Capítulo V: Comida

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Dentro de la universidad tenemos 5 cafetines y uno nuevo por abrir, estos lugares nos ofrecen desayunos, almuerzos, cenas para los estudiantes y maestros. Alejandra y yo fuimos al "Blue World Coffee", habíamos quedado en encontrarnos con Maximiliano, los tres nos conocimos desde tiempos inmemorables ósea el inicio de la u, pero por cuestiones de la vida ya no pasamos mucho tiempo juntos.

Entramos en la cafetería, tenía un estilo vintage con luces muy vibrantes, nos sentamos en las mesas blancas con cojines acolchonadas junto al ventanal.

-Oye, te veo muy callado. -me dijo Alejandra - ¿Qué está pasando?

-Nada, es el cansancio ya sabes las clases además del trabajo que me da nuestro flamante "director"- hice comillas en el aire.

-Por no decir odioso- me dijo- pero no vinimos aquí a hablar de tus problemas estudiantiles y mucho menos de los laborales, sino de que me eh enamorado

Y hay viene de nuevo con su frase de toda la vida y me dirá somos...

-Somos el uno para el otro. – completo mi frase.

-Este es el quinto chico del año Ale, y vamos marzo-le dije- Y mientras no te aburras todo bien.

- ¡No!, yo sé lo que te digo este chico, esta guapísimo – me contesto- aparte tiene mucho dinero, te sacaremos a comer ya verás.

- ¿Enserio?, sabes que el dinero no cumple todas las expectativas de una persona- le respondí- tiene que quererte y cuidarte además tratarte como la chica que mereces, porque de no ser así no vale la pena...

-Lose, pero de verdad se nota que me quiere...-me dijo

-Quien quiere a quien...- respondió una voz agitada.

- ¿Corriste la maratón o qué? – le pregunto Alejandra.

-Hola chicos, yo también los extrañe- hablo Maximiliano.

-Hola feo, siéntate a mi lado- le dijo Ale.

-Hi Maxi, ¿cómo estás? – le salude.

-Bien mis chicos, después de esto tenemos clase ¿no? – pregunto

-Si, ojalá no repruebes otro curso más este ciclo- dije riéndome.

Con Maxi compartíamos solo 3 clases, ya que reprobó como 4 materias los ciclos pasados, es un poco "flojo", me perdí en mis pensamientos mientras Alejandra comenzó su cuento nuevamente pero ahora a Maxi, por lo que decidí desviar mi mirada hacia el ventanal. Se podía observar a chicos caminando por los pasillos, hasta los chicos del campo de fútbol, soy muy ciego y necesito lentes, pero como se dice soy un ciego independiente...me acabo de sobar los ojos por tercera vez, creo a ver visto a Adrian jugando. Creo que estoy delirando, porque estuvimos juntos hace unas horas y dudo mucho que haya procedido tan rápido sus documentos, o ¿sí?...

- ¿Que paso? - me dijo maxi.

- No lose esta así desde la mañana, muy callado - dijo Alejandra – y eso me preocupa más, este chico nunca se puede quedar quieto.

-Nada chicos de verdad estoy bien- les dije – miren ya viene la comida.

Los tres pedimos espaguetis con albóndigas acompañados con jugo de manzana. Al terminar salimos y comenzamos a caminar por los pasillos, era mi momento...les obligue a que pasáramos por el campo de fútbol para confirmar que era Adrian, con un polo rojo con rayas amarillas, un short blanco y zapatillas negras era el uniforme de la selección del equipo; mi corazón comenzó a latir muy rápido y comenzaron pensamientos muy impuros. Pude ver como tenía la camiseta pegada por el sudor y el short blanco que se le marcaba todo...todo. Al parecer me quede mirando mucho tiempo ya que chocamos miradas y me saludo, solo levante mi mano con una estúpida sonrisa.

- ¿Qué fue eso? - me dijo Maxi

Mierda estaban a mi lado.

- ¿Qué de qué? – les dije

-Ese no es el chico nuevo que uff te cae super mal- dijo Alejandra e hizo un gesto raro- porque al parecer se llevan muy bien.

-Aich callen y vamos a clase que llegamos tarde -los apure evitando el tema.

Llegamos a clase de Economía con la profesora Lisette, era gordita y bajita con un carácter muy agradable. Estaba todo muy callado esperando a que comenzara la clase.

-Buenas tardes profesora, podre pasar- dijo Adrian.

-Buenas tardes joven- respondió la profesora- se puede saber porque tan tarde.

-Tengo prácticas de fútbol en la liga de la universidad y se me hizo un poco tarde- me respondió.

Que gusto de este chico llegar siempre tarde a las clases, pero bueno concentrándonos en nuestra clase, la profe comenzó a explicar que iba a dejar un trabajo de dos, todo iba bien hasta que dijo que iba a ser sorteo, el salón abucheo porque al parecer no les pareció una buena idea. La profesora comenzó dictando los nombres de las parejas...

-Alejandra con... Maximiliano- suertudos.

-Luis con...-continuaba.

-Rodrigo estará con... Roxana

-Gabriel, humm tu estarás con... Adrian- dijo

Quede en shock no puede ser; solo me falta salir y que me caiga un meteorito. Pude ver como Adrian traía una sonrisa ya que este se encontraba sentado a unas carpetas adelante mío.

-El trabajo va a ser un poco extenso así que deberán tener en cuenta el hecho que tendrán dos semanas para presentarlo y sobre todo que vale el 30% del curso.- dijo – El proyecto consiste en la simulación donde van a realizar una construcción ya sea de un colegio, casas, hospitales, puentes, carreteras, cualquier tipo de construcción en las zona más pobre del país, ver cuáles son sus ingresos y gastos, esta sobreentendido el hecho que los gastos tienen que ser mínimos...bueno chicos eso es todo por hoy así que se pueden retirar buen fin de semana.

-Suertudos - les dije e hice un puchero.

-Se que extrañaras que haga todo el trabajo – dijo Maxi, guiñándome el ojo.

-Ahhh si claro... como tu trabajas demasiado- use mi sarcasmo.

Comencé a guardar mis cosas y di una revisada al móvil ya eran las 6 y media de la tarde.

-Allí viene ese papasito- me dijo Alejandra a mi odio y se fue con Maxi del brazo- te esperamos afuera.

En mi mente decía perra te odio, aunque suficiente castigo tiene trabajando con maxi.

-Hola, creo que trabajaremos juntos- me dijo Adrian con una sonrisa.

-Si creo que así es, quieres que lo hagamos en mi casa o en la tuya – le pregunte.

-No sé dónde te sientas más cómodo- sonrió de una manera muy sexi, mierda me voy a mear creo que no me explique bien.

-Ósea el trabajo, quizá mañana o pasado. -le dije.

-Te parece mañana por la tarde en mi casa -me pregunto. – a las 5.

-Está bien, no tengo problema. - le dije.

Me pare de mi asiento, observe el salón y no había nadie estábamos los dos solos. Le di la mano para despedirme, volvió a recorrer esa electricidad que siempre me pasa cuando tenemos contacto, creo que él también lo tubo porque me soltó al instante y se fue, quedándome completamente solo. Al salir me encontré con los chicos, juntos fuimos a tomar el autobús.

 Al salir me encontré con los chicos, juntos fuimos a tomar el autobús

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Aun creo en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora