Lluvia

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La primera vez que te vi fue bajo la lluvia, corrías y saltabas por todo el parque mientras dejabas que el agua te empapara. Tu sonrisa era radiante, tus ojos mostraban lo alegre que estabas, tu risa era tan fuerte que desde mi puesto podía oírla. Todos te miraban con rareza, pero yo te veía con intriga, quería conocerte, saber quien era este chico tan alegre entre las gotas de la fría lluvia.

Pude concerté semanas después, eras nuevo en la ciudad, todos en la escuela hablaban de ti, apreciaban tu belleza e inteligencia. Desde lejos siempre te miraba, admiraba como te enfrentabas a los problemas y de aquellos que se burlaban de ti. Te volví a encontrar en ese parque, pero esta vez no sonreías, tu mirada estaba apagada y llorabas. La lluvia se confundía con tus tristes lagrimas, pero yo podía notar lo mal que te sentías.

Tomé el valor y caminé hacia ti, te cubrí con mi paraguas y mire tus tristes ojos. No éramos amigos, ni siquiera conocidos, pero podía sentir tu dolor. Te dedique una mirada tranquilizadora, tome tu cara y seque toda el agua que tenía, te dije palabras calmas y brinde mi hombro para que te relajaras.

Así inicio nuestra historia, descubrí tus secretos y tu los míos. Descubrí que te hacia sonreír y que no, entendí que tu vida no era perfecta y que la lluvia era tu lugar de consuelo. Nos acercamos cada vez más, tu eras mi amigo y yo el tuyo, éramos el apoyo de cada uno. Enfrentamos diversas situaciones, me ayudaste a superar mis problemas más tristes, me brindaste tu hombro para llorar....te convertiste en mi fuerza y yo me convertí en la tuya.

Hice todo lo posible para que tus llantos fueran disminuyendo, hice todo lo posible para que la lluvia dejara de presenciar tus lagrimas.

Nos tomo tiempo, pero al final logramos terminar esas oscuras etapas. Nos tomo tiempo, darnos cuenta que éramos almas gemelas. Por desgracia, la vida nos intento alejar, padres en desacuerdo, antiguas relaciones e incluso amigos que nos traicionaron. Pero juntos destruimos los obstáculos y nuestra historia de amor por fin pudo comenzar.

Como todo amorío, hubo peleas y reconciliaciones, besos y llantos, pero nada que no pudiéramos enfrentar. El tiempo de ir a las universidades comenzó, nos aceptaron en el mismo sitio, compramos un pequeño departamento, decoramos, pintamos y arreglamos todo juntos.

Fueron los mejores años de nuestras vidas, hubo inconvenientes pequeños, pero vivimos nuevas experiencias.

El tiempo paso volando y nuestra graduación estaba a unas pocas semanas, eras un desastre, todo preocupado por los preparativos y los vestuarios. Estabas tan irritante que hasta una planta se convertía en tu enemigo, me quejaba de tu estado, pero venga seamos sinceros, ese humor te volvía una bestia en la cama.

Al graduarnos todo lo que tus ojos reflejaban era felicidad y emoción pura, tu felicidad hacia que mis temores por el futuro desvanecieran. Esa noche bailamos por toda la pista, tomamos fotos y brindamos con nuestros amigos, pasamos la celebración a la cama, en donde te hice recordar con mis acciones y palabras, lo mucho que te amaba.

Aun no puedo creer que me dijiste "si " esa noche nevada, no puedo creer que aceptaras ser mi esposo y sigo sin creer que hace tres horas fue oficial nuestra unión. Ahora tu cabeza descansa en mi pecho con tus bellos ojos cerrados, mientras acaricio tu pelo y te dedico palabras de amor que te hacen sonreír. Beso la bella piel de tu frente y abrazo más tu cuerpo al mío.

Ahora una nueva historia comenzara y estoy más que listo de iniciarla junto a ti.

Yeosang, el chico que la lluvia eligió para mi.

Oneshots | woosangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora