My best friend brother. [Yeonbin/Soojun]

Capítulo tres.

El pelirosa había revisado en todos lados, en los baños no estaba, la cafetería no era una opción y había revisado la mayoría de los salones, nada.

Como última opción sacó su celular y comenzó a escribir lo más rápido que podía, "Kai, ¿sabes dónde está Soobinnie? He estado buscándolo por un rato pero no lo encuentro por ningún lado." No pasaron ni 20 segundos cuando su hermano ya había respondido, "¿Revisaste el salón abandonado?". Yeonjun lo pensó por un momento y quiso golpearse a sí mismo, claro que estaría ahí, tomó aire y sus piernas empezaron a moverse por sí solas, el salón no era tan cercano como él creía.

Soobin había corrido lo más rápido que sus piernas le permitieron dirigiéndose directamente al salón el cual se había convertido en su lugar seguro dentro de aquella escuela.

Esto siempre era así, el corría a ese salón después de ser intimidado por Hyunjin, se sentaba en el suelo y se abrazaba a sí mismo, luego sus amigos llegaban y lo consolaban.

Pero ésta vez fue distinto, sus amigos jamás llegaron y su cabeza comenzó a hacerse ideas, quizá se dieron cuenta de lo débil que era, que Hyunjin tenía razón y ahora no lo querían más, ante esa idea sus sollozos se hicieron un poco más ruidosos, no quería perder a las únicas dos personas que siempre estaban ahí y él quería tanto.

Después de unos minutos en los que el llanto de Soobin jamás paró, la puerta de aquel salón se abrió y una respiración agitada se hizo escuchar, el peliazul se tensó, si era Hyunjin, ya no habría escapatoria, nadie llegaría a salvarlo de nuevo y sería humillado como siempre.

Soobin cerró sus ojos con fuerza y esperó lo peor, cosa que jamás llegó, solo sintió una mano sobre su hombro y un tacto suave en su mejilla, aún así no abrió sus ojos.

—Hey, Soo, ¿Estás bien?.— Yeonjun se quiso golpear de nuevo, había hecho una pregunta demasiado estúpida. —Tae y Hyuka también están buscándote.— El pelirosa mintió y Soobin lo sabía, era imposible que sus amigos lo estuvieran buscando si ellos sabían que siempre se refugiaba en el mismo lugar.

—Quiero desaparecer.— Fue lo único que el peliazul pudo decir.

—No digas eso Soobinnie, Hyunjin es un imbécil, pero no volverá a acercarse a ti, yo me encargaré de eso.— Yeonjun habló con la verdad, por alguna razón quería proteger al menor.

Soobin había dejado de llorar y por fin se había dado cuenta de que el chico por el que babeaba estaba a su lado, se sentía extraño y de alguna forma tenía miedo de decir algo tonto y que el mayor perdiera cualquier mínimo interés en él.

Como pudo se levantó y salió de aquel salón bastante nervioso, dejando a un Yeonjun sentado en el suelo y extremadamente confundido, ¿Había dicho algo malo? ¿Acaso el mejor amigo de su hermano lo odiaba?

Después de aquella escena con su mayor, Soobin había pedido un justificante a la secretaria del director para salir antes sin tener problemas en alguna materia, pensó que era el favorito del universo cuando le autorizaron el justificante sin hacer demasiadas preguntas.

Y así fue como terminó recostado en su cama, llorando de nuevo.

Su habitación ya era bastante oscura, pero él se había encargado de hacerla peor cuando cerró sus cortinas y apagó cualquier cosa que pudiera emitir alguna luz, incluso su celular.

Simplemente se encontraba mirando a su techo mientras todo lo vivido ese día pasaba una y otra vez por su cabeza, lo que más le dolía, y ahora mismo generaba su silencioso llanto, eran las palabras de Hyunjin.

El pelinegro en algún momento fue la pareja de Soobin, bastante extraño, nadie sabía de esto, solo ellos dos, y así querían que siguiera.

Su historia era bastante sencilla, Hyunjin había quedado flechado por Soobin, aquel chico alto con piel lechosa y unos labios exquisitos a la vista, por no mencionar lo amable y atento que podía llegar a ser, y Soobin, bueno, Soobin era demasiado ingenuo y había quedado profundamente enamorado con los simples detalles y palabras que Hyunjin le había proporcionado.

Los chicos fueron novios por algún tiempo, hasta que rumores comenzaron a correr y se descubrió la infidelidad de Hyunjin, el chico pelinegro queriendo cubrir su reputación se inventó miles de cosas sobre el menor, los amigos de Hyunjin habían creído todo como era de esperarse e iniciaron el sufrimiento de Soobin, se encargaban de hacerlo sentir miserable, y poco a poco Hyunjin se unió a ellos, terminando con un Soobin lleno de inseguridades, temores y quizá algunos traumas.

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¡Hola! ¿Cómo están?
La verdad estoy un poco decepcionada de mí misma por el capítulo tan corto, así que, si no me equivoco hoy actualizaré dos veces.

(Actualización: Lo terminé cambiando a Hyunjin porque nadie le atinaba y creo que queda mejor) (Antes era Hwang In-Yeop)

Espero que les esté gustando, como siempre, pequeño recordatorio para que tomen agüita, descansen sus ojitos y duerman sus horas mínimas.
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