Esta es una típica historia de amor o.... si tú quieres no es así... pero bueno, comenzamos hablando de nuestro brillante alumno Gabriel, está muy emocionado ya que se está preparando para el primer día de clases. Al otro lado de la ciudad nuestro o...
- Levántate de una vez, ya es muy tarde -estaba casi gritando - Gabriel juro que si no te levantas te hecho agua helada y no bromeo.
Esa voz tan conocida, de tan mal humor y tan común en ella por las mañanas.
-Mamá cinco minutos más por favor. - dije mientras me acomodaba dentro de las sabanas.
- Te quiero en menos de media hora en la mesa, te estaremos esperando. - me contesto.
En un par de minutos me levante no quería provocarla, la verdad a quien le gusta ver a su mamá enojada a las 6 de la mañana, la mayoría conocemos esa historia y nunca termina bien.
Revise el móvil que se encontraba en la mesa de noche, junto a la cama. Mierda, ahora entiendo los gritos de mi madre faltaba menos de una hora para la universidad y no estaba listo.
Agarre una toalla y me apresure a ducharme, me coloque bajo la regadera y deje caer las primeras gotas de agua helada sobre mi cuerpo, quitando todo tipo de sueño, ya que anoche no dormí casi nada, es que estaba terminado la cuarta temporada de ShadowHunter y para que mentir esa serie es adictiva. Acabe de ducharme, coloque la toalla en mi cintura y salí directo a mi habitación.
Era mi tercer año en la universidad, pero lo sentía como si fuese el primero. Decidí ponerme una camisa manga corta de gasa a rayas color blanco y maíz, un pantalón negro y zapatillas blancas; ah, pero nunca faltan los accesorios y este día por ser especial me coloque una cadena de color oro que me regalo mi mamá para mi cumpleaños y un brazalete de oro con forma de serpiente.
Ni bien terminé de arreglarme me fui directo a la cocina, mi mamá estaba terminado el desayuno, preparo huevos revueltos y jugo de naranja.
-Buenos días, Señorita Regina usted cada día está más hermosa - le di un beso en su cabeza y le ayudo a exprimir las naranjas para el jugo.
-Aja Aja tú crees que soy tonta ayer te quedaste hasta las 3 de madrugada. - me dijo mientras comenzaba a servir los huevos revueltos.- ya está siéntate.
-Mami prometo que será la última vez.
-Buenos días - dijo una vocecita soñolienta.
-Oh mi bebé hermoso buenos días - lo cargué y comencé a besarlo en toda su carita
- ¡Basta, basta... basta yaaa! - gritaba y entonces pare.
-Que ya no me quieres. - hice un puchero.
-Chicos, avancen que se nos hace tarde. - dijo mi mamá y ambos nos sentamos - nuestra ruta del día de hoy es dejar a Gabriel en la universidad, luego dejar a Ariel en el colegio y por último irme a trabajar. Por cierto hijos, hoy llegaré un poco tarde. Quizá no esté para el almuerzo y la cena, tendré reunión con los ejecutivos.
-Ya mami tranquila, yo me encargo de la comida - le respondí- hoy toca almorzar pizza. - guiñe un ojo a Ari.
Luego de terminar el desayuno nos encaminamos a la camioneta blanca de mamá. Siempre me gusta ir en la zona trasera del auto ya que tengo más espacio y entra más aire de no ser así me mareo, a diferencia de Ari que le gusta ir de copiloto. Me coloco los audífonos y reproduzco Sodio de Danna Paola. Observaba por la ventana los árboles y las casa pasar, hasta que me percate que ya estaba a unas cuadras de la Universidad, entonces hago un repaso de todo lo que tenía que llevar, también reviso por ultima ves mi horario y el salón que me toca, llegando al estacionamiento mi madre se despide de mi con un abrazo y un beso, mi hermano andaba muy concentrado en su juego que ni caso me hizo.
-Adiós hermano. - grite desde fuera del auto, levanto la mirada del celular y me dedico una sonrisa.
Me di media vuelta y tomé camino hacia la entrada, no recordaba la universidad tan grande. Una vez dentro me acerque a la recepción de mi pabellón, que por cierto estudio Ingeniería Civil, si lose mucha matemática y muy pocas horas de sueño.
Una señorita muy bien vestida me entrega los últimos arreglos de mis pendientes ya que formo parte de la comisión de las actividades extracurriculares.
-Gabriel, por cierto...- lo pensó antes de decirlo- el director me dijo que no procederá tu petición del cambio de horario con el taller de dibujo. - me dijo un poco decepcionada.
- ¿¡QUE!? - dije casi gritando - Sabe bien que se nos cruza horarios, pero ya hablare luego con él, muchas gracias más tarde nos vemos -respire profundo.
Salgo de la recepción, me dirijo a mi clase de Resistencia mientras voy revisando las hojas que me dio Carolina ... lo usual, tenía que conocer a los nuevos ingresantes en los talleres y darles la bienvenida, nada fuera de lo común.
Iba tan concentrado que no me fijaba por donde caminaba, hasta que tropiezo con algo, pierdo el equilibrio y caigo; mis hojas terminaron todas regadas y también me dolía el trasero.
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