Bebés

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Dalila

Mi día favorito de la semana, Viernes, mi querido y hermoso día liberador en donde una fiesta no puede faltar, estoy en mi tocador aplicandome un poco de maquillaje para ir a la escuela en cuanto tocan la puerta de mi vestidor

-Adelante- demandó y el espejo se abre dejando pasar a Thom

-Señorita- saluda con un asentimiento
-T. – respondo mientras terminó de aplicar brillo en mis labios

-Su padre quiere hablar con usted- me avisa en un susurro

- ¿Y porque no me llama a mi? – le susurro de vuelta divertida

-Por qué si le marca a usted directamente no tendría el placer de molestarme – me informa con fastidio y me rio

-Bloz, ¿acaso esa fue una risa de MI princesa? ¿Estas pasando tus límites? - escuché a mi padre gritarle a la bocina y Thom giro los ojos

-Proyéctalo- mande y Thomas asintió reflejando el holograma de mi padre

-Papi- salude con una sonrisa y mi padre me vio con ternura, usaba como siempre un traje y estaba sentado enfrente de su escritorio

-Mi pequeña ¿Cómo esta todo? ¿El imbécil de Thomas quiere sobrepasar los límites? – preguntó con tono protector

-Todo está bien aquí, mis hermanas y yo nos hemos acoplado a la perfección, tenemos amigos y nos va bien en la escuela- resumí siguiendo con mi voz tierna. Si supieran que el punto débil de este peligroso y poderoso hombre es una “simple” mujer sus enemigos se reirían a carcajadas – Y sobre Thomas creo que si, se está sobrepasando- dije dedicándole una sonrisa discreta a Thomas el cual abrió mucho los ojos y negó. Ayer tenía cólicos, le pedí un favor y el muy bobo no me quiso traer helado de M&M y tuve que ir yo.

- ¿Bloz? – dijo mi padre muy enojado

-señor- respondió este poniéndose a una distancia prudente de mi para que mi padre lo viera

-No necesito saber que pasó, pero o acatas las reglas de tu trabajo o se feliz tres metros bajo tierra, pero cuida tus límites. Del castigo hablaré contigo a solas- amenazó y Thom trago asintiendo. Los castigos de mi papá eran bastante inhumanos.

-Si, señor- desapareció de mi lado poniéndose de nuevo al frente dejándome con mi papá

- ¿Estas feliz princesa? – me pregunto mi padre y sonreí mirando con maldad a Thom

-Si, papi, pero no quiero que castigues a Thom, yo me encargo- le dije y el asintió estando de acuerdo, Thomas me vio con cierto alivio

-De acuerdo, solo quería saber si estaban bien, salúdame a tus hermanas, dile a Artemisa que deje de derrochar mi dinero en cosas inútiles. Recuerda que te amo y pronto estaremos juntos- me dijo y le mande un beso

-Te extraño papi-

-Y yo a ti princesa-

-Salúdame a mamá- pedí, asintió. Nos despedimos y colgamos me quedé viendo el lugar en donde estaba el holograma un segundo y suspiré. Amaba a mis padres, amo a mis padres, mucho, pero son personas muy malas, con nosotras y con los demás. Ni siquiera me conocen.

- ¿Esta bien? – pregunto Thomas y lo mire con una sonrisa

-No me vuelvas a decir que no T, o te juro que yo misma te haré un castigo peor que el que mi padre te pondría- lo amenace y el soltó una carcajada

-Tendrá potencial tomando el lugar de su padre- me dijo negando con una sonrisa

-Gracias por la llamada, se que Derek no la planeo-

Hermanas Meyer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora