Cap 13

4 1 0
                                    


Caminando hacia casa recordé que ya no había leche así que decido pasar por la tienda, en el sector de lácteos me quedo parada viendo los bidones de leche pensando en qué podría haber hecho diferente para que las cosas con Aldrich no salieran como lo hicieron, y al darme cuenta de que el del problema era él y no yo decidí cerrar esa puerta y dejarlo ir de una vez.

Llego a casa con leche y otras compras mas para la casa y veo que Adrien y Leo seguían dormidos, tomo la nota que había dejado al lado de los panqueques y la tiro al basurero, mi celular suena y contesto de inmediato.

-¿Qué paso?- pregunto a mi hermana a modo de saludo.

-Iré al hospital, ¿quieres que pase por ti?- pregunta mientras de fondo se escucha como cierra la puerta de su auto.

-Si, te espero en casa.

-En 5 minutos estoy ahí.

-No toques la bocina porque Adrien aun no despierta- Lilith se ríe pero acepta.

-De acuerdo, pero sales en 5 minutos- luego de esa frase me cuelga el teléfono y yo voy a mi habitación por una chamarra y le dejo otra nota al lado de los panqueques a Adrien diciendo que estaba en el hospital.

En cuanto mi hermana llega a mi casa escucho el motor del auto estacionándose y salgo.

-Pero que puntual- dice Lilith sonriendo, y en cuanto ve mi cara ella cambia la suya- ¿Qué paso?

-Solo un mal entendido, pero Aldrich y yo ya no estamos juntos- digo cerrando la puerta del auto y poniéndome el cinturón.

-¿Pero qué paso?- pregunta Lilith poniendo su mano sobre mi brazo para que deje de moverme y la mire.

-El me engañó, fui a verlo y estaba con una rubia despampanante en lenceria- Lilith abre los ojos como platos completamente sorprendida.

-¿Por qué?- pregunta con cara de horror.

-Simplemente lo hizo y no le di tiempo para que me invente una historia para convencerme de no dejarlo.

-¿Estás bien?- pregunta y yo asiento con la cabeza poniendo mi cartera en entre mis pies-¿Y cuándo pasó esto?- pregunta tratando de hacer cuentas.

-Esta mañana- su cara cambia completamente sin entender lo que Aldrich había hecho- solo déjalo atrás Lily, ya terminó y listo, ahora vamos a ver a mamá- ella asiente con la cabeza y enciende el auto.

-¿Te llamó papá?- pregunta rompiendo el silencio.

-No, ¿a ti?- pregunto tratando de saber porqué me había preguntado eso de la nada.

-Si, esta mañana, me dijo que mamá no se estaba recuperando como los médicos esperaban y supuse que fue su manera de decirme que mamá no estaba muy bien.

-¿Es decir que esperas lo peor de esta situación? - pregunto para prepararme a la posibilidad de que mi madre no saliera de ésta.

-Creo que si- responde viendo al camino, nos quedamos en silencio el resto del trayecto hasta llegar al hospital.

En cuanto vemos a mi padre se nota las bolsas negras bajo los ojos mostrándonos que la noche no había sido muy buena para él.

-Niñas, su madre despertó hace una media hora pero volvió a dormirse- dice sin moverse de su lado y sin soltar su mano, mi madre se veía pálida y cansada, mientras dormía en esa cama, el verla así me partía el corazón, no estaba acostumbrada, mi madre siempre había sido una mujer muy fuerte y activa, siempre estaba ocupada con algo y molesta por cualquier otra cosa.

-Te traje café papá- dice Lilith sacando un termito de su cartera, yo sonrío automáticamente y saco los panqueques de la mía.

-Yo traje panqueques- al ver eso mi padre recién se para de la silla en la que estaba sentado y yo le empujo la mesita que estaba pegada a una pared de la habitación.

No pasa mas de 1 hora mientras mi padre y Lilith comen los panqueques mi madre entra en crisis y las enfermeras nos hacer salir de la habitación, y luego de lo que parece una eternidad sale la doctora.

-Lo siento, hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance pero su corazón estaba muy débil.

-¿Ella murió?- pregunta mi padre apoyado en el brazo de mi hermana.

-Si señor, lamentamos mucho su perdida- Un hueco en la boca de mi estomago se abre como torbellino y yo solo quiero desaparecer- pueden pasar a despedirse- dice la doctora señalando la entrada al cuarto de mi madre.

Mi padre entra rápidamente y sujeta la mano de mi madre, mientras las lagrimas corren por sus mejillas silenciosamente.

-Está bien Guinivere, tenias que irte, está bien- las palabras de mi padre hacen que la sensación de mi estomago se incremente, mi hermana le da un beso en la frente y empieza a llorar desconsoladamente mientras abraza a mi padre.

-Despídete Jenna, su alma aun está con nosotros...- asiento con la cabeza pero no se me acurre nada que decirle, así que simplemente le doy un beso en la mejilla y salgo de la habitación, me siento afuera en las sillas que por primera vez veía completamente vacías.

No podía definir el cómo me sentía, si esto hubiera pasado hace 3 años no me hubiera importado mucho, la relación con mi madre no era lo mejor en ese entonces, pero ahora habíamos hablado de nuestros problemas y teníamos un mejor trato la una con la otra, hasta podría decirse que disfrutábamos pasar tiempo juntas, pero me faltaba tiempo para seguir disfrutando con ella, aun era pronto para que se fuera, las lagrimas al fin salieron aliviando el hueco en la boca del estomago que parecía que me comería viva.

Mi madre había dejado todo preparado para su funeral y cremación, le había dejado todos los papeles a mi hermana, así que ella se hizo cargo de todos los arreglos mientras yo llevaba a mi padre a cambiarse y prepararse para el funeral, yo había llamado a Adrien para darle la noticia y me dijo que estaba con Andrew cuando Lilith lo llamó, y si necesitaba algo lo llamase.

El tiempo pasó muy rápido y ya nos encontrábamos en el funeral de mi madre y era de noche, no me había dado cuenta de que no había comido nada a lo largo del día aparte de los panqueques de esta mañana, hasta que Adrien me sacó del funeral para llevarme a comer algo antes de que me desmaye.

-¿Cómo te sientes?- pregunta mientras estamos sentados en la mesa de una cafetería cerca de la funeraria.

-Cansada- siento cada parte de mi cuerpo pesada y adolorida, había ido a casa a ponerme ropa negra, y me había dado un ducha corta pero no había bastado para calmar mis músculos entumidos y esa sensación en la boca de mi estomago no desaparecía.

-Si quieres puedo llevarte a casa, Lilith lo entenderá y tu padre también.

-No puedo dejarlos solos, Lilith se encargo casi de todo, debo quedarme hasta el final.

-De acuerdo- dice él mientras termina su café, su celular suena rompiendo el hilo de mis pensamientos y él contesta rápidamente.

-¿Hola?- su cara es completamente seria, lleva la palma de su mano hacia la frente y asiente con la cabeza- Voy para allá, dame 20 minutos- luego de esa frase guarda el celular en su bolsillo y deja dinero sobre la mesa y me mira.

-¿Qué sucede?- pregunto mientras nos paramos de la mesa.

-Era la niñera, debe irse por una cosa familiar así que debo ir a ver a los niños, ¿quieres ir conmigo?- pregunta con la ceja levantada y un gesto de preocupación muy clara en su rostro.

-No puedo- él asiente con la cabeza y salimos del café.

-Quédate con Andy y Lili, yo estaré con los niños.- asiento con la cabeza y entro a la funeraria donde mi hermana se encuentra sentada al lado de Andy y mi padre, me siento a su lado y mi padre suspira.

-¿Necesitas algo?

-No hija, solo me siento cansado, creo que deberíamos irnos a casa de una vez- tras esa frase Lilith me mira y asiente con la cabeza, Andrew se levanta y se dirige a la gente para hacer la ultima oración de la noche antes de despedir a la familia por esta noche.

Una vez terminado el asunto la gente empieza a despedirse y decidimos irnos a casa, mi padre decide irse a dormir a casa de mi hermana así que nos dirigimos a mi casa para dejarme ahí y recoger a los niños que se encuentran con Adrien.

En cuanto llegamos Adrien les estaba dando de beber chocolate caliente a los niños antes de mandarlos a dormir, así que se van tranquilos a casa con sus padres y cuando se despiden me doy cuenta de que mi adorable sobrina había estado llorando durante la tarde ya que sus pequeños ojitos se encuentran un poco hinchados y rojos, fácilmente podrían pasar desapercibidos como un síntoma de mucho sueño.



UN MES DESPUÉS

La muerte de mi madre me había unido un poco mas a mi padre, pero ninguno de los dos éramos muy expresivos con los sentimientos por lo tanto, éramos unidos a nuestra manera, a mi hermana le afectó bastante ya que mi madre era muy unida a sus nietos, por lo tanto los niños la extrañaban constantemente, yo me había concentrado en el proyecto del trabajo y el hotel que habíamos comprado con Andrew ya estaba en funcionamiento por lo tanto estaba haciendo mejoras constantes con la ayuda de Adrien.

Habíamos quedado con mi hermana y mi padre en cenar juntos hoy en la noche por el cumpleaños de Andrew, todos habían aceptado y Adrien había insistido en encargarse de todos los preparativos para la cena.

Mi celular empieza a sonar y al ver el identificador sonrió.

-¿Hola?- pregunto con un risita.

-Jenna tenemos un problema- dice mi hermana desde el otro lado.

-¿Cual problema?

-Toda la familia de Andrew llegará esta tarde aquí a la casa, quieren sorprender a Andy por su cumpleaños, ¿puedo mandarlos a tu casa para preparar las cosas ahí?- no había hablado mucho con la familia de Andrew ya que solo los había visto 2 o 3 veces en todos estos años de matrimonio con mi hermana pero eran el tipo de familia que les encantaba hacer drama de todo pero no en el mal sentido si no mas como esas familias que aparecen como un tornado lleno de alegría, actividades, emociones y demás.

-Si, le avisaré a Adrien- ella suspira a modo de tranquilizarse.

-Gracias, te llamo en cuanto sepa algo de ellos.- no me da tiempo a contestarle antes de que la llamada termine del otro lado, así que llamo a Adrien y le explico rápidamente la situación.

-Está bien Jenn, solo tráeme el doble de todo lo que te pedí- luego de esa respuesta se escucha el llanto de Leo de fondo- debo colgar, te veo en casa.

Compro rápidamente todas las cosas y antes de subirme de nuevo a mi auto alguien me toca el hombro.

-¡Dinna!- al verla me doy cuenta que no había hablado con ella para nada desde la muerte de mi madre.

-Creí reconocer esas fachas- dice jalándome el canguro, veo el resto de mi ropa y traigo un jean gris y tenis.

-No me digas fachosa- digo volviendo a acomodar mi canguro.

-¿Como has estado nena?- pregunta mirándome tierna y preocupada al mismo tiempo.

-Mejor, ya me conoces, me mantuve ocupada- digo levantando los hombros, ella asiente con una sonrisa en su rostro.

-Si la verdad es que si, deberíamos salir y ponernos al día, hay muchas cosas que debo contarte- su cara se pone completamente seria y yo asiento con la cabeza.

-La siguiente semana podemos ir a tomar un café o almorzar- Dinna asiente con la cabeza y me da un abrazo que me toma desprevenida pero se lo doy de vuelta.

-Te extrañé amiga, mejor si nos vemos esta semana, te llamaré para quedar pero ya debo ir a casa- luego de esa frase me suelta y se mete en su auto que se encontraba a 2 del mío.

La tarde se pasa rápidamente entre cocinar y arreglar la casa, dos horas antes de que llegue Andy llega su familia, sus padres, su hermana con su esposo y sus dos hijos pequeños de 5 y 7 años.

Una Chica en un BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora