『Ｗｉｎｇｓ』️ | BTS |

C A P Í T U L O ₁₅

No puedo evitar un tenue templor que me invade, me e quedado helada.

-No olvides que estamos en un espacio público, me tocas con un dedo y grito.

Me sorprende lo firme que puedo decir las palabras. Las lineas de su rostro se tornan mas oscuras, se que nada bueno saldra de todo esto. Pero no les puedo ceder asi como asi el control de mi vida.

-¿No has aprendido nada de todo esto no? Mejor date cuenta, que has perdido, que eres nuestra y seras sometida a nuestros antojos cuando y donde queramos.

La presión se me sube a la cabeza, y de manera inexplicable mis emociones estallan y sin tener consideración de nadie, sin importar lo que luego pase conmigo hablo.

-¡Ya no mas!.-grito, levantadome. Ya teniendo la atención de todos.-¡nunca mas ¿¡Has oído!? Ni tu, ni nadie!.

Él levanta una ceja, y suspira de lo mas calmado, pero sus ojos expresan completamente algo diferente y dicen lo que su boca no «Estas jodida»

-Es hora de irnos, vamos.- se levanta del asiento y toma de mi muñeca, para luego tirar de ella bruscamente y hacerme caminar hacia la puerta de salida del autobús toca el timbre y este para casi de inmediato, trato de safarme de su agarre pero es inútil, como último recurso trato de gritar y pedir ayuda.

-¡Socorro, alguien ayud..!- Antes de que pueda seguir, Park me tapa la voca y tira fuera del bus, haciedome entrar en la fuerte lluvia, que sin darme cuenta habia comenzado de la nada. En poco tiempo estamos empapados.

En un intento de huida le muerdo la mano, y intenti escapar, pero al vuelo me toma por la cadera y me sube sobre sus hombros con un saco de papas. Pasamos por una gran masa de personas que intentan resguardarse de la lluvia ignorando por completó como trato de pedir ayuda ¿Como es posible que me ignoren? ¿Donde estan los oficiales cuando se les necesita?.

Se detiene en un suburbio casi abandonado. Me suelta y aterrizó en el suelo.

-No puedes ser mas estupida.-Me grita.

-Y tú un poco hombre.

-¿Esque jamas aprendes a cuando callar?

-Callare cuando no tenga mas voz.

-joder admiro tu coraje, pero a la misma vez lo odio. Puesto que nadie me lleva la contraria y todo aquél que lo hace termina realmente mal, pero tal parece que tendre que darte una lección para que te des cuenta.

-No, no me tocarás ¡Me niego!

-No me enfurezcas más de lo qué ya estoy.

-¡No te me acerques!.

Intentó escapar, mi bolso se resbala de las manos, al mismo tiempo que él me sostien y tira fuerte contra la pared granulada.

El impactó me aturde momentáneamente, cuando apenas abro los ojos lo veo enzima de mí, volviendome prisionera de sus brazos y su cuerpo. Me hierve la sangre de ira, y comienzo a sentirme ahogada, rasguño sus brazos para que me suelte, él hace mis manos a un lado y luego me comienza a besar contra mi voluntad, me besa con tal intensidad, mientras se habre paso en mi boca que duele.

Sube mi campera hasta la parte del pecho y luego se ocupada de si mismo, aflojado su corbata y desabotonando su camisa con una sola mano sin soltarme, dejandome ver sus abdominales, una real escultura humana. Se baja un poco el buzo y luego se apoya en mí, siento su calor corporal, esta hirviendo a pesar de la lluevia que cae sobre nosotros, esta descontrolado.

Hace presión con su cuerpo, y ahora pone ambas manos en mi trasero, apretando mis nalgas, sus labios ahora sobre mi cuello succionando y mordiendo mi piel sin cuidado, mientras sus manos mojadas torpemente intentan quitar mi sostén, frustrado al no lograrlo lo rompe y me hiere, al tener mis senos al plena vista, los apreta con sus manos, y retoma nuevamente mis labios, haciendome perder el aire nuevamente, interrumpiendo mi respiración. Al sentir que sus manos ahora van a mi pantalos, lo sostengo con fuerza para que este lo logre su cometido, pero no lo logro y los baja hasta las rodillas y estos resbalan hasta mis tobillos, ahora va por mis bragas y comienzo a gritar para que se detenga pero son palabras que se las lleva el viento.

—¡Por favor! ¡Ya detente!

—¡No!.—grita firmé, apretando sus pómulos.—Esta sera tu primera lección y escucha atenta.—me agarra fuertemente de la mandíbula.—Tú nos perteneces, entiendelo, eres nuestra y no puedes estar con ningún otro chico que no sea alguno de nosotros. Caso contrario, como esa noche, si algo cono eso vuelve a repetirse te aseguró, te juró que algo realmente malo sucederá.—me ahogó en el asco que me produce, cada asquerosa palabra que dice.—Y un consejo muñeca; a mi especialmente no me niegues algo que es mío, por que lo lamentaras.—Me da un cortó beso en los labios.— Hoy voy a castigarte por huir esa noche, por los dias que estuviste ausente y por aver echó lo que hiciste hace un rato. Sabes que es lo más alucinante, te dolera más que la primera vez que que estuviste con taehyung, por que penetrare ese lindo culo tuyo.

Me alerto rápido, e intento empujarlo lo más fuerte qué puedo, pero el no se mueve ni un poco, su cuerpo parece de piedra. Es acaso que se me a acabado la energía o ¿él se a echó mas fuerte?, veo cada vez más lejor mis probabilidades de huir. Empezó a gritar lo más fuerte qué puedo para que alguien me ayudé, pero nadie aparce si quiera se asome.

Me obliga a girar en mis talones y ne vuelve a empujar contra la pared, ejerce presión sobre mi nuca, aplastado mi mejilla contra la pared ganulada.

Mis gritos son absorbidos por los truenos, la lluvia ahoga mi llanto y las lagrimas no sesan.

Hace mis bragas a un lado, trato de tirarme al piso para que este no pueda introducir sus miembro, pero no lo logro puesto que me tiene firmemente agarrada de la cadera.

Siento entonces como mis músculos se contraen en ese lugar, y  un fuerte y horrible dolor. Park comienza a entrar y salir de mi recto y cada maldita embestida duele más qué la otra.

—Díos ¡Jamas me cansaria de follarte el culo!.—Gime ronco entre dientes, mientras suplico que pare.

Sale de mi y entra pero con mas intensidad y profundidad, vuelve a repetir el mismo procedimiento una y otra vez mientras suplico que pare una y otra vez, pero este hace caso omiso.

Grito que me duele, arde como un demonio, siento su enojo en cada embestida, la mete tan profundo que mi cuerpo se devasta.

—A esto le llamo yo, disciplina para perras desobedientes.—Dice con la voz entre cortada y agitada.—¡Joder!.—gime aun más ronco, hundiendo sus dedos en mi pelvis.

Repentinamente pega un grito ronco, a llegado al clímax. Da unos últimos jades liberando todo lo que tenia acumulado una vez termina se queda quieto por un mometo intentado recuperar el aliento, controlado su respiración.

Me suelta lentamente, liberandome de su miembro, de él. Caigo rendida de rodillas al suelo, mi recto arde y duele como mil agujas. El dolor es devastador aun cuándo no lo tengo dentro.

—¿Por que..?¿Por que a mi?.—susurro en un hilo de voz. Mi llanto es inevitable, no encuentro respuesta al ¿Por qué debo sufrir de esta manera?¿Por qué debo ser castigada?...