Cap 8

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Ya habían pasado dos semanas desde el conflicto con las amigas de Adrien quienes parecieron desaparecer sin decir nada sobre su opinión, o al menos eso es lo que Adrien me había dicho.

Ya que era sábado decidí salir a comprar un poco de comida para almorzar, agarro mis cosas y cierro la puerta de mi departamento.

-Hola, tu debes ser Jenna, la señora Fits me dijo que vivías aquí- la voz de una muchacha me hace girar y la veo parada en las escaleras.

-Si soy yo, ¿En qué puedo ayudarte?- le pregunto al no reconocerla.

-En nada- dice nerviosa terminando de subir las gradas, se acerca a mi y me tiende la mano- Son Abigail, tu nueva vecina, vivo acá al lado.

-Mucho gusto Abigail, estaba de camino a comprar comida, si quieres...-antes de que termine la oferta de hablar luego... ella me corta.

-Si vayamos juntas- dice en un segundo, y se empieza a bajar las escaleras nuevamente, pongo los ojos en blanco esperando tener paciencia suficiente para ella, ya que parece una muchacha algo joven e ingenua, debe tener mas o menos 27 años, 5 años menos que Lilith y 9 años menos que yo.

En cuanto salimos del edificio ella empieza a contarme frenéticamente que venía de Newport un pueblo costero cerca de la ciudad, y que a su novio le habían ofrecido un trabajo acá de DJ de una discoteca que estaba de moda, ella era diseñadora de modas, y trabajaba en una tienda donde vendía sus diseños pero que ahora estaba buscando empleo.

-Es aquí- la interrumpo señalando un pequeño restaurante de comida china que había conocido la semana pasada y me había gustado muchísimo.

-Genial, entremos- ella abre la puerta y entra rápidamente, Abigail era de esas personas llenas de energía contagiando su buen humor a todo el mundo.

-Abigail, yo pediré lo mío para llevar, espero una llamada en casa.

-Claro, yo también llevaré lo mío, no puedo dejar que mi novio cene solo- responde con una sonrisa en el rostro y nos acercamos al mostrador.

En cuanto llegamos pido una porción de pollo agridulce, fideos, y un salteado que parecía extraño pero me apetecía probar, Abigail pidió 6 porciones de algo que no entendí y nos sentamos a esperar por unos minutos.

-¿Y tu tienes familia?- su pregunta me hace sonreír porque viene tras una historia sobre su madre y hermanos que parece que la agotaron, y si no fue la historia fue su veloz manera de contarla.

-Bueno mis padres viven en Skaneateles, es un pueblo cerca de acá, y mi hermana y su familia igual viven allá.

-¿Pero tú no tienes hijos o esposo?- su pregunta me duele un poco pero prefiero no contarle mucho de mi vida personal.

-No, soy solo yo- la respuesta me sacó una sonrisa, hace muchísimo tiempo no decía esa frase sin llorar, solo yo... y después de mucho tiempo y superar en gran parte el dolor que esa frase me causaba... me agradaba...Ella mira mi dedo que tenia aun marcada una fina línea donde antes solía estar mi aro de bodas.

-En ese caso, esta noche deberías venir conmigo, mi novio tocará en el "Shiny Luxury", es ese club del que te conté, estará genial y podríamos divertirnos un poco, ya sabes... para no quedarnos solas en casa.- la sonrisa y emoción con la que me lo decía era contagiosa, no estaba segura de si quería ir o no pero Abigail comenzaba a agradarme.

-De acuerdo, acomodaré unas cosas en casa y vamos.

El camino de vuelta a casa fue parecido a cuando vinimos hacia el restaurante, Abigail fue la que mas habló y yo respondía monosilábicamente ya que era el único espacio que me dejaba para contestar, me contó sobre los amigos que dejó en Newport, los cuales parecían gente agradable pero Abigail decía que era muy poco probable que los conozca ya que a ninguno les gustaba salir de su pueblo, no me quejaría mucho tampoco ya que la única vez que había ido a Newport fue con un novio de la universidad y era un lugar muy agradable, las calles eran lindas, bonitos lugares a los cuales ir, unas fiestas espectaculares cuando se trataba de la clase alta, y una arquitectura muy atractiva.

Una Chica en un BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora