estaba formando abajo de el y la angustia y desesperación se coló en mi cuerpo 

__ ¡Hablame por favor! __ hable desesperada

__ Toma mi teléfono y llama al doctor Leo.

Desesperada, busque el móvil de Evan en sus bolsillos, lo encontré y por suerte no tenía contraseña, busque entre los contactos al doctor y marque su número rápidamente y desesperadamente

....Llamando....

__ ¿Aló?

__ Ho- hola, es urgente tiene que venir ya. Por favor...

__ ¿Evan? __ habla extrañado

__ Si... No... Bueno es Evan, se está desangrando  __ sentí dos lágrimas deslizarse por mis mejillas

__ ¿Quién es?

__ ¿Eres sordo? Evan está en el suelo con una herida de bala y se esta desangrado, está muy pálido. ¡Por favor se está muriendo!

__ Ya voy para allá.

Corte la llamada y dejé el teléfono a un lado para hacer presión en la herida. Evan gimió de dolor y se retorció en el suelo

__ Vas a estar bien, ya viene en camino la ayuda __ un sollozo se escapó de mis labios

__ Tranquila, suenas muy desesperada __ pasa su mano por mis mejillas limpiando mis lágrimas

__ Evan... __ susurré

__ Olivia...

Escuché el timbre de la casa y me levanté rápidamente y corrí hacia la entrada, abrí la puerta y afuera se encontraba un hombre un poco mayor con un bolso en su  mirándome ¿sorprendido?, Se quedó atónito al mirarme y creo que hasta se puso pálido

¿Pero que te pasa hombre? Mueva el culo que Evan se va a morir

Lo pensé pero no lo dije

__ Evan está en el pasillo __ fue lo único que pude decir

El hombre entro y rápidamente camino hasta el pasillo donde se encontraba Evan retorciéndose del dolor. Le seguí y me quedé a un lado para no estorbar

__ Necesitamos llevarlo a su habitación __ demandó

Asentí y me acerqué para ayudar a Evan a levantarse, entre los dos ayudamos a Evan a subir las escaleras y entrar a su habitación.

Evan se encontraba acostado en su cama, soltando algunos quejidos mientras el doctor le limpiaba la herida. Esta no dejaba de sangrar y Evan estaba muy pálido, tenía los labios morados y no se cómo se podía mantener despierto. Estaba inquieta y super preocupada. Un olor desagradable entro por mis fosas nasales haciendo que se me revolviera el estómago y lo peor era que ese olor provenía de mí, olvidé que estoy toda llena de sangre.

Salí de la habitación de Evan y fui a la mía para darme una larga ducha. Me quite el vestido y entre a la ducha, sentí como las gotas de agua cristalina corrían por mi cuerpo acalorado, haciendo que relajara cada músculo de mi cuerpo. Cerré el agua y me envolví en una toalla. Salí del baño, me vestí y baje a la cocina para preparar café. 

Con las dos tazas de café ocupando mis manos entre de nuevo en la habitación de Evan y me encontré con el doctor guardando todas sus cosas y con un Evan dormido

__ Le di una pastilla para que pudiera dormir __ dijo al notar mi presencia

__ Gracias __ susurré y le ofrecí la taza y el la tomo amablemente

__ Tienes que limpiar la herida todos los días, hasta que sane y también tienes que darle estás pastillas __ pone una cajita de pastillas azules en la mesita de noche de Evan __ son inti-bióticos 

__ Lo haré __ sonreí son despegar los labios

__ Va a estar bien __ me devuelve la sonrisa

__ Eso espero...

__ Bien. Me tengo que ir __ se da la vuelta y cuando va a salir se voltea hacia mi __ y Olivia.....

__ ¿Si?

__ Haz crecido mucho __ sonríe y cierra la puerta

Mire un punto fijo en la puerta, analizando sus palabras. ¿Como que he crecido mucho? Ahora sí quedé flotando en una de mis lagunas mentales.

Suspiré cansada y me senté al lado de Evan observando lo dormir, él tenía un hilo de saliva rodando por su mejilla, se ve tan adorable, de esta forma, se ve tan... Vulnerable

Sonreí y pase mis dedos suavemente por su frente, él se estremeció, pero yo no aparte mis dedos, por Dios está hirviendo. Gotas de sudor se empezaron a formar en su frente y pecho. Me levanté y fui a buscar una toalla húmeda con agua fría para ponerla encima de su frente.

Regresé y me volví a sentar a su lado, sumergí la pequeña toalla en el agua fría y la puse en su frente. Lo mire fijamente, detallando cada parte de su rostro. Ya las entiendo. Si es como el chico de sueños de cualquier chica. Es como el príncipe azul de la Cenicienta, el Erick de la sirenita y el Clark Kent de Louisa Leín.

Estuve con el toda la noche, como una madre cuidando de su hijo enfermo, poniéndole toallas húmedas para que su fiebre no aumentara.

Ya perdí la cuenta de cuántas tazas de café me bebí para no quedarme dormida, temía que el hiciera algún movimiento y la herida se abriera; pero ya eran las tres de la madrugada y me estaba cayendo de sueño. Sentía mi cuerpo adolorido, como si me hubieran dado una paliza, deje la taza de café en la mesita y me acosté a su lado. Verlo de perfil es otra cosa, es impresionante su belleza; sus padres debieron de ser muy atractivos para tener a una criatura cómo esta. Se ve tan lindo aquí a mi lado, con los ojos cerrados, con el ceño ligeramente fruncido y las mejillas rojas. Sonreí inconscientemente y  enrede mis dedos en su cabello para jugar un rato 

__ ¿Que pasa Olivia? ¿Te pone nerviosa la cercanía?

__ No.

__ ¿No? Entonces porque estas temblando?

Sentí cosquillas en mi estómago y mordí mi labio inferior al recordar ese momento.

__ Que raro eres Yeti __ murmuré

¿Que me esas haciendo, Yeti?

Un amor desconocido [SEMI EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora