Cap 14 (final)

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La relación con Adrien se había dado tan fácilmente que dos semanas después de su beso, las cosas fluían de tal manera que la gente pensaba que éramos una familia.

Ya faltaba poco para terminar el proyecto que nos había traído hasta aquí, era extraño sentir que pronto volveríamos a la ciudad y seria todo muy diferente.

-Jenna tu celular estaba sonando y era Dinah, dice que se tardará media hora- la voz de Adrien me saca de mis pensamientos.

-Gracias amor- le respondo dejando el delineador sobre el peinador y parándome del banco en el que estaba sentada-¿Que tal me veo?- le pregunto al ver que no me quita los ojos de encima.

-Te ves perfecta Jenn- se acerca y me llena de besos las mejillas raspándome con la barba que recién le estaba saliendo, mientras me hace cosquillas en la cintura.

-Deja las cosquillas- le susurro colgándome en él y dándole un beso en el cuello.

-Si sigues así no llegaras a tiempo ni con la media hora que te dio Dinah- dice con voz ronca haciendo que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo.

-Entonces debería irme- le doy un beso en los labios y me descuelgo de su cuello.

-¿Quieres que vaya por ti?- pregunta viendo su reloj.

-Si, sería lindo- le digo acomodando mis planes.

-Está bien amor, entonces vámonos porque Leo ya está en el auto- mis ojos se abren como platos, agarro rápidamente mis cosas y lo empujo por la puerta de mi dormitorio.

-¿Como dejaste solo a Leo en el auto?- le pregunto a modo de regaño.

-Ya era hora de llevarte y estábamos esperándote, como no salías te vine a buscar- responde encogiéndose de hombros.

-Era que me llames- le digo poniéndome roja como tomate, entramos en el auto y Leo está completamente dormido en su sillita.

Llegamos al restaurante antes que Dinah por lo que nos quedamos en el auto charlando hasta que veo a mi amiga bajarse de su auto y sacando el celular para llamarme.

-Te envió un mensaje para que vengas por mi- le doy un beso en los labios y bajo del auto contestando mi celular.

-Ya te vi- luego de escuchar eso Dinah se da la vuelta y cuelga la llamada en cuanto me ve.

Entramos en el restaurante y pedimos unas pastas para comer.

-¿Y como ha estado el embarazo nena?- le pregunto ya que se empieza a notar su pancita.

-La verdad un poco difícil por las nauseas que al parecer solo me dan a partir de las 10 de la noche pero por lo demás todo tranquilo- dice frotándose su pancita.

-¿Y que tal el trabajo?

- Ah estado tranquilo pero por eso te insistí tanto en que nos veamos- dice mirándose las manos- lamento no habértelo dicho antes pero quería que fuera en persona.

- Ya dilo Dinah me pones nerviosa.

- Griffin ha estado yendo a la clínica, y han estado haciendo preguntas a las enfermeras que trabajaron contigo, incluso me hicieron preguntas a mi también.

- ¿Preguntaron?, ¿Con quien mas fue Griffin?

- Con unos abogados, y ya que no le entregamos tu expediente dijeron que conseguirían una orden para que se lo diéramos, la clínica aprovechó que él ya no es tu esposo para negarse ya que hay muchísimas notas totalmente descriptivas, que la verdad no sé cómo podría usar en tu contra pero el abogado de la clínica dijo eso.

- ¿Pero Dinah qué fue lo que estaban preguntando?

- Primero me preguntaron sobre tu estadía, lo que comías, de lo que hablabas y luego fueron muy directos y preguntaron si estuviste embarazada mientras estabas en la clínica y si diste a luz ahí o te llevaron a un hospital.

- Que locura...- no podía creer cuan lejos había llegado Griffin creyendo que Leo era su hijo, realmente creí que ya había dejado el tema atrás.

- Obviamente yo le dije que no, pero encontraron a Penélope que les dijo que se fue antes de que se te notara algún embarazo pero que si estabas gorda.

- Maldita, que le pasa... ¿Y qué mas dijeron?

- Al no encontrar respuestas Griffin exigió los papeles de tu registro medico durante tu estadía en la clínica, y ya que no es nada tuyo no se lo dimos, pero dijo que ya que él pagó tu estadía tenia derecho a tu expediente, y se fueron con sus abogados diciendo que traerían una orden firmada por la corte.

- Ese maldito desgraciado, cuando llegué al pueblo con Adrien y su bebé su maldita hermana le dijo que tenia un bebé y que seguro era suyo, pero yo estaba con Leo y luego Griffin se apareció en mi casa y Adrien lo boto a empujones y ni siquiera le dejo acercarse a su hijo.

- Oh Jenna si hubiera sabido eso, te lo hubiera dicho antes...

- No te preocupes, con una prueba de sangre se demuestra que el niño no es mío y listo pero me preocupa Griffin, no sé lo que podría llegar a hacer... está obsesionado con tener un hijo y creo que su esposa no puede tenerlos.

-Ella es adulta y sabia a donde se metía, con o sin problemas de embarazo...- la cara de Dinah al decir esas palabras me confundió un poco.

-Se que ella sabia cómo era Griffin pero la verdad todas las mujeres morimos por ser la debilidad de ese hombre rudo, ser esa única chica a la que trata como un tesoro, pero muy rara vez sucede y creo que es lo que le pasó a Catherine.

Luego de eso Dinah empezó a contarme de su embarazo, de su familia, y lo emocionado que su hijo mayor estaba por su nuevo hermanito.

Yo le conté sobre mi relación con Adrien y ella se puso feliz por mi, sin darnos cuenta el tiempo se pasó volando y le mandé un mensaje a Adrien para que viniera por mi, en cuanto él llegó Dinah y yo salimos del restaurante y nos despedimos, ella subió a su auto y yo al de Adrien luego de que ella lo amenazara diciendo que si me lastimaba ella lo mataría, Adrien lo tomó con buen humor y nos fuimos.

-Ya se le empieza a notar el embarazo- dice sonriendo mientras conducimos a casa.

-Si, se ve adorable.

Luego de contarle a Adrien sobre lo que me dijo Dinah sobre Griffin decidimos ir a la clínica en la que me internaron el lunes a primera hora para averiguar exactamente lo que estaba pasando legalmente con mi expediente.

LUNES

Había estado esperando por mas de 1 hora antes de que el director me atendiera, me había dicho que legalmente estaba completamente protegida con respecto a Griffin y sus exigencias del expediente, dado que en ningún lugar de mi expediente había pruebas de algún embarazo mi expediente estaba cerrado y no podían pedirlo en ningún juicio ni nada por el estilo, me había explicado que como habían 3 doctores que estaban a cargo de mi recuperación cualquiera de ellos podría testificar legalmente que no había tenido ningún embarazo, ni aborto durante mi estadía en la clínica, por lo que me fui a casa un poco mas tranquila, Adrien había hablado con Andrew y habían quedado en almorzar todos juntos en casa de Lilith por lo que bebí un baso de agua antes de volver a salir, esta vez de camino a casa de mi hermana.

DOS SEMANAS DESPUÉS

Ya que no quería tener ningún problema con Griffin mi abogado me había recomendado hacerme una prueba de sangre con Leo para demostrar que no era mi hijo y de una vez dejar el tema por terminado, lastimosamente debía ir a dos pueblos mas allá de Skaneateles ya que no habían ese tipo de exámenes ahí.

-¿Quieres que vaya contigo Jenn?- pregunta Adrien mirando preocupado.

-No te preocupes, debes terminar todos los papeles con el dueño del proyecto antes de volver a Nueva York, y si no lo haces mañana deberemos hacerlo por correo, él ya te dijo que se iría de viaje el jueves y volvería en dos semanas.

-Pero no quiero que vayas sola...- dice mirando su celular.

-Solo será un día, no creo que pase nada malo.

-Lo sé pero ya que yo no podía ir le pregunté a Andrew para que vaya contigo, y ya que yo estaré acá le dije que yo me encargaría de ayudar a Lilith y a los niños si fuera necesario- la mirada que tiene es como la de un niño cuando lo estas por regañar por alguna travesura.

-¿Y qué te dijo Andrew?

-Me dijo que no habría problema y tampoco lo tiene tu hermana, es más me dijo que te diga que ni se te ocurra ir sin Andrew.- una sonrisa se asoma por su rostro tratando de no ser muy notoria pero sin poder esconderse por completo, la verdad es que estaba muy nerviosa por esta situación y me había venido un presentimiento desde esa mañana cuando me entere que tendría que ir a otro pueblo para hacerme ese examen, pero no quería irme hasta la ciudad para hacerme solo un examen de sangre.

-De acuerdo, no estoy molesta, pero la próxima vez que tengas alguna preocupación sobre mi, dímelo a mi y no a otra persona sin preguntarme.

-Lo siento, pero se que no te gusta molestar a nadie, y no entiendes que no es molestia para las personas que te quieren.

El resto del día se había pasado rápidamente, Adrien y yo estábamos en el sillón viendo una película juntos hasta que Leo se despertó con el tono de llamada del celular de Adrien.

-¿Hola?, si, si ya estamos en camino, lo siento, se nos hizo tarde.- Adrien ve su reloj y se levanta rápidamente del sofá, me pasa mi chamarra que estaba colgada al lado de la puerta mientras el se pone la suya.

-¿Qué pasa?- le pregunto poniéndome mi chamarra, el cuelga la llamada y se empieza a reír a carcajadas.

-¿Donde pusiste mi cabeza mujer?- pregunta entre risas y me muestra quien había llamado Lilith- se supone que ya deberíamos estar en su casa para cenar.

-Oh ya entendí, ¿porqué no me dijiste que debíamos ir a cenar con ellos?- pregunto terminando de ponerme la chamarra y poniéndole una chamarrita a Leo.

-Se me pasó, me llamaron cuando fuiste a la tienda y cuando volviste nos fuimos directo a la habitación, así que supongo que se me olvido- su respuesta me pone roja como tomate pero asiento con la cabeza y levanto a Leo del sillón.

La cena en casa de Lilith fue muy buena como siempre, entre la comida y las risas las horas se pasaron volando, no podía creer que tendríamos que irnos a la ciudad en tan poco tiempo, no quería despedirme de todo esto, las cenas en familia se habían hecho costumbre y me daba cuenta que lo mismo pasaba por la mente de Adrien.

Al día siguiente Andrew pasa por mi temprano en la mañana y nos vamos, durante el camino empezamos a hablar sobre hijos y me pregunta si en algún momento había pensado en tener otro hijo, siento como mi corazón se hace pequeñito al recordar a mi hijo, pero luego de unos segundo de silencio trato de responderle sin que se me quiebre la voz.

-Después de lo de Antony no estoy segura de querer tener otro hijo, pero la verdad es que no estoy cerrada a la posibilidad de quererlo en algún momento, cuidar de Leo y viviendo con Adrien me di cuenta que no me molestaría una vida con un bebé.

-Ten entiendo- me responde él, su mirada pasa de mi rostro al camino unas cuantas veces antes de fijarla de nuevo en el camino.

-¿Ustedes quieren más niños?- le pregunto sonriendo ante la idea.

-La verdad no lo sé, Lilith y yo estamos muy felices con los niños pero la verdad es que desde la muerte de tu madre se nos hizo mas difícil, estamos cansados casi todo el tiempo y la extrañamos mucho, Giniver nos ayudaba muchísimo con el cuidado de los niños y las niñeras son muy caras, más si se trata de 3 niños, pero...- Andrew sonríe de lado y niega con la cabeza- la verdad no cerramos aun esa puerta, no me molestaría tener 2 más.

-¿Dos mas?- mi pregunta lo hizo mirarme y en sus ojos pude ver la ilusión que eso le causaba.

-Siempre quise tener una familia grande- responde encogiéndose de hombros.

-La verdad es que si suena lindo, pero...- no sabia si decirle o no así que lo hice- ¿No te parece caro tener tantos hijos?

-Ya que nos estamos sincerando, te lo contaré.

-De acuerdo- respondí expectante.

-En este momento con tres hijos y una esposa en casa gano más de lo que podría gastar, mi cuenta de ahorro está muy bien y el dinero no me preocupa mucho, el negocio que tengo contigo igual está yendo muy bien por lo que podría decir que tu cuenta de ahorros también está yendo bien, la verdad lo único que podría detenerme es que Lilith no quisiera tener más hijos, pero justo en este momento yo tampoco quiero, quisiera esperar un poco a que los niños crezcan un poco más.

-Entonces me siento muy feliz por ustedes y por mis futuros sobrinos si mi hermanita quiere- respondí sonriendo.

Andrew tenía razón, mi cuenta de ahorros estaba muy bien, y ya que la empresa pagaba el alquiler de la casa y nos daba dinero para la comida, Adrien y yo habíamos gastado muy poco de nuestros sueldos.

El resto del camino lo pasamos riendo y escuchando música, al llegar a la clínica me atendieron casi de inmediato y la doctora me miraba intrigada.

-¿Puedo preguntar porqué te estas haciendo esta prueba si sabes que el niño no es tu hijo?- sus ojos me miraban inquisitivamente tratando de descifrar mi rostro.

-La historia corta es que mi loco ex-marido piensa que me embarace antes de divorciarnos y que le escondí mi embarazo para quitarle a mi hijo.

-¿Y la larga?- pregunta con una sonrisa asomándose en su rostro, había olvidado que en estos pueblos la gente se alimentaba de chisme.

-Es muy larga- le respondo sonriéndole de vuelta.

-De acuerdo- dice ella anotando algo en las ordenes para mandar nuestras muestras a laboratorio.

-Jenna como te habrás dado cuenta- dice moviendo las manos señalando el exterior de su consultorio- nosotros somos una clínica muy reconocida de fertilidad, si necesitas cualquier análisis aparte de este, en nuestro ámbito, quisiera que nos tomaras en cuenta- dice extendiéndome un folleto con los diferentes procedimientos que se realizaban en su clínica y estaba los números de contacto.

-Muchas gracias.- digo luego de darle una ojeada y meterlo a mi bolso.

-Los resultados de tus análisis estarán listos para mañana en la mañana, lamentablemente cambiamos de laboratorio y son un poco mas lentos que el anterior.

-Entonces pasaré mañana a recogerlos- respondo poniéndome de pie, pero... me pongo un poco indecisa entre hacerlo o no, pero me doy cuenta de que quisiera saberlo- ¿podrían hacerme hoy el análisis de fertilidad?- señalo con un dedo el montón de folletos que están encima de su escritorio.

-Si, y los resultados te los entregaríamos mañana mismo.- ella responde con una sonrisa y yo asiento.

Luego de que todo en la clínica terminara voy a la cafetería en la Andrew estaba esperándome y me siento rápidamente con él.

-¿Cómo te fue?- pregunta mirándome cautelosamente.

-Muy bien, pero hay un pequeño problema, debemos quedarnos esta noche.

-¿Porqué?- pregunta Andrew muy sorprendido.

-Los resultados me los darán mañana, así que deberemos buscar un hotel donde alojarnos por esta noche.

-De acuerdo, llamaré a tu hermana para avisarle, tu deberías llamar a Adrien- dice sacando su celular del bolsillo.

-Ya lo llamé al salir de la clínica, me dijo que el iría a ayudar a Lilith con los niños y que habían quedado en cenar juntos.

Andrew asintió con la cabeza y empezó a hablar con Lilith por el celular, mientras tanto yo le pedía al mesero un capuchino para acompañar el café que Andrew aun no había terminado.

-Bueno Lily me dijo que no nos preocupemos, que ella y Adrien tienen todo bajo control.- dice Andrew guardando el celular.

-Bueno, entonces... ¿Qué haremos hoy?- pregunto viendo a través de la ventana, al entrar en el pueblo habíamos visto un cine cerca de la plaza principal.

-No lo se, la verdad mi idea era pasear un poco, ponernos al día, almorzar por acá, recoger los resultados e irnos a cenar a casa.

-El mío también, pero podemos ir a dar unas vueltas, buscar hotel, pedir habitaciones, despejarnos un poco y salir a ver que podríamos hacer.

-Está bien- dice asintiendo con la cabeza- me parece un buen plan Jenn.

El día transcurrió lentamente, habíamos estado paseando por la plaza cuando escuchamos hablar sobre un B&B que había abierto hace poco y le estaba yendo muy bien a unas pocas calles de la clínica, cuando llegamos a la posada una joven muy alegre nos atendió y no dio dos habitaciones muy cómodas, habíamos decidido tomar una siesta y bajar a cenar en el restaurante de la posada, la comida había estado deliciosa y las dos jóvenes que nos atendieron nos hablaron de un bar muy popular el cual podíamos visitar en la noche.

-¿Estás segura de que quieres ir a beber algo?

-Si, tengo energía por haber dormido antes de la cena- con una sonrisa asiente con la cabeza y luego de pasear un poco mas por el pueblo vamos a ese bar, el lugar está concurrido pero no muy lleno, es muy bonito, espacioso y cómodo.

-¿Y cuándo vuelvan a la ciudad vivirán juntos?- su pregunta me toma por sorpresa, no me había puesto a pensar en eso, vivir en la misma casa con Adrien y Leo me había empezado a agradar.

-La verdad no lo hemos hablado todavía.

-Adrien me dijo algo sobre el tema- el cantinero nos trae los dos vasos de whisky que habíamos pedido y puedo sentir la mirada de Andrew tratando de descifrar mis pensamientos.

-Gracias- le digo al cantinero- ¿Qué te dijo Adrien?

-Me comentó que sería raro volver a la ciudad porque ya se había acostumbrado a tenerte en la misma casa con él y ayudándolo con Leo.

-Yo también me siento muy cómoda con él la verdad, siento que podríamos tener una bonita familia, pero vivir juntos acá no es lo mismo que vivir juntos allá, siento que es un paso muy grande y todo esto recién empezó.

-Tienes algo de razón Jenn, pero tienes que pensar en ti también, te vi muy feliz con ellos y siento que esta vez si puede resultar bien para ti, Adrien es un hombre increíble y sabes que pongo mi cabeza en el fuego por él, si sientes que es por un tema de confianza o algo por el estilo, yo lo respaldo.

-No es por eso Andy, pero gracias- creo que es un tema muy importante que debería hablar con Adrien al volver a Skaneateles.

-Bueno, aprovechando que aun no nos dan nuestra mesa, iré al baño, y al volver le pediré al mesero que se apresuren para no seguir acá en la barra.

-De acuerdo, yo pediré dos vasos mas.- asintiendo con la cabeza veo desaparecer el cuerpo de mi cuñado.

El cantinero se encuentra al otro lado de la barra hablando con una rubia a la que parece darle toda su atención así que decido acercarme para pedirle los tragos.

Cuando ya estoy lo suficientemente cerca el cantinero me ve y se acerca.

-Lo siento señorita, ¿le traigo dos wiskis mas?- asiento con la cabeza y vuelve a escuchar a la rubia que hasta el momento me da la espalda, debe ser muy hermosa como para que el cantinero vuelva tan veloz para seguirla escuchando.

-Lo que pasa es que mi vida no es lo que yo imaginaba...- decía la pobre muchacha ebria.

Y fue entonces cuando la vi, estaba sentada en el bar quejándose de su vida con el cantinero, contándole cómo había enamorado a su marido, convencido de que dejara a su esposa y al no poder tener hijos su marido le había obligado a encubrir la supuesta muerte de su primer hijo, para podérselo robar y fingir que era de ellos, por lo que habían tenido que mudarse a otro pueblo con el hijo de otra mujer y que ahora su esposo creía que su ex esposa había tenido un bebé secreto mientras se divorciaban y le querían quitar a ese niño también, su marido la había sometido a innumerables estudios de fertilidad y como ella aún no podía tener hijos él se había empeñado en tener al bebé de su ex.

No sé en qué momento se giró y yo me gire lo suficiente como para que nuestras miradas se cruzaran, pero en el momento en el que pasó sus ojos al se abrieron como platillos, su quijada cayó dejando una boca completamente abierta y poniéndola ella pálida como si hubiera visto un fantasma, fue muy claro el momento en que el alcohol dejó de hacerle efecto.

-Lo siento Jenn, por raro que te parezca había fila en el baño- las palabras de Andy me trajeron de vuelta a la conciencia, y parecía que a la muchacha también porque agarró sus cosas y salió corriendo del bar dejando dinero sobre la barra-¿Todo bien?- la pregunta de Andy me hizo verlo y reaccionar un poco ante la situación.

No tenía control de mis movimientos pero me encontré a mi misma corriendo detrás de ella hacia el estacionamiento fuera del bar, escuchaba la voz de Andrew gritando mi nombre tras de mi pero yo ya había salido.

-Catherine detente, lo escuché todo.

-Se supone que no sabes dónde vivimos- sus ojos están a punto de salirse de sus orbitas- el miedo que veo en sus ojos me da a entender que no es por mi, es por él, tiene terror de decirle que acaba de arruinarlo todo.

-¿Dónde está mi hijo?- ella se arrodilla en medio del estacionamiento derrumbándose entre balbuceos y llantos, puedo escuchar los pasos de Andrew tras de mi acercándose rápidamente- Respóndeme, ¿Dónde está mi hijo?

Ella solo niega con la cabeza mientras no puede parar de llorar hecha una bolita en el piso.

-¿Tu hijo?- pregunta Andrew.

-Si, Antony está vivo y ella es la esposa de Griffin quien acaba de contarme cómo fingieron su muerte...

Una Chica en un BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora