Cap 7

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-Te comportas como un niño- Adrien mira al techo dramáticamente y niega con la cabeza mientras me como mi último bocado del almuerzo.

-Lo sé, pero me gusta que sepa quién está a cargo-levanta los hombros y me sonríe.

-Eres imposible, creo que ella ya lo entendió- le respondo y pido la cuenta.

-Talvez pero bueno, cambiando de tema, esta noche me reuniré con unos amigos que no veo desde hace mucho.

-¿Quieres que cuide a Leo?- la pregunta salió automática de mis labios y el respondió con una mirada de fastidio.

-¿Y si me dejas terminar la frase?- pregunta y yo asiento tratando de no reírme de él- bueno, te decía, me reuniré esta noche, ¿quieres venir conmigo?- la pregunta me toma desprevenida y Adrien parece notarlo así que se acomoda en su asiento esperando una respuesta.

-De acuerdo- le respondo aprovechando de conocer gente nueva.

-Es una reunión casual, iremos al bar de uno de ellos- dice aclarando la duda de qué ponerme que seguramente se notaba en mi cara.

-¿Hora?- le pregunto para calcular el tiempo para alistarme.

-Te recogeré a las 9 de tu casa, ¿está bien?- pregunta levantando una ceja.

-Me parece bien.

Luego de esa conversación pagamos la cuenta y nos dirigimos hacia la construcción, la tarde se pasa en un parpadeo, luego de despedirme de Adrien me subo a un taxi y me voy a casa, en el camino abro el paquete que me llegó a la oficina y Silvia trajo para mí hasta la construcción.

En cuanto abro la caja veo una nota de mi hermana.

"Creo que papá te dijo que estaban vendiendo la casa y en el traslado a su nuevo departamento encontraron todo esto y supuse qué quedarías verlo.
                                                     Con amor Lilith."

Al ver la caja encuentro muchas fotografías de colegio y principio de la universidad y hasta algunas cartas y tarjetas que había dejado en casa de mis padres cuando me mudé con mi ex esposo.

Cierro la caja para verla con mejor luz en casa, el taxi llega rápidamente, le pago y me bajo, entro al edificio y me dispongo a alistarme, hace mucho tiempo que no salía y menos con amigos.

Faltaban 20 minutos para que Adrien llegara a recogerme, y para eso ya me encontraba lista y sentada en mi cama esperando mientras revisaba mi celular, no sabía el porqué, pero un poco de nervios me empezaban a molestar, talvez se debía a que no conocía a nadie aparte de Adrien, o talvez vez porque era la primera vez que salía con Adrien y otras personas, a lo largo de este tiempo que había vivido en Nueva York nunca me había puesto a pensar en lo difícil que es entablar nuevas amistades, sonó el timbre e interrumpió el hilo de mis pensamientos.

-¿Si?- pregunto por el intercomunicador.

-Soy Adrien, baja- dijo la voz del otro lado.
Tras una sonrisa ante su tono mandón de siempre agarro mi cartera, chamarra y salgo a darle encuentro.

- Vaya, te ves muy bien- dice al verme salir por la puerta del edificio.

-Gracias, tu también- respondo tras verlo de pies a cabeza, el llevaba puesto unos jeans negros con una polera blanca y una chaqueta de cuero, era raro verlo con ese estilo, ya lo había visto con ropa casual y obviamente de traje casi todos los días en la oficina, el verlo así era extraño pero agradable, hasta podría decir que lo veía atractivo.

Luego de mi respuesta él abre la puerta de copiloto y espera que yo entre para cerrar la puerta, en el camino me explica que el bar es de uno de sus amigos y que a ninguno de ellos los había visto después de la muerte de Kira por lo tanto se sentía algo nervioso e incómodo por lo que me agradecía por acompañarlo esta noche.

Una Chica en un BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora