Capitulo 27: El asalto

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Tardaron un poco pero en 2 semanas ya estaba formado un grupo decente de cazadores todos de los que disponían, tuvo que ser algo muy serio para poner en marcha una operación con todos los cazadores de Seliana, pensaron todos, eran 4 grupos uno de ellos de 5 integrantes el resto de 4.

Tenían armaduras de monstruos muy varios, típicos de la tundra todos en cuanto les dijeron que había que tratar con mutantes aceptaron y estaban reunidos en la base cercana mas a la tundra con los 3 jóvenes cazadores que la descubrieron la zona.

la chica parecía especialmente apagada, cosa que después de escuchar su historia no les sorprendió.

Aunque algunos estaban algo escépticos de en medio de una pequeña cadena montañosa que estaba a menos de un día se encontrara al tan peligroso como un nido de mutantes, aunque valdría la pena si pudieran reportar la presencia y proporcionar el estudio de especies de mutantes desconocidas del nuevo mundo.

"Bueno, ¿y cuando partimos?" pregunto uno de los cazadores que portaba una intimidante arma de 

"Mañana a primera hora de la mañana, si es verdad que ese sitio se expande entonces debe ser suprimido de inmediato".

Glacius se encontraba disfrutando de su comida favorita los enormes peces transparentes de mas de 3 metros de largo, aunque su tamaño en aumento constante hacia que se acabaran muy a desafortunadamente para los depredadores de talla media eso significaba que el arroyo era personal de glacius.

Los peces no despertaban simpatía del banbaro y los otros depredadores  grandes preferían otras presas por lo que se toleran a medias, los wulgs y blangos no eran lo suficientemente fuerte como para atacar a los herbívoros que habían mutado y aparte eran aplastados por el furioso banbaro si intentaban algo en su presencia.

Asi que se limitaban a conseguir los huesos que los otros depredadores no querían como los huesos de peces que glacius no comía.

"mmm esto es delicioso ¿cierto amigo?" hablo con una voz horriblemente gutural mientras su cabeza se dirigía el cuerpo del joven cazador cuya cara había destrozado con su pico en una cara.

"Bueno es cierto, que dan menos puntos que las otras presas pero tienen mucho mejor sabor"

luego de terminar de comer glacius se llevo el cuerpo entre sus fauces y lo sentó en la entrada de su pequeña cueva.

"Aunque no me queda mucho de mi yo anterior supongo esto es hermoso" dijo en referencia a la visión de la tundra completamente llena de vida tanto animal como vegetal un espectáculo de movimiento y color casi impensable.

"Crees que un monstruo, pueda saber que es hermoso?" dijo al cuerpo inerte sin dirigirle la mirada.

"No recuerdo como eran lo sentidos cuando era humano, o bueno cuando era complemente monstruo" glacius intentaba poner atención a todos sus sentidos, apenas sentía el frio en cuerpo apenas podía oler la hierba helada que desprendía una fragancia hipnótica similar a la menta.

Eso si con su pico podía sentir las leves vibraciones como su fuera un murciélago oía la nieve caía y el viento que soplaba, aun poniendo ese esfuerzo había una parte de el que negaba todo, un monstruo no necesitaba todo eso comer, dormir y crecer eso era todo lo que necesitaba.

Absorto en sus pensamientos no podía prever lo que estaba pensando en las afueras.

"Increíble que este lugar si existiera" dijo uno de los cazadores mientras colocaba barriles de pólvora y sentia la extraña hierba blanca bajo sus pies.

"Si este lugar, es hermoso una pena que tengamos que volarlo en pedazos" le respondió otro.

"No se distraigan, este lugar es resistente no será arruinado por  algo como esto, en cambio ustedes si" un cazador dijo con voz firme era grande y lucia una armadura blanca hecha con uno de los mas grandes depredadores de la tundra, la majestuosa armadura calzaba perfectamente con sus brillantes ojos celestes.

"No se distraigan, este lugar es resistente no será arruinado por  algo como esto, en cambio ustedes si" un cazador dijo con voz firme era grande y lucia una armadura blanca hecha con uno de los mas grandes depredadores de la tundra, la majestuosa...

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"¡¡S-si capitán, Jonas!!" dijeron nerviosos los cazadores  

¿todos los de primera línea preparados? Le pregunto Jonas a un pequeño grupo de cazadores con armas de largo alcance alineados horizontalmente y ligeramente cubiertos por una pequeña capa de nieve.

"Ya casi capitán!"

Cuando estaban poniendo los últimos barriles de pólvora se oyeron unos aullidos provenientes del centro de la tundra.

"Apúrense ya se dieron cuenta!" grito Jonas 

los hombres que llevaban los barriles de inmediato los soltaron y empezaron a correr hacia el grupo, no tardo mucho para que los leves aullidos de advertencia se convirtieran en un coro de furiosos gruñidos casi coordinados, una pequeña estampida de monstruos menores eran los típicos que encontrarías en la tundra nada mas que pequeñas molestias que moririan de un golpe sin embargo estos estaban mal.

Parecían mas feroces mas grandes.

Con ruidos bestiales cargaron "¡¡Primera línea de asaltado fuego!!" en cuando Jonas dijo eso una lluvia de proyectiles entre balas y flechas explosivas diezmaros a la primera fila de monstruos.

"¡¡Fuego!!"

La segunda fila eran mas grandes ellos no cayeron con tales impactos Wulgs monstruoso rugían furiosos por acercarse cuando los de la segunda fila de monstruos estaban cayendo se aproximaron a los primeros barriles de pólvora una certera flecha hizo que uno de los barriles explotara el fuego afectaba de sobremanera a los monstruos de la tundra.

Pero el alboroto empezó a llamar la atención de reyes poderosos.

Glacius noto todo esto y empezó a excavar y sobre las montañas el Cortos mutado observaba la situación, a su lado otro cortos enorme mostraba signos de querer pelear y devorar a los invasores pero un fuerte coletazo en la cabeza tomo su lugar.

El mensaje del cortos mutado era claro "NHO, SEAS IDIOTA" su vos aun parecía salida del mismo infierno, pero su vocabulario había mejorado "AGUNQUE, NO NEGARRE QUE ES TENTADOR" dijo mirando fijamente a una hermosa cazadora, cabello rubio y ojos azules sus abundantes atributos de mujer no podían ser cubiertos por completo por su armadura. 

Una macabra sonrisa que ningún humano podría definir bien lo que significaba se posaba en su cara de serpiente.



La llegada de los monstruos!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora